A Emery se le agota el cr¨¦dito
Un ordenado Celta aprovecha un error garrafal de Beto para vencer a un Sevilla muy espeso
La presunta l¨ªnea ascendente del Sevilla ha sido un espejismo. La goleada del Bernab¨¦u y esta derrota ante el Celta dejan muy tocado al proyecto de Unai Emery, ahora en el alambre. No carbura el Sevilla, al que hab¨ªan sostenido una serie de apuradas victorias en casa de la mano de Rakitic. El croata, fundido, apenas dej¨® un par de detalles ante el Celta. Su equipo, una imagen fea y de dif¨ªcil justificaci¨®n. Impotencia primero con el atrevido esquema del t¨¦cnico y falta de ideas luego ante un ordenado Celta tras el regalo de Beto a ?lex L¨®pez.
Fue un equipo previsible, lento, que quiz¨¢s not¨® demasiado el partido intersemanal ante el Madrid. El partido se le fue sin que el Celta hiciera nada del otro mundo, pues al Sevilla se le acumulan los problemas y le surgen otros propios de un equipo a la baja. Por ejemplo, la lesi¨®n de Gameiro con los tres cambios hechos.
SEVILLA, 0-CELTA, 1
Sevilla: Beto; Diogo, Pareja, Carri?o, Alberto Moreno; Jairo (Perotti, m. 59), M'bia (Trochowski, m. 72), Rakitic, Vitolo; Bacca (Crist¨®foro, m. 46) y Gameiro. No utilizados: Varas; Coke, Fernando Navarro y Rusescu.
Celta: Yoel; Hugo Mallo, Cabral, Font¨¤s, Toni; Borja Oubi?a; Augusto Fern¨¢ndez, Mina (Rafinha, m. 64), ?lex L¨®pez (Orellana, m. 83), Nolito (Vila, m. 93); y Charles. No utilizados: Sergio; Jonny, Khron-Delhi y David Rodr¨ªguez.
Goles: 0-1. M. 47. ?lex L¨®pez aprovecha un error garrafal de Beto.
?rbitro: Mart¨ªnez Munuera. Amonest¨® a M'bia, Diogo y Toni.
Ram¨®n S¨¢nchez Pizju¨¢n. Unos 28.000 espectadores.
Solo Vitolo y el coraje de algunos elementos hicieron que acariciara el empate en un remate de M'bia al palo y un posterior remate del canario. A este proyecto de Emery se le est¨¢ acabando el cr¨¦dito, como as¨ª se lo hizo ver al equipo la grada de Nervi¨®n, que despidi¨® a los jugadores y t¨¦cnicos con una sonora pitada.
Existe un punto de obstinaci¨®n de Emery en sus planteamientos. Su Sevilla volcado en ataque, con cuatro delanteros y un solo centrocampista de contenci¨®n, que tampoco lo es del todo, como M¡¯bia, solo es sostenible con buenos resultados, pues su puesta en pr¨¢ctica choca contra varios planteamientos irrefutables. El primero, que cualquier equipo que pueble con inteligencia su centro del campo desarbola con facilidad al Sevilla. Ya sean las estrellas del Madrid o el equipo que intenta hacer Luis Enrique con mucho m¨¦rito, un Celta de buenas intenciones y escasa definici¨®n.
El segundo, que para jugar al f¨²tbol de esa forma es indispensable estar muy fresco en lo f¨ªsico, con la posibilidad de aguantar carreras tanto en defensa como en ataque. El Sevilla, que ofreci¨® un fant¨¢stico juego en ataque en el Santiago Bernab¨¦u, careci¨® ante el Celta de esa frescura necesaria para un planteamiento tan desbocado. Bast¨® con observar al equipo andaluz en los primeros minutos para llegar a la conclusi¨®n que Jairo no era el de Madrid, tambi¨¦n Diogo, que M¡¯bia estaba demasiado solo y que, por ejemplo, hasta a Rakitic le pesaban las piernas. Un Sevilla plano, sin intensidad, sin velocidad y descolocado, ofreciendo mucho espacio a su rival. El tercer planteamiento se incrusta en la cabeza del propio Emery, decidido a morir con las botas puestas.
El Celta, con timidez, mejor colocado en el campo, intent¨® degustar el pastel que el Sevilla le puso por delante. A los dos minutos, Beto, que comenz¨® su recital de desprop¨®sitos, salv¨® un bal¨®n de Augusto. A los siete, sac¨® otro de Charles. El meta portugu¨¦s, muy nervioso toda la noche, todav¨ªa le hizo un penalti absurdo a los 30 minutos al propio Augusto que el colegiado no apreci¨®. Cinco minutos antes del descanso, fue Carri?o el que salv¨® un disparo del din¨¢mico Mina que se colaba en la porter¨ªa del Sevilla. El primer tiempo del equipo andaluz fue, sencillamente, lamentable. Apenas un par de balones en largo de Rakitic adornaron el escaso juego de los andaluces.
Emery se rindi¨® al descanso y el f¨²tbol lo castig¨®. Retir¨® a uno de los dos delanteros, Bacca, para dar entrada a un mediocentro defensivo, Crist¨®foro. Rakitic pas¨® a moverse casi como delantero, pero sin chispa. El croata no pod¨ªa ni moverse, muy flojo en el aspecto f¨ªsico. Sin tiempo para asimilar la reconversi¨®n, Beto complet¨® su aciaga noche regalando el gol a ?lex L¨®pez.
El Sevilla, salvo en un remate de M'bia al palo, fue incapaz de crearle peligro al Celta. Los de Luis Enrique vivieron c¨®modos y se llevaron una victoria m¨¢s que merecida. Todo coraz¨®n y poco f¨²tbol, el Sevilla se entreg¨® sin remedio a la derrota. Emery sigue sin dar con la tecla y, lo peor, es que las sensaciones que ofrece su equipo son negativas. El cr¨¦dito se le agota porque su Sevilla ni juega ni gana.
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