El f¨²tbol muelle de Busquets
El Barcelona sacrifica a un delantero por un volante para gestionar mejor los partidos
Quiz¨¢ porque ha accedido a seis semifinales consecutivas desde la temporada 2007-2008 y ganado dos t¨ªtulos (2009 y 2011), el Barcelona sigue provocando un respeto reverencial en la mayor¨ªa de sus rivales, como si no hubiera salido goleado de su ¨²ltimo enfrentamiento contra el Bayern M¨²nich. As¨ª se constat¨® en el Etihad Stadium. Pellegrini mont¨® un partido de ida muy especulativo, pendiente del error del rival, como si le valieran varios marcadores, dispuesto a resolver la ronda en el encuentro de vuelta. Hubo incluso quien pregunt¨® si el Bar?a era m¨¢s temido por sus adversarios que querido por su exigente hinchada y, por tanto, pod¨ªa ser m¨¢s vulnerable en el Camp Nou.
?La estrategia citizen provoc¨® que dos equipos de naturaleza ofensiva defendieran de forma diferente: los locales lo hicieron con jugadores y los azulgrana con el bal¨®n. Vencieron los barcelonistas, m¨¢s expertos, acostumbrados a controlar el juego, a limitar los riesgos. Ya escarmentado desde el a?o pasado por la tunda recibida del campe¨®n alem¨¢n, el Barcelona ha aprendido a gestionar los partidos con su estilo y sin mayor pretensi¨®n que la de asegurarse un buen resultado. Hasta el momento no ha perdido ning¨²n encuentro con los rivales directos ¡ªse adjudic¨® la Supercopa ante el Atl¨¦tico y gan¨® al Madrid en la Liga¡ª y, por otra parte, no ha protagonizado ninguna actuaci¨®n estelar o ¨¦pica, salvo su volc¨¢nico encuentro en Sevilla.
Resuelto el encaje Iniesta-Cesc, ahora queda por integrar al agitador Neymar
A los futbolistas no les preocupa trascender ni causar admiraci¨®n, hartos de que en determinados medios se les recrimine la p¨¦rdida de alegr¨ªa y pasi¨®n en el juego, sino que se plantean ganar tiempo para continuar aspirando a los mimos t¨ªtulos que ya ganaron en el reciente pasado. La cuesti¨®n est¨¢ en saber administrar esfuerzos, rotar a la plantilla y competir bien. El contexto abona la sensaci¨®n de que a¨²n siendo reconocible el equipo es m¨¢s pragm¨¢tico y menos ambicioso, a veces selectivo. Muy respetuoso con la jerarqu¨ªa del vestuario, Martino ha optado en las citas m¨¢s exigentes por prescindir de un delantero para encajar a Cesc, un jugador muy en forma, y as¨ª gobernar el choque con cuatro medios (Cesc, Xavi, Busquets e Iniesta).
La variante funcion¨® en Manchester. Jug¨® el Bar?a con cierta comodidad, sin conceder apenas ocasiones y confiado en los goles de Messi. Los azulgrana sacrificaron la profundidad por mandar en el partido, aunque a veces fuera de manera ret¨®rica.
Ya no se despliegan necesariamente a partir del 4-3-3 sino que Busquets se ha convertido en el jugador muelle. A veces ejerce de defensa, por detr¨¢s de Cesc-Xavi-Iniesta, para proteger a los centrales, o cuando el t¨¦cnico prescinde de un volante act¨²a de medio centro. Avalado por su buena lectura t¨¢ctica, es la soluci¨®n a cualquier conflicto, por m¨¢s que su rendimiento no sea el mismo cuando abre que cuando cierra, exigido por la falta de mentalidad defensiva de los volantes y laterales. Las correcciones de Busquets aumentaron por la ausencia de un central que tire la l¨ªnea hasta la divisoria, como hac¨ªa Puyol, y por la disminuci¨®n de la presi¨®n de la delantera.
Resuelta la ecuaci¨®n Cesc-Iniesta con la aprobaci¨®n de Busquets, queda por solucionar la integraci¨®n de Neymar, necesario para agitar los partidos dormidos, como se apreci¨® en el Etihad con el 0-2 de Alves en el ¨²ltimo minuto, un gol que provoc¨® la ira de Pellegrini, consciente de que se le complicaba el plan de remontar en el Camp Nou por m¨¢s que recupere a Ag¨¹ero y la hinchada l sea severa con su Bar?a.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.