La leyenda del equipo invencible
El Madrid, liderado por Rudy y Sergio Rodr¨ªguez, logra su 25? victoria consecutiva tras superar al Bar?a (98-84) en un cl¨¢sico intenso que retrat¨® la actual jerarqu¨ªa del baloncesto espa?ol
Y van 25. La leyenda del equipo invencible escribi¨® un nuevo cap¨ªtulo en un cl¨¢sico intenso que refrend¨® la actual jerarqu¨ªa del baloncesto espa?ol. Barnizado por su aura de imbatibilidad, el Madrid dobleg¨® a un Bar?a desdibujado y consolid¨® a lo grande su liderato en la Liga. Ni la habitual criptonita de Navarro, conmovedor en su orgullo competitivo, logr¨® inquietar al poderoso conjunto de Laso. Una pl¨¦yade de estetas de la canasta que mezcla talento y abnegaci¨®n a partes iguales y que se ha propuesto hacer historia a base de exhibiciones.
En un duelo sin apenas trascendencia clasificatoria, los dos grandes se retaban por orgullo. El Madrid quer¨ªa presumir delante de su eterno rival de lo bien que le va la vida y prolongar su hist¨®rica secuencia triunfal; el Bar?a intentaba poner en valor el potencial de su lujosa plantilla y romper la colecci¨®n de victorias de los blancos. Se llen¨® hasta la bandera el Palacio: 13.217 espectadores (r¨¦cord del a?o), unos 250.000 euros de recaudaci¨®n y reventa en los aleda?os. ¡°Pasi¨®n desatada¡±, rezaba la pancarta que presid¨ªa uno de los fondos. No defraud¨® la cita, que respondi¨® a los pron¨®sticos.
R. MADRID, 98 - R. MADRID, 84
Real Madrid: Rudy (18), Mirotic (14), Darden (6), Llull (6) y Bourousis (13); Reyes (12), Rodr¨ªguez (15), Carroll (7), Slaughter (2), Draper (5) y Mejri.
Barcelona: Huertas (15), Navarro (17), Papanikolaou (6), Nachbar (4) y Tomic (10); Dorsey (3), Sada, Abrines (8), Oleson (10), Lorbek (11), Lampe y Pullen.
Parciales: 23-18, 25-18, 28-29 y 22-19.
?rbitros: Daniel Hierrezuelo, Carlos Cort¨¦s y Mart¨ªnez Fern¨¢ndez. Sin eliminados.
Se colg¨® el letrero de no hay entradas en el Palacio de los Deportes de Madrid, que acogi¨® a un total de 13.217 espectadores.
Rudy y Navarro abrieron el baile y acapararon la pista. Persigui¨¦ndose de lado a lado, intercambi¨¢ndose el primer triple de cada equipo y tom¨¢ndose la medida en defensa, los primeros espadas respondieron a la expectaci¨®n. Su mano a mano dio paso al cuerpo a cuerpo entre Bourousis y Tomic que elev¨® los decibelios en la pintura y prolong¨® el intercambio de canastas. Fue la efervescente aparici¨®n de Darden, con un tap¨®n estratosf¨¦rico sobre Dorsey y un triple, la que impuls¨® el primer estir¨®n de los blancos (21-13, m. 9).
Fren¨® Navarro, que se sent¨® a los cinco minutos en busca de un respiro, y aceler¨® Rudy, que complet¨® su notable primer cuarto con 11 puntos, 2 rebotes, una asistencia y dos faltas recibidas. Para entonces, el Bar?a dominaba la pelea por el rebote pero no lograba minimizar el dinamismo del Madrid en ataque.
