Jos¨¦ ?ngel propulsa a la Real
El lateral asturiano firma un soberbio partido con un bello gol que a?ade a los dos de Griezmann antye un encomiable Almer¨ªa.
Los estados de necesidad, como las enfermedades, tienen grados. No es lo mismo sufrir por estar lejos de donde deb¨ªas estar, la zona noble, que hacerlo por estar donde nadie quiere estar, en el ¨²ltimo s¨®tano de la Liga. Esa era una de las muchas diferencias entre la Real Sociedad y el Almer¨ªa. Otra era que no es lo mismo venir de perder en Old Trafford que de acumular otra derrota en casa, esta vez con el Rayo Vallecano. La m¨¢s decisiva, en cualquier caso, era el grado de calidad, un asunto fundamental para superar los estados de necesidad. Y la Real tiene un nivel alto de esa medicina en la plantilla.
REAL SOCIEDAD, 3; ALMER?A, 0
Real Sociedad: Bravo; Carlos Mart¨ªnez, Mikel Gonz¨¢lez, ??igo Mart¨ªnez, Jos¨¦ ?ngel; Markel (Ros, m. 69), Rub¨¦n Pardo; Chory Castro (Vela, m. 80), Xabi Prieto, Griezmann (Seferovic, m. 75); y Agirretxe. No utilizados: Zubikarai, Ansotegi, Zurutuza, Cadamuro.
Almer¨ªa: Esteban; Rafita, Trujillo, Torsiglieri, Ra¨²l Garc¨ªa (?scar D¨ªez, m. 54); Verza, Azeez; Aleix Vidal, Soriano (Marcos T¨¦bar, m. 72), Dubarbier; y Rodri (Barbosa, m. 54). No utilizados: Ustari, Nelson, Marcelo Silva, Marcos T¨¦bar, Corona.
Goles: 1-0. M. 12. Griezmann. 2-0. M. 49. Griezmann. 3-0. M. 55. Jos¨¦ ?ngel.
?rbitro: Fernando Teixeira Vitienes. Amonest¨® a Rodri, Rub¨¦n Pardo y Torsiglieri
Cuando a¨²n no hab¨ªa despertado del vuelo de regreso de Manchester, Griezmann convirti¨® en un bello gol (el coraje y la determinaci¨®n tambi¨¦n cuentan en los concurso de belleza futbol¨ªsticos) lo que era una jugada tan antigua como el f¨²tbol: saque de banda al ¨¢rea, bal¨®n peinado hacia atr¨¢s y remate de cabeza. Cuesta creer que goles tan antiguos se sigan produciendo en un f¨²tbol ya tan informatizado. Pero ocurri¨® cuando, adem¨¢s, mejor aspecto empezaba a tener el Almer¨ªa, bien conducido por Verza y habilitado por la sabidur¨ªa de Soriano. Incluso mejor¨® el equipo andaluz cuando Griezmann le dio el primer puyazo. Corr¨ªa bien y jugaba con orden y determinaci¨®n. Pero otra de las diferencias entre ambos equipos, la m¨¢s decisiva, es el gol. Y el Almer¨ªa, que hasta ayer hab¨ªa marcado m¨¢s que la Real, aunque con menor premio, en Anoeta ten¨ªa la bolsa vac¨ªa. Eso le permiti¨® al equipo guipuzcoano sobrevivir a su intercambio de golpes en el centro del campo. Al Almer¨ªa no le sirvi¨® de nada, cuando gan¨® ese combate. A la Real le vino de perlas cuando intervino Rub¨¦n Pardo, pura inteligencia, estilo puro de medio centro que sabe que el bal¨®n y el espacio deben ser ¨ªntimos amigos. Algunos de sus pases justificaron su pron¨®stico de gran futbolista. Su nombre podr¨ªa ser el nombre del partido. Tambi¨¦n el de Griezmann, que a poco de comenzar el segundo periodo, volvi¨® a ganar la espalda de la defensa, por segunda vez, y cabece¨®, de nuevo a la red. Pero, por encima del comp¨¢s de Rub¨¦n Pardo y el acierto de Griezmann, estaba el f¨²tbol total de Jos¨¦ ?ngel. Portentoso, f¨¦rreo en defensa y sobresaliente en ataque, inagotable, r¨¢pido y preciso. Anul¨® a Aleix Vidal, dej¨® su banda sin hierba, asisti¨® a Griezmann en el segundo gol y para redondear la victoria de su equipo y la suya propia logr¨® el tercero en una acci¨®n que resumi¨® su partido: potencia, pausa y precisi¨®n.
Cada gol convirti¨® el estado de necesidad del Almer¨ªa en un estr¨¦s, sin embargo, encomiable. Luch¨® con profesionalidad y energ¨ªa, acab¨® muriendo en el ¨¢rea de Bravo, demostrando que sus derrotas nada tienen que ver con su actitud. Quiz¨¢s eso no le salve a su t¨¦cnico, Francisco Rodr¨ªguez.
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