Tener o querer la pelota
El duelo por la posesi¨®n se antoja como la gran clave del partido, ya que el City y el Bar?a comparten este principio irrenunciable
El Manchester City y el FC Barcelona se citan ma?ana en una eliminatoria de la Liga de Campeones especialmente interesante por la propuesta futbol¨ªstica de ambos equipos. El partido se puede visualizar en tres dimensiones.
1.¡ª El talento perverso de Tour¨¦. Es evidente que se trata de un jugador que suma m¨¢s ofensivamente de lo que resta defensivamente, pero es tan desequilibrante para el rival cuando ataca como lo es para el City cuando toca defender. Su talento f¨ªsico, potencia incontrolable, coordinaci¨®n y calidad t¨¦cnica en movimiento lo convierten en el futbolista que limpia el terreno para encarar a la defensa rival con ventaja. Tiene absoluta libertad para desplegarse, lo que aprovecha para eliminar rivales con facilidad a trav¨¦s de la conducci¨®n o la asociaci¨®n delicada. Es el paso previo a una interpretaci¨®n perfecta de la superioridad num¨¦rica en la fase final, acompa?ada de su contundencia rematadora. Es el veh¨ªculo ideal para un escenario de ida y vuelta, aunque prefiere acudir a regresar. Su autoridad y galones atacantes le han hecho olvidar algunas obligaciones defensivas en la transici¨®n, lo que perjudica a un equipo poco fiable atr¨¢s por naturaleza. Esta situaci¨®n provoc¨® que el club ingl¨¦s fichase a Fernandinho como su guardaespaldas particular. El brasile?o es la columna que impide que el edificio se caiga cuando haya temblores, por lo que su posible baja es capital para el City.
2.¡ªLos trampolines exteriores. Aunque el City se re¨²ne alrededor del bal¨®n con facilidad por su juego interior, gracias al buen pie de Tour¨¦, Silva, Nasri y los delanteros, le gusta llegar por fuera. A menudo distrae por dentro para ser profundo por fuera. Su dibujo habitual del 4-4-2 es asim¨¦trico porque acostumbra a ser amplio por la banda derecha con Navas, pero vac¨ªa la izquierda porque Silva se mete hacia el centro en diagonal para enlazar en la media punta. En cambio, el plan futbol¨ªstico del City es tan profundo por un ala como por la otra. En la derecha, Zabaleta propone constantemente acciones de dos contra uno a Navas, tanto por el pasillo interior como por el exterior. En la izquierda, Kolarov ocupa el espacio liberado por Silva con puntualidad y una sensibilidad especial para el centro final. Las conquistas de la l¨ªnea de fondo son muy frecuentes porque los rivales tienden a cerrar el centro, intimidados por el talento en espacios reducidos de los futbolistas de la segunda l¨ªnea. Todos los futbolistas exteriores dominan la pausa y la precisi¨®n para que el centro sea una invitaci¨®n al gol. Tanto Negredo como Dzeko tienen una de sus asignaturas preferidas en el remate de los centros laterales.
3.¡ªEl bal¨®n, los ritmos y la estrategia. Como todos los equipos de Pellegrini, este City ha nacido para tener el bal¨®n. Lo quiere, lo necesita para ser protagonista en el campo rival. Se siente c¨®modo en el papel de quien propone, no de quien reacciona. Por lo tanto, el duelo por la posesi¨®n se antoja como la gran clave del partido, ya que el Bar?a comparte este principio irrenunciable. Con una idea colectiva m¨¢s tierna que los azulgrana por su corto recorrido, no est¨¢ preparado ni organizado para defender posesiones largas, no parece capaz de tener paciencia para sostener el partido sin el bal¨®n. Eso s¨ª, tampoco necesita secuestrarlo y no compartirlo. Se siente muy c¨®modo en el intercambio de golpes, ya que su f¨ªsico puede marcar diferencias en un encuentro con un ritmo muy alto de juego, con mucho ruido, en un escenario abierto. Todo lo contrario que el equipo de Martino, a quien le interesa la calma, el control, el gobierno del desarrollo, limitar al m¨¢ximo los cap¨ªtulos de locura. Donde el City es superior al Bar?a, como casi todos los grandes de Europa, es a bal¨®n parado. Desde la frontal, Tour¨¦ y Silva convierten una falta en medio penalti; desde la esquina, los centrales tiene un gran porcentaje de ¨¦xito en la captura del bal¨®n a¨¦reo en el primer palo, ya sea para el remate directo o para prolongar al segundo donde alg¨²n compa?ero ya se ha liberado de su marcaje. Para que los azulgrana no sufran en este rinc¨®n de la eliminatoria, deben confiar m¨¢s en la prevenci¨®n que en la curaci¨®n.
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