Costa Rica aplasta la m¨ªstica charr¨²a
Los ticos castigan los errores defensivos de una plana Uruguay
Liderada por la velocidad y la potente zurda de Campbell, Costa Rica pas¨® por encima de la historia y la m¨ªstica de Uruguay. Lo hizo en un segundo tiempo en el que se sac¨® de encima los complejos que en el primer acto la hab¨ªa mostrado como una selecci¨®n mojigata, demasiado impresionada por la camiseta que ten¨ªa enfrente. Cuando fue atrevida, la selecci¨®n que dirige el colombiano Jorge Luis Pinto pudo construir la primera gran campanada del campeonato. Gan¨® porque fue m¨¢s ambiciosa cuando se supo superior.
Al ataque, sin estar ya pendiente de mantener la defensa de cinco para darle m¨¢s libertad a sus dos carrileros, Costa Rica castig¨® cada uno de los errores defensivos de Uruguay, que se qued¨® sin capacidad de respuesta cuando Campbell empat¨®. La hinchada uruguaya, mayoritaria en el estadio de Fortaleza, entonaba c¨¢nticos que evocaban otros tiempos gloriosos. Predominaba el ¡°volveremos, volveremos, como en 1950¡±. La m¨ªstica charr¨²a reinaba en un ambiente h¨²medo y pegajoso en el que se festejaba un primer tiempo c¨®modo y el gol, de penalti, de Cavani. No hab¨ªa brillado Uruguay, pero hab¨ªa jugado con la suficiente solvencia como para pensar que podr¨ªa vivir de su ventaja y del contragolpe. Nada de eso sucedi¨®. Se vio superada por juego y dinamismo. La violenta patada de Maxi Pereira a Campbell reflej¨® la impotencia charr¨²a. Fue un puntapi¨¦ salvaje que le cost¨® la roja y puede que hasta su despedida del Mundial.
Sin Luis Su¨¢rez, al que Tab¨¢rez prefiri¨® resguardar de inicio, Diego Forl¨¢n asumi¨® la titularidad junto a Cavani. Cuatro a?os despu¨¦s, el f¨ªsico ya no le da a Forl¨¢n para el despliegue desde el que lider¨® la cuarta plaza en Sud¨¢frica. Conserva el excelente golpeo de bal¨®n y movimientos entrel¨ªneas de perro viejo. Ense?¨® un repertorio de lanzamientos indirectos envenenados que hac¨ªan temblar a Keylor Navas y a toda su defensa. Uno de ellos, mal despejado, lo caz¨® Cavani con la espinilla. En el siguiente, que iba a ser rematado por Lugano, termin¨® en penalti por agarr¨®n de D¨ªaz. Cavani le peg¨® al bal¨®n ajustado al palo izquierdo de Keylor Navas, que hab¨ªa adivinado la intenci¨®n.
Ah¨ª se acab¨® Uruguay, que no volvi¨® a dar se?ales. Eligi¨® Tab¨¢rez una pareja de mediocentros, Gargano y Ar¨¦valo R¨ªos, que corta tanto bal¨®n como poco f¨²tbol es capaz de generar. Tampoco Stuani en la derecha ni el Cebolla Rodr¨ªguez encontraron las condiciones m¨¢s ideales para explotar su velocidad. Pasaron mucho tiempo m¨¢s pendientes de los laterales costarricenses. Abus¨® Uruguay del juego directo y permiti¨® el crecimiento de los ticos. Fue Campbell con un par de carreras y un zurdazo que roz¨® la escuadra de Muslera el primero que empez¨® a creer y a hurgar en las debilidades uruguayas. Y fue Campbell el que recogi¨® un centro desde la derecha para empatar el partido. Ni God¨ªn ni Lugano le hicieron sombra para impedir su remate. El gol inici¨® una serie de errores en cadena que al poco aprovech¨® Duarte, en el segundo palo, para rematar en plancha un libre indirecto. La verbena en defensa que fue Uruguay tambi¨¦n la aprovech¨® Ure?a en un pase a la espalda de God¨ªn que termin¨® por aplastar esa m¨ªstica charr¨²a que solo apareci¨® por las gradas.
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