Piruetas hacia la gloria
Javier Fern¨¢ndez inicia hoy, con el programa corto, la lucha por ganar la primera medalla del patinaje art¨ªstico espa?ol
Javier Fern¨¢ndez pasa sus ¨²ltimos d¨ªas antes de la gran prueba entre la Villa Ol¨ªmpica y la pista de entrenamientos, a solo un paseo de distancia. La rutina de cada competici¨®n. Como muchos de los patinadores en Sochi, solo ha podido tocar una vez el hielo del coqueto Iceberg Palace, donde este jueves (entre 16.00 y 20.30, Tdp), con el programa corto (un tope de 170 segundos) empieza el torneo m¨¢s importante de su vida. Pero le gusta. Dice que no es tan blando como el de pr¨¢cticas y eso es una preocupaci¨®n menos porque cuando lleg¨® tuvo problemas con un salto y se notaba inquieto. ¡°Es una cosa que me he quitado de la cabeza¡±, dice sonriendo.
Lo que no puede evitar pensar, aunque lo intenta dici¨¦ndose a s¨ª mismo que es una competici¨®n m¨¢s y que a¨²n es joven (22 a?os), que vendr¨¢n m¨¢s oportunidades, es la presi¨®n. Porque la rutina puede ser la misma, pero los Juegos son otra cosa. El patinador lo sabe de primera mano porque ya estuvo en Vancouver hace cuatro a?os. Entonces era un muchacho con grandes dotes para el patinaje que hab¨ªa logrado llegar al evento m¨¢s importante a pesar de entrenarse en un pa¨ªs sin tradici¨®n, en una pista que compart¨ªa con patinadores aficionados en Majadahonda, una ciudad dormitorio a las afueras de Madrid. Acab¨® 14?, un gran m¨¦rito. Ahora siente la presi¨®n de los favoritos, de los elegidos. La presi¨®n de conseguir la primera medalla del patinaje art¨ªstico espa?ol y la primera en unos Juegos de Invierno desde el bronce de Blanca Fern¨¢ndez Ochoa en 1992 (antes solo est¨¢ el oro de Francisco en 1972).
La clave de la metamorfosis tiene un hombre, Brian Orser, que fue subcampe¨®n ol¨ªmpico dos veces y, reconvertido en uno de los mejores entrenadores del mundo, le acogi¨® hace dos a?os en su grupo de patinadores, con base en Toronto (Canad¨¢). Antes prob¨® en Nueva Jersey (Estados Unidos). Orser recuerda que la primera vez que se fij¨® en el espa?ol, antes de trabajar con ¨¦l, pens¨®: ¡°?Qu¨¦ bueno es este chaval! Y cu¨¢nto puede mejorar¡¡±. ¡°Creo que Javi es uno de los patinadores m¨¢s talentosos y bendecidos del planeta¡±, a?ade; ¡°no solo t¨¦cnicamente, sino tambi¨¦n musicalmente y por la forma tan apasionada en que vive el deporte¡±.
?Qu¨¦ bueno es este chaval! Y cu¨¢nto puede mejorar¡¡±, dijo Orser, su t¨¦cnico, al verle
Con esas aptitudes innatas, que incluyen una asombrosa facilidad para las piruetas y para interpretar un papel sobre el hielo, como si en lugar de un deportista de ¨¦lite fuera un actor sobre las tablas, empezaron a trabajar. ¡°Antes era m¨¢s vago, no me daba cuenta de lo que me estaba jugando¡±, admite el espa?ol. Desde entonces Javier Fern¨¢ndez no se ha bajado del podio. Campe¨®n de Europa el a?o pasado. Bronce mundial. Otra vez campe¨®n continental pocas semanas antes de volar a Sochi.
¡°?Sabes lo que pasa? Cuando subes al podio por primera vez en una competici¨®n importante empiezas a creerte que puedes hacerlo, que no es imposible y puedes repetirlo. Y esas cosas son importantes. He ganado seguridad y confianza en m¨ª mismo¡±, dice Fern¨¢ndez, que tiene facilidad para la sonrisa. Orser lo expresa de diferente forma: ¡°El cambio m¨¢s importante que ha dado Javi en los ¨²ltimos a?os es que se ha convencido de que es uno de los grandes en su deporte. Cree en nosotros y en ¨¦l mismo¡±.
Ha aprendido otras cosas. A vivir como un adulto de 22 a?os, muy lejos de casa, de sus padres y su hermana, en un pa¨ªs en el que es feliz y donde se siente querido. ¡°Ha madurado mucho los dos ¨²ltimos a?os. Vive solo, cocina y casi siempre llega puntual a los entrenamientos. En Canad¨¢ ha encontrado el equilibrio¡±, resume el entrenador. El alumno ha encontrado ¡°otro padre¡± y un entrenador perfecto para ¨¦l: ¡°Me rega?a si me tiene que rega?ar y me apoya cuando lo necesito. Es un entrenador muy exigente, pero tambi¨¦n tiene sus pausas¡±.
Cuando se le pregunta a Orser por alguna an¨¦cdota con Javier, que tiene fama de despistado, responde: ¡°Cada d¨ªa hay una. Es famoso por olvidarse los pantalones. El a?o pasado en la final del Grand Prix tuvo que pedirle unos prestados a Yuzu con la palabra Jap¨®n en el lateral¡±.
Yuzu es Yuzuru Hanyu, es un mago del hielo y otro de los grandes favoritos para la competici¨®n ol¨ªmpica y compa?ero de entrenamientos del espa?ol. Es tambi¨¦n una de las razones por las que Orser vive estos d¨ªas la esquizofrenia m¨¢s absoluta. Sus patinadores son el d¨ªa y la noche. ¡°Sienten gran admiraci¨®n el uno por el otro. Trabajan muy bien juntos. Son dos personas completamente diferentes y creo que por eso funciona tan bien¡±, afirma el entrenador. ?Y se van de copas? ¡°No, no¡±, responde el patinador espa?ol; ¡°en eso somos muy diferentes. Pero en los entrenamientos nos complementamos. El entrenar juntos nos ayuda. Nos animamos si estamos bajos de moral. Si ¨¦l gana, yo me alegro y si gano yo, Yuzu es feliz por m¨ª¡±.
Orser es consciente de que estos pueden ser sus Juegos, bien con el ch¨¢ndal de Jap¨®n o con la llamativa chaqueta de Bosco de los espa?oles. Tambi¨¦n pueden ser los de Fern¨¢ndez. ¡°Est¨¢ preparado para asumir esa gran responsabilidad¡±, dice orgulloso el canadiense. Pero si no, seguro que el entrenador sabr¨¢ qu¨¦ decirle. En Calgary 88, en su pa¨ªs, cuando era el gran favorito, Orser tuvo que conformarse con la plata.
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