Casillas corona a Cibeles ante miles de aficionados
Los seguidores madridistas, menos que en otras ocasiones por las vacaciones, celebran el primer t¨ªtulo de la era Ancelotti
Un joven delgado vistiendo la antigua camiseta con el 9 de Cristiano Ronaldo fue el primero en bajar corriendo la calle de Alcal¨¢ en direcci¨®n a Cibeles. En cuesti¨®n de tres minutos, la plaza se llen¨® de madridistas. La polic¨ªa y una doble valla proteg¨ªan la fuente para evitar que los aficionados se subieran a la diosa. Justo delante del Ayuntamiento, una gran pantalla transmit¨ªa en directo la entrega del trofeo y c¨®mo el capit¨¢n Iker Casillas la recog¨ªa.
Desde las 23.30, el p¨²blico asistente no par¨® de cantar ¡°campeones, campeones, oe, oe, oe¡±. Tambi¨¦n coreaban ¡°?S¨ª, s¨ª, s¨ª, la Copa ya est¨¢ aqu¨ª!¡±. Un madridista resumi¨® la victoria de la siguiente manera: ¡°De puta madre, todo es complicado, pero somos los mejores¡±. Risas de fondo. La plaza la coparon los j¨®venes. Las familias y los turistas decidieron quedarse algo m¨¢s alejados de la la enorme televisi¨®n. A las doce y media ya se hab¨ªa llenado la plaza.
Tuvieron que esperar varias horas porque la plantilla no lleg¨® a la plaza hasta las 4.00 de la madrugada. Despu¨¦s de aterrizar en Barajas, los jugadores se dirigieron al estadio Santiago Bernab¨¦u. Desde all¨ª sali¨® el autob¨²s con el que el equipo recorri¨® los madrile?os paseos de la Castellana, Recoletos y Prado. La Copa pasaba de mano en mano e incluso Sergio Ramos volvi¨® a cargarla a pesar del accidente de hace tres a?os, cuando se le cay¨® el trofeo desde el autob¨²s.
En la plaza continuaban miles de aficionados esperando a que la estatua de la diosa Cibeles vistiera los colores madridistas. Fue el capit¨¢n Iker Casillas, como manda la tradici¨®n, el encargado de poner en el cuello de la diosa una bandera de Espa?a con el escudo del Real Madrid. Eran las 4.30 cuando el himno del club cantado por Pl¨¢cido Domingo pon¨ªa fin a la celebraci¨®n.
El brasile?o Clever Jos¨¦, de 34 a?os y con siete ya en Madrid contaba que era la segunda vez que iba a celebrar a Cibeles. ¡°Antes de vivir aqu¨ª ya me gustaba el equipo. Me acuerdo que cuando llegu¨¦ una de las primeras cosas que hice fue comprar entradas para ver al Real Madrid contra el Atl¨¦tico¡±, dij¨® Clever, muy contento con la victoria.
La polic¨ªa cifr¨® en m¨¢s de 4.000 personas los asistentes. ¡°Gracias madridistas¡± fue la frase que m¨¢s se pudo leer anoche. Lo pon¨ªa en las pancartas que cubr¨ªan todo el entramado puesto por el Real Madrid para que sus jugadores pudieran llegar hasta la estatua. Tambi¨¦n lo proyectaban los ca?ones de luz.
Cristina, de 20 a?os, estaba con sus amigas. Solo llevaba una bufanda, pero se defin¨ªa madridista ¡°hasta la muerte¡±. ¡°Vivo aqu¨ª y vengo siempre. Estaba antes en un bar y el partido result¨® muy sufrido. Al terminar he venido aqu¨ª a celebrarlo¡±, a?adi¨®. De fondo se o¨ªa We are the champions de Queens.
Un poco m¨¢s apartados estaban Mois¨¦s y Miguel, dos sevillanos de 28 a?os. El primero lleva cuatro a?os trabajando en Madrid y el segundo est¨¢ de vacaciones. ¡°He estado aqu¨ª antes para celebrar la Eurocopa y creo que hab¨ªa m¨¢s gente. Creo que si fuera la Champions habr¨ªa venido m¨¢s¡±, afirm¨® Moises.
Un llamativo ¡°gracias afici¨®n¡± se pod¨ªa leer en la gran pantalla, mientras los seguidores blancos no dejaban de abrazarse, saltar y re¨ªr por el triunfo conseguido. La edad no fue impedimento para acudir a Cibeles. Mart¨ªn Sagrero, de 87 a?os, lleg¨® sobre la medianoche en plena celebraci¨®n.
La tranquilidad y la alegr¨ªa fueron las notas dominantes en la celebraci¨®n. El hecho de que fuera al inicio de la Semana Santa tambi¨¦n motiv¨® que muchos madrile?os hubieran dejado la ciudad para pasar estos d¨ªas fuera y la afluencia resultara algo menor a otras ocasiones. Eso solo al principio, ya que la gente no paraba de llegar a la fuente conforme avanzaba la noche. La vista desde la calle de Alcal¨¢ ofrec¨ªa un panorama similar a un mar de gente. Un fuerte dispositivo policial formado por 170 agentes y 100 sanitarios del SAMUR se encarg¨® de controlar la zona. De hecho, el Ayuntamiento recomend¨® que la gente acudiera en transporte p¨²blico para evitar problemas.
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