Los blancos fueron afinando y, con las primeras rotaciones, Sergio Rodr¨ªguez pas¨® a hacerse cargo del cron¨®metro y Felipe Reyes del partido entero. La descomunal irrupci¨®n del capit¨¢n madridista en el segundo cuarto desat¨® otra tormenta de baloncesto y decant¨® la balanza. Inspirad¨ªsimo ante el aro rival e incontenible frente a la pusil¨¢nime defensa de Lampe, Felipe firm¨® 12 puntos sin fallos, dos triples consecutivos incluidos, en poco m¨¢s de siete minutos y desat¨® otra fiesta en el Palacio. Una asistencia muse¨ªstica del Chacho para el alley-oop de Slaughter elev¨® la renta local hasta los 14 puntos (44-30, m. 17) entre el delirio de su hinchada mientras el Bar?a deambulaba grogui.
El Madrid goza de su primac¨ªa frente al desasosiego del conjunto azulgrana
Cuesti¨®n de simbiosis. Mientras la mitad de los jugadores de la plantilla madridista lleva m¨¢s de tres a?os trabajando juntos, en el Bar?a 6 de los 14 del actual equipo son debutantes en el club y tan solo cuatro (Navarro, Sada, Marcelinho y Lorbek) se mantienen en la n¨®mina de Xavi Pascual con respecto al conjunto que conquist¨® la Liga ante el Madrid hace tan solo a?o y medio. A un lado, un bloque en plenitud; al otro una suma de talentos sin m¨¢s sincronismo de voluntades que la que le otorgaba el uniforme. La visi¨®n cortoplacista ha tomado el puente a¨¦reo.
Cuesti¨®n de arquitectura y escultura. Mientras el Bar?a construye un nuevo plan removiendo cada verano sus cimientos en torno al pilar de su capit¨¢n, el Madrid retoca, perfila y embellece su obra a golpe de cincel. Cuesti¨®n de biorritmos. El Madrid goza de su primac¨ªa frente al desasosiego del perseguidor con el que se maneja el conjunto azulgrana. El Madrid lleg¨® al descanso con 12 puntos de ventaja (48-36).
A la vuelta, los de Xavi Pascual apretaron los dientes y las tuercas en defensa mientras Marcelinho lubricaba las espesas maniobras ofensivas de los azulgrana. Le vali¨® al Bar?a para acercarse en un par de ocasiones hasta los seis puntos (57-51, m. 25, tras un triple de Navarro). Pero cada arre¨®n de los visitantes era contrarrestado por el Madrid, cuya artiller¨ªa penalizaba cada respiro en defensa del rival. La hiperactividad de Rudy volvi¨® a desnudar las carencias contrarias, y con otra de sus r¨¢fagas anotadoras los de Laso alcanzaron su m¨¢xima ventaja (71-53, m. 27). Papanikolaou no cumpli¨® el encargo de aplacar la fiebre anotadora de Rudy, pero con dos triples consecutivos volvi¨® a colocar a los suyos a una distancia abarcable.
Sin embargo, por encima de los vaivenes del marcador, reinaba la sensaci¨®n de que el guion lo manejaba siempre el Madrid. La fibra de Slaughter, la brega de Bourousis, las piernas de Llull, la clase de Mirotic y, sobre todo, la cabeza de Sergio Rodr¨ªguez se entend¨ªan en una dimensi¨®n superior a la que alcanzaba a proponer el Bar?a. El reloj era cosa del conjunto de Laso. Ni los espor¨¢dicos aciertos azulgranas desde el per¨ªmetro, ni los rebotes de Dorsey, ni las asistencias de Huertas, ni los puntos de Lorbek bastaron para inquietar a un Madrid empe?ado en prolongar su leyenda invencible. Un reto que tiene como imagen de marca la inventiva y el diapas¨®n de Sergio Rodr¨ªguez, el jugador m¨¢s en forma del planeta baloncesto, que se encarg¨® de gestionar la renta en el tramo final. El l¨ªder alcanz¨® los 98 puntos ante la segunda mejor defensa del campeonato que hasta su visita al Palacio solo encajaba (68,9 de media). Lleg¨® la 25? victoria consecutiva. Que pase el siguiente.
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