Simeone prueba desde el origen

Hubo un momento en el que en las ruedas de prensa de Diego Pablo Simeone una expresi¨®n predominaba tanto como el ¡°partido a partido¡±. La frase, por el ¨¦nfasis y la reiteraci¨®n con la que la pronunciaba, tiene el mismo valor paradigm¨¢tico en su ideario. ¡°Si nos salimos de lo que sabemos hacer, vamos mal seguro¡±, repet¨ªa. Esa otra sentencia, de menos calado medi¨¢tico y popular, hace referencia a todo aquello que es prioritario en Simeone: el esfuerzo diario, el sentido de pertenencia al grupo y al club, el sentido colectivo y, sobre todo, una manera de interpretar el juego. Agresiva, intensa, vertical, sin cabida para el exceso de ret¨®rica con la pelota.

Bajo esos par¨¢metros, emergi¨® el mejor Atl¨¦tico que se recuerda, ese equipo ¨¢spero e inc¨®modo que desde su llegada pretendi¨® construir el entrenador. Y a esas mismas coordenadas parece apuntar la prueba que ayer hizo Simeone tras la derrota en El Sadar (3-0) y los intentos fallidos por encajar a Diego Ribas, todav¨ªa en periodo de adaptaci¨®n a un equipo m¨¢s consolidado sobre una idea de juego que el que dej¨®.

No funcion¨® el Atl¨¦tico en Pamplona con Diego Costa ca¨ªdo a la derecha y Adri¨¢n a la izquierda como escoltas de Diego. El ensayo apunt¨® a una vuelta a los or¨ªgenes, al modelo con el que conquist¨® el Bernab¨¦u en la ¨²ltima final de Copa (1-2) y en el partido de la primera vuelta de este curso (0-1). Ante una muchachada de canteranos que parec¨ªa simular los movimientos del Madrid, Simeone dispuso una formaci¨®n en 4-4-2, sin el mediapunta brasile?o, con Koke y Arda de interiores, y Ra¨²l Garc¨ªa y Diego Costa en la punta.

¡°Cuando jugamos 4-4-2 es porque el partido lo requiere as¨ª. El m¨ªster nos pone as¨ª porque hay que cerrar m¨¢s o porque hay que atacar por un lado. Diego se tiene que adaptar otra vez, pero poco a poco va a volver a ser el que fue, incluso mejor. Es muy importante para nosotros¡±, analiza el canterano Koke.

Suelen decir los entrenadores que el 4-4-2 es el dibujo que m¨¢s equitativamente reparte los esfuerzos porque es el que subdivide el campo de manera m¨¢s equilibrada y racional. En su idea de dominar los partidos a trav¨¦s de los espacios m¨¢s que con la posesi¨®n, los jugadores del Atl¨¦tico han dado se?ales de sentirse m¨¢s c¨®modos y seguros en esa disposici¨®n t¨¢ctica. Tienen muy mecanizadas las distancias a recorrer y las posiciones a ocupar seg¨²n la situaci¨®n del bal¨®n, ya sea en ataque o en defensa. El sistema, tan mimetizado, ha sido muchas veces el refugio del equipo cuando no se ha sentido dominador en algunos partidos. Los futbolistas siempre han transmitido la sensaci¨®n de que, parapetados bajo ese dibujo, eran muy poco vulnerables, hasta el punto de convertir a Courtois en el portero menos goleado y el que menos remates recib¨ªa. Con Diego desde el inicio el equipo ha estado menos equilibrado en defensa y a¨²n no ha terminado de engrasarse con ¨¦l en ataque. Su concurso ha alterado una manera de jugar muy consolidada y eficaz. El fichaje de Diego, tan demandado como necesario por los planteamientos defensivos que le hacen ahora los rivales que se consideran inferiores, ha cobrado el mismo cariz de soluci¨®n que de reto para Simeone.