Gesta del Valencia, heroico Alc¨¢cer

Pod¨ªa olerse en los alrededores de Mestalla antes del partido. Atra¨ªdo por el calor de la ¨¦pica, el valencianismo se congreg¨® en masa en su estadio dadas las circunstancias (el 3-0 de la ida en Suiza). Y nadie pod¨ªa interpretar ese olor como dos chicos de la casa, Alc¨¢cer y Bernat, que llevaron en volandas a sus compa?eros hacia una remontada hist¨®rica. Desde que el delantero de Torrent convirti¨® el primer gol pasada la media hasta que la cerr¨® el diminuto lateral izquierdo en el minuto 117 de la pr¨®rroga, el Valencia solt¨® un chorro de f¨²tbol que arrastr¨® al Basilea como si fuera un cono.

Justo cuando cund¨ªa la desesperanza, un chispazo de Paco Alc¨¢cer cambi¨® completamente el panorama. Pasada la media hora, Mestalla proclamaba su ira contra sus jugadores, de irreprochable conducta, aunque muy desacertados para amenazar la meta de Sommer. El partido caminaba al descanso hacia un 0-0 irritante para la grada cuando Jo?o Pereira se encontr¨® con un bal¨®n de cara en el carril del ocho. El lateral portugu¨¦s avanz¨® y ote¨® el horizonte. Alc¨¢cer le marc¨® el desmarque a unos 35 metros. El pase, a media altura y en diagonal, fue perfecto. La resoluci¨®n del delantero centro, tambi¨¦n. Alc¨¢cer amortigu¨® con el pecho la pelota y, en carrera, la vole¨® esquinada en el arco de Sommer. Alc¨¢cer solo tiene 20 a?os, pero juega con la sabidur¨ªa de un veterano. Dio otra muestra poco despu¨¦s, al enviar de primeras, enroscadito, un pase al segundo palo para el remate a bocajarro de Vargas. El chileno cabece¨® en plancha y todo el estadio cantaba el gol rechazado in extremis por una pierna inesperada. Vargas ven¨ªa de fallar hasta cuatro goles claros en los dos ¨²ltimos encuentros, en Valladolid y en Basilea, golpeado por una especie de maldici¨®n que disip¨® un minuto despu¨¦s. De ese c¨®rner lanzado por la zurda de Fede, el chileno entr¨® a cabecearlo con un salto y una determinaci¨®n extraordinarios. El bal¨®n viaj¨® hacia la escuadra del segundo palo.

El Basilea, tan ordenado y seguro en la primera media hora, se puso a temblar mientras el Valencia, llevado en volandas por una hinchada extasiada, quer¨ªa empatar la eliminatoria antes del descanso. Qued¨® cerca y fue despedido por una grada exaltada que ol¨ªa la ¨¦pica por todos los rincones de Mestalla.

¡°S¨ª, se puede; s¨ª se puede¡±, cantaron a coro. Atr¨¢s quedaron los reproches a Fede Cartabia debido a un excesivo protagonismo mal entendido: reci¨¦n llegado a la ¨¦lite, con muchos errores a la hora de elegir las jugadas, propias de la edad si se quiere, debe corregirlos con la ayuda del entrenador. Lo sufren sus compa?eros, sobre todo Bernat, tantas veces dobl¨¢ndole sin recompensa.

La clave en la segunda parte para el Valencia era c¨®mo gestionar la adrenalina, que corr¨ªa a chorros por las venas valencianistas. El cuadro de Pizzi se sinti¨® cada vez m¨¢s cerca de la gesta a partir de la potencia f¨ªsica y t¨¢ctica de Keita, en contraste con un menguante Basilea.

Cuando la presi¨®n valencianista se apagaba, Alc¨¢cer se encargaba de subirla por su cuenta. En una acci¨®n individual reservada a los grandes, al robar en la zona del 10, quebrar varias veces y enviar un tirazo desviado por Sommer a parte posterior del larguero. Estaba en vena el joven delantero valenciano, puesto en pie el estadio de Mestalla para saborear la explosi¨®n de este jugadorazo. Agradecido, el chico enganch¨® a bote pronto un servicio de Vargas que entr¨® con violencia en la porter¨ªa tras escupir el larguero.

Empatada la eliminatoria, el Valencia deb¨ªa ser cuidado en evitar un tanto suizo. Con el inconveniente de la lesi¨®n de Mathieu, que permaneci¨® en el campo unos minutos de incertidumbre mientras calentaba Ricardo Costa. Estaba cojo el central zurdo franc¨¦s. Magistralmente dirigido por Parejo, el cuadro de Pizzi segu¨ªa atacando con cierto fanatismo, refrescado por la entrada de Jonas en lugar de Cartabia. Alc¨¢cer volvi¨® a ganar la espalda a los centrales y tendr¨ªa el triplete entre los pies, en un mano a mano con Sommer desactivado por el meta suizo en el ¨²ltimo suspiro del partido. Fruto del cansancio de un esfuerzo tit¨¢nico. Y quedaba la pr¨®rroga.

Sin la energ¨ªa de los primeros 90 minutos, el Valencia se encomend¨® a la velocidad de Bernat, imparable cuando enfila la l¨ªnea de fondo. Las expulsiones de Marcelo D¨ªaz, por una patada a Jonas (m. 101), y de Sauro (m. 104) alimentaron la esperanza blanquinegra. El portero Sommer fren¨® por en¨¦sima vez el remate de Alc¨¢cer antes del final del primer tiempo de la pr¨®rroga. Restaba el segundo. 15 minutos contra nueve. Pizzi acert¨® al dar entrada al peque?o Piatti, para remover el ¨¢rbol. Abierto a la izquierda, su centro lo caz¨® al primer palo Alc¨¢cer, ahora s¨ª, el hat trick. Tembl¨® Mestalla y no metaf¨®ricamente. Rematado el temblor por la ¨²ltima y gloriosa escapada de Bernat. Ah¨ª, dos chicos de la casa para empezar a reconstruir un equipo zarandeado en los ¨²ltimos a?os por la ineptitud de sus dirigentes.

Gesta del Valencia, heroico Alc¨¢cer