El Sevilla impone su ley
La intensidad y la pegada del cuadro de Emery desfiguran (2-0) a un Valencia que empez¨® bien, recibi¨® el primer gol en fuera de juego y mand¨® un bal¨®n al larguero en el tramo final del duelo
La ley del m¨¢s fuerte, la ley del Sevilla, aup¨® al conjunto andaluz a las puertas de la final de Tur¨ªn. La intensidad del grupo y el f¨²tbol de Rakitic amordazaron a un Valencia tierno, de buen inicio, desplome posterior y, en definitiva, escaso bagaje para detener a un equipo que va en b¨®lido, en plena din¨¢mica positiva.
El Sevilla vuelve a oler la gloria que le hizo grande hace muy poco y se desenvuelve con una fiereza competitiva que asusta. Ante ese derroche, el Valencia lo intent¨® siempre y tuvo sus opciones. El primer gol del Sevilla fue en fuera de juego y Vargas envi¨® un bal¨®n al larguero en el ¨²ltimo minuto. Mestalla tendr¨¢ que ser un infierno el pr¨®ximo jueves para someter a este enrachado Sevilla, que goz¨® tambi¨¦n de ocasiones para llevarse un marcador incluso m¨¢s amplio. El pulso de la semifinal, de marcado car¨¢cter emotivo, tiene por ahora un descarado color andaluz. El Sevilla, guerrero en global, vive tambi¨¦n con los pases de Rakitic y los endiablados desmarques de Bacca. Al Valencia, de momento, le faltan grandes figuras para la empresa de jugar una final.
Sevilla, 2; Valencia, 0
Sevilla: Beto; Diogo, Fazio, Pareja, Fernando Navarro; M'Bia, Carri?o; Reyes (Marin, m. 58), Rakitic, Vitolo (Iborra, m. 89); y Bacca (Gameiro, m. 72). No utilizados: Varas; Cicinho, Trochowski y Jairo.
Valencia: Guaita; Jo?o Pereira, Javi Fuego, Mathieu, Bernat (Gay¨¤, m. 46); Feghouli (Jonas, m. 74), Parejo, Keita, Fede Cartabia (Piatti, m. 57); Vargas y Paco Alc¨¢cer. No utilizados: Jaume; Costa, Barrag¨¢n y Oriol Romeu.
Goles: 1-0. M. 32. M'Bia, de tac¨®n, y en fuera de juego. 2-0. M. 36. Bacca.
?rbitro: Damir Skomina. Amonest¨® a Marin, Alc¨¢cer, que no podr¨¢ jugar la vuelta, y Mathieu.
S¨¢nchez Pizju¨¢n. 40.000 espectadores. En la otra semifinal: Benfica, 2; Juventus, 1.
No le asust¨® al Valencia de inicio el ambiente infernal de Nervi¨®n. Una caldera asfixiante, el escenario ideal para alimentar las ansias de gloria de este nuevo Sevilla tan pujante. El equipo de Pizzi sabe que se juega la vida en la Liga Europa, por lo que su puesta en escena en un estadio tan feroz fue m¨¢s que aceptable. Asentado en el excelente trabajo de Keita, el equipo se hizo con el bal¨®n, presion¨® en la zona adecuada al Sevilla y detuvo su tradicional salida explosiva. Un ejercicio de personalidad que no se esperaba el grupo de Emery, al que le faltaba la participaci¨®n de su jugador fundamental, Rakitic.
Manejaba el Valencia un duelo trepidante, con peones como Javi Fuego cumpliendo en la posici¨®n de central, desarrollando el equipo un juego in¨¦dito fuera de casa en la competici¨®n dom¨¦stica. No hubo se?ales de ese Valencia arrugado en unos primeros 25 minutos en que los de Pizzi mantuvieron intactas sus posibilidades. A su control s¨ª le falt¨® un poco m¨¢s de chispa, un par de jugadores con la calidad y la determinaci¨®n de los grandes. El don, en definitiva, de decidir los partidos. Lo intent¨® Alc¨¢cer, un delantero obsesionado con el gol, pero respondi¨® bien Beto. El Valencia hab¨ªa asustado a un Sevilla menos explosivo que de costumbre. Entonces, con el partido igualado, dos factores dispararon la competitividad del Sevilla. Rakitic, demasiado adelantado, dio un paso atr¨¢s para recibir y entrar en contacto con el bal¨®n. As¨ª, dibuj¨® un pase imposible que Bacca remat¨® fuera por poco. La jugada abri¨® el tarro de las esencias del Sevilla. Ya no quiso ninguna tregua. El segundo factor que aliment¨® al conjunto andaluz fue una falta de Feghouli sobre el propio Rakitic muy cerca del ¨¢rea. Una invitaci¨®n a que el Sevilla demostrara su poder¨ªo en la estrategia. M¡¯Bia, un camerun¨¦s con alma sevillana, anot¨® de tac¨®n, improvisando un recurso genial y aprovechando el fallo del colegiado y sus asistentes. El gol de M¡¯Bia se logr¨® en un claro fuera de juego.
Los valencianistas pagaron su falta de experiencia en grandes citas como esta
En el Valencia desapareci¨® Parejo mientras Fede Cartabia improvisaba buenos regates y malas elecciones. El Sevilla se hab¨ªa desatado, arrollando con su contragolpe eficaz, a lomos de la potencia de M¡¯Bia, Vitolo o Carri?o y con el toque sutil de Rakitic. El elemento definitivo fue Bacca, un hallazgo, un delantero de los que no perdonan. Vitolo y Bacca se enfrentaron a cuatro rivales. Bacca dibuj¨® el desmarque entre un bosque de piernas y all¨ª se la puso el canario, derramando calidad y visi¨®n de juego. Bacca fue a lo suyo. Golpeo cruzado, golazo y a mirar al cielo. Su tanto n¨²mero 21.
El Valencia se hab¨ªa desplomado. Por delante le quedaba el reto de afrontar un 2-0 sin desnudarse demasiado, echando en falta m¨¢s f¨²tbol para lograr un gol que, no obstante, val¨ªa su peso en oro. Aparte de Keita, a sus futbolistas les faltaba cuajo y experiencia para afrontar una semifinal de un torneo europeo. Su falta de contundencia en defensa en el bal¨®n parado, adem¨¢s, resultaba mortal. Como no ten¨ªa m¨¢s remedio que asumir riesgos, el paso adelante del Valencia conllev¨® muchos riesgos. Sobre todo porque Rakitic, con una pradera por delante, resulta letal. El croata acert¨® el en¨¦simo desmarque de Bacca y Guaita, con un parad¨®n, evit¨® que el Sevilla pr¨¢cticamente sacara su billete para Tur¨ªn. Piatti anim¨® al Valencia ante el repliegue de los de Emery, que dieron un paso atr¨¢s para conservar el 2-0.
El extremo argentino dio dos balones de mucho peligro que alimentaron la esperanza del Valencia. Beto y el larguero frustraron a Jonas y Vargas. En Mestalla espera la segunda y definitiva batalla.
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