Peterhansel se acerca a Roma
El franc¨¦s recorta otros ocho minutos al l¨ªder, que pincha dos veces y cuya ventaja ahora es de poco menos de 24 minutos
La cordillera de Los Andes se les present¨® imponente. A la etapa en coches la defini¨® la organizaci¨®n como una especial de transici¨®n. Aunque, salvo la delicia que supone cubrir el paso de San Francisco para entrar en Chile, durante la especial en aquellas pistas r¨¢pidas y en un ambiente cerrado, los adelantamientos ser¨ªan dif¨ªciles, los saltos y el polvo le complicar¨ªa la vida a cualquiera. Tomaron la delantera los Mini, con Nasser Al-Attiyah a la cabeza, quien a la postre ganar¨ªa la etapa, aunque de poco le sirve ya, sobre todo desde aquella penalizaci¨®n de una hora que le impusieron tras saltarse un punto de paso camino de Tucum¨¢n, en aquella pol¨¦mica quinta jornada a 47 grados.
Pero al catar¨ª le sigui¨® bien de cerca el piloto oficial de Mini St¨¦phane Peterhansel, que termin¨® a menos de un minuto. Y as¨ª, poquito a poco, como una hormiguita, va enjugando el franc¨¦s la distancia que le separa de su compa?ero de equipo y amigo Nani Roma. Al t¨¦rmino de esta octava etapa la ventaja del catal¨¢n, que pinch¨® en dos ocasiones en una especial de 302 kil¨®metros, es de poco menos de 24 minutos.
La lectura positiva tras una jornada con problemas al volantes es que el que fuera el primer ganador espa?ol del Dakar, con una moto, saldr¨¢ este martes en quinta posici¨®n. Y aquello, en la primera jornada en que los competidores se lanzar¨¢n de pleno al reencuentro de las dunas de Atacama, es una buena noticia. ¡°Tendremos unas buenas trazas que seguir¡±, dec¨ªa Roma, dispuesto a ver el lado bueno de las cosas. ¡°Le daremos gas hasta el final¡±, a?ad¨ªa.
Lo mismo opina Peterhansel, que se vio tan lejos la semana pasada, tras una jornada en la que acumul¨® seis pinchazos, que todo minuto que logra restarle a Roma es aplaudido. Con calma, como lo hace todo Monsieur Dakar, que tras una especial m¨¢s f¨¢cil que las que vivi¨® en Argentina declar¨® que lo peor hab¨ªa sido levantarse a las seis de la ma?ana.
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