La siesta le cuesta cara al Sevilla

Un gol del Estoril en el minuto 90 cort¨® la progresi¨®n del Sevilla, que solo dej¨® detalles en el primer tiempo para caer en una incomprensible par¨¢lisis en la continuaci¨®n de un partido gris, donde solo Reyes dej¨® detalles de su clase. El cuadro de Emery tendr¨¢ que ganarse el primer puesto en el ¨²ltimo partido del grupo, en Alemania y ante el Friburgo, pero a pesar del empate ante los portugueses pasa a la siguiente fase de la Liga Europa, pues sale beneficiado en un posible triple empate si pierde en Friburgo. Es la consecuencia m¨¢s real del empate de los andaluces ante un rival sin mordiente, pero ordenado y disciplinado, serio en defensa. Emery no acert¨® al mantener a Rakitic, fundido, en el campo, y no supo alterar el orden de un partido donde su equipo se ech¨® demasiado atr¨¢s. Los jugadores destinados a ganarse un puesto, caso de Coke, Cala o Crist¨®foro, no mostraron credenciales para ser titulares. Tras la salida de M¡¯bia, el Sevilla desapareci¨® y pag¨® muy caro un repliegue inexplicable, con sus jugadores mal colocados y sin frescura para hacer el segundo gol que hubiera cerrado el encuentro.

Hay un factor al que debe agarrarse este Sevilla en plena progresi¨®n. La mejor¨ªa general del equipo de Emery tiene un argumento perenne, que es Rakitic, y otro que ha resurgido con fuerza cuando pocos apostaban por ¨¦l. Se trata de Reyes, un jugador que parec¨ªa perdido para la causa y que sembr¨® de detalles de calidad el duelo ante el Estoril. El utrerano no tiene ya la velocidad de anta?o, cuando hac¨ªa de cada carrera una ocasi¨®n de gol. Ahora juega con m¨¢s pausa y selecciona los esfuerzos. Esa inteligencia reci¨¦n adquirida fructifica en una visi¨®n de juego espectacular. Probablemente, Reyes sufrir¨¢ en los partidos fuera de casa, jugados a cara de perro, pero en duelos como los del Estoril su calidad marca la diferencia. El Sevilla se acerc¨® con peligro en los primeros cinco minutos, en un remate de falta de Rakitic y otro fallido de Cala, hasta que a los siete minutos el bal¨®n le lleg¨® a Reyes. El internacional dibuj¨® dos regates estupendos y un pase en profundidad a Gameiro de enorme clase. El franc¨¦s defini¨® con elegancia y el Sevilla se puso por delante para dominar a su antojo el partido.

El Estoril, un equipo ordenado pero sin pegada, intent¨® hacerse con el dominio del encuentro, pero el Sevilla se repleg¨® con orden y siempre encontr¨® en Reyes el punto de desequilibrio. Partiendo desde la banda derecha, Reyes volvi¨® a dibujar un par de pases excelentes. En el primero, Gameiro no control¨® bien y en el segundo Perotti estuvo a punto de lesionarse al lanzarse en busca de la pelota. Solo Reyes alteraba el juego previsible del Sevilla, refrescado por Emery en algunos puestos. Es el caso de Crist¨®foro, un jugador algo alocado, que necesita tiempo para hacerse importante. En el dominio absoluto del Sevilla hubo tiempo incluso para que Perotti, en guerra con un sector de la grada, pudiera arrancar los aplausos de la grada de Nervi¨®n. Detalles en la fr¨ªa noche sevillana.

Recul¨® demasiado el Sevilla en la segunda mitad. Sobre todo porque perdi¨® el bal¨®n y Reyes las fuerzas que le adornaban. El Estoril se hizo con el dominio del juego, pero a un ritmo tan lento que casi nunca fue capaz de superar la resistencia del Sevilla. La cuesti¨®n lat¨ªa en Nervi¨®n, incapaz la grada de descifrar el porqu¨¦ del paso atr¨¢s de su equipo. Ya fuera por orden de Emery o por decisi¨®n de los jugadores, el repliegue del Sevilla provoc¨® que el partido se le hiciera muy largo. Roto y sin salida de bal¨®n, el Sevilla se aletarg¨® y lo acab¨® pagando caro. En la ¨²ltima jugada del encuentro, Jairo fall¨® en la salida del bal¨®n y despu¨¦s de un fallo en cadena de la defensa Ruben Fernandez hizo un tanto que le complica la clasificaci¨®n al Sevilla.