El gol y el regreso del icono
Simeone, ante la importancia de marcar, anuncia que Diego Costa, al que idolatra, jugar¨¢
¡°?Gol, hay que hacer gol!¡±, vociferaba ?scar Ortega durante la ¨²ltima sesi¨®n de entrenamiento del Atl¨¦tico. El grito del preparador f¨ªsico uruguayo del Atl¨¦tico se propag¨® como un alarido hasta las afueras de la sala de prensa. A unos 150 metros, en el primer campo del Cerro del Espino, con una grada baja de por medio, la voz docente y autoritaria de El Profesor recordaba la reciente asignatura pendiente del equipo.
La falta de gol ha impedido a los jugadores rojiblancos que los del Barcelona los recibieran hoy con el tradicional pasillo en vez de disputarles el t¨ªtulo esta tarde. En los dos ¨²ltimos partidos el l¨ªder ha convertido en un solitario gol los 40 remates (dos a los palos) que sumaron sus descargas ofensivas contra el Levante (23) y el M¨¢laga (17). El acierto en el remate preocupa a Simeone por lo que dijo su hijo Giovanni en Mundo Leo, un programa de la televisi¨®n argentina: ¡°El Atl¨¦tico se va a tener que defender, pero sabiendo que con el 0-0 no se puede confiar porque la agarra Messi¡¡±.
Entre los arengados por Ortega estaba Diego Costa, al que Simeone anunci¨® como titular: ¡°Termin¨® de entrenar bien, sin problema, as¨ª que arrancar¨¢ de inicio¡±. Desde hace tres d¨ªas, Costa se ejercita con normalidad. Ha respondido bien al trabajo de coordinaci¨®n y velocidad y al juego en espacios reducidos al que ha sido sometido junto al resto del equipo.
El martes, el futbolista recibi¨® el visto bueno de los servicios m¨¦dico. Su presencia en la cita m¨¢s trascendental del Atl¨¦tico en 18 a?os era esperada por el cuerpo t¨¦cnico desde el mismo d¨ªa de la semana pasada que sufri¨® la contractura. La consigna fue no arriesgarle contra el M¨¢laga con vistas a que la Liga pudiera decidirse en el Camp Nou, como ha sucedido. Como uno de los iconos de todo lo que representa que el Atl¨¦tico gane esta Liga, porque el juego ofensivo del equipo est¨¢ dise?ado para que ¨¦l lo finalice y porque el rival y las coordenadas del partido se ajustan a priori a sus caracter¨ªsticas, Costa se antoja imprescindible. ¡°Nos enfrentamos a un rival que est¨¢ acostumbrado a atacar. Necesitamos llevar el juego a lo que nos conviene, jugar y sentirnos c¨®modos con los espacios tener velocidad en ataque¡±, analiza Simeone, que describe el escenario ideal para el goleador (27) de su equipo.
Se ha revuelto cuando advert¨ªa que pod¨ªa peligrar su f¨ªsico y para hacer saber que estaba dispuesto a la batalla
No hay futbolista en el plantel al que Simeone se sienta m¨¢s cercano, observan en el vestuario. Lo cuida sobremanera. Le gan¨® por car¨¢cter, por representar el triunfo desde el esfuerzo y tambi¨¦n, como todo entrenador, porque intuy¨® que entre manos ten¨ªa un jugador que, si explotaba como goleador, pod¨ªa impulsar al equipo hasta donde ha llegado: a un empate con el Bar?a de demostrar que ¡°lo que hace el Atl¨¦tico es posible¡±. Aunque pareciera imposible.
Simeone entendi¨® desde un principio la necesidad de sentirse importante de un jugador que, a su llegada, a¨²n estaba puliendo esa manera de convertir algunos partidos en una cuesti¨®n de supervivencia, casi siempre con el uso de los c¨®digos del f¨²tbol callejero. Cuando fue expulsado en un partido de la Liga Europa hace a?o y medio por amagar con un frentazo a un contrario recibi¨® una advertencia de su entrenador tras prometerle Costa que no volver¨ªa a ocurrir m¨¢s. Fue a defender al canterano Pedro, con el que se hab¨ªa encarado un contrario y este fingi¨® cuando el hispanobrasile?o le acerc¨® la cabeza. Su t¨¦cnico tir¨®, grosso modo, de una de sus sentencias de cabecera: ¡°Las palabras son muy bonitas; los hechos, en el campo¡±.
Con el Bar?a tiene otra cuenta pendiente: es el ¨²nico club de Primera al que no ha marcado
Desde entonces no ha vuelto a ser expulsado, aunque ha estado metido en jaleos. Muchos centrales han aceptado que utilice las mismas armas que ellos en las disputas. Ahora da y recibe mucho. Generalmente se ha revuelto cuando advert¨ªa que pod¨ªa peligrar su f¨ªsico y tambi¨¦n para hacer saber que estaba dispuesto a una batalla dura. Algunos ¨¢rbitros, que le han marcado de cerca, le han consentido protestas porque han sido testigos de esos lances de toma y aguanta que ha mantenido con sus marcadores. A su manera, se ha hecho respetar Costa, que es el objetivo final con el que se maneja desde que jugaba peladas (partidos) en las calles de Lagarto.
Tambi¨¦n ha llegado a ese mismo punto al que lleg¨® Falcao cuando se habla de su futuro. Solo su entrenador se atreve a suavizar el paisaje de una posible marcha entendiendo la realidad del club, aunque le duela. ¡°Si se va, no se le puede decir nada porque nos lo dio todo¡±, dijo Simeone hace un mes en una entrevista en Onda Cero. Esas palabras, en boca de la dirigencia, hubieran sido muy criticadas por parte de la masa social.
El club dice que tratar¨¢ de retenerlo con una mejora de contrato, pero desde que tramitaba su incorporaci¨®n a la selecci¨®n espa?ola, en el entorno de su representante Jorge Mendes aseguraban que su permanencia en el Atl¨¦tico, tras rechazar ofertas el verano pasado, ten¨ªa fecha de caducidad al final de este curso. Mourinho le quiere por lo mismo que Simeone. Por car¨¢cter, por trabajo y porque encaja en su estilo. Antes de que se dirima su futuro, tiene con el gol otra asignatura pendiente particular. El Bar?a es el ¨²nico equipo de Primera al que no le ha marcado.
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