Messi deja huella en Maracan¨¢
El ¡®10¡¯ de Argentina, empe?ado en ser Maradona, logra batir a Bosnia y firmar la victoria albiceleste tras un eslalon de los suyos y un zapatazo desde fuera del ¨¢rea grande
Messi marc¨® un golazo muy suyo el d¨ªa que pis¨® Maracan¨¢. No es un dato menor ni siquiera para un futbolista que promedia m¨¢s de 40 en las ¨²ltimas cinco temporadas y ha ganado cuatro veces el Bal¨®n de Oro. Tampoco se puede considerar una heroicidad por m¨¢s que llevaba ocho a?os sin anotar en la Copa del Mundo y solo hab¨ªa dejado un tanto, contra Serbia Montenegro, en Gelsenkirchen, durante el torneo de Alemania-2006. La resultona presentaci¨®n del 10 tiene sin embargo su importancia y un gran valor simb¨®lico sin ser obviamente el Maracanazo. El gol vali¨® por el partido porque Messi volvi¨® fue por unos segundos Messi.
Hay escenarios y situaciones que demandan respuestas inmediatas e inequ¨ªvocas: el Mundial se juega en Brasil, Argentina quiere volver el 13 de julio a Maracan¨¢ para disputar la final y Messi quiere ser Maradona. El 10 fue ayer de nuevo el n¨²mero 1 en el segundo gol de Argentina. Una sola jugada marc¨® un partido ¨¢spero, poco bonito, presidido sobe todo por la inestabilidad de Argentina, confundida por los cambios de mensaje de su entrenador y por el poco oficio de la debutante Bosnia, que dej¨® un gol para agrandar la herida de la albiceleste, de momento sin responder a su condici¨®n de favorita de la Copa
No se sabe qu¨¦ pas¨® en la concentraci¨®n del equipo ni qu¨¦ le dio a Sabella, m¨¢s intervencionista que de costumbre, alejado por sorpresa de los supuestos gustos de Messi y m¨¢s cercano a sus tiempos de t¨¦cnico de Estudiantes. Mand¨® de salida el seleccionador y del 4-3-3 consensuado con el 10 se pas¨® a una 5-3-2. No jugaban ni Lavezzi ni Higua¨ªn y en lugar de un tercer delantero apareci¨® como tercer central Campagnaro. No es que el dibujo fuera una novedad, porque Sabella ya lo repiti¨® precisamente hace muy poco en un amistoso contra Bosnia, resuelto con un 2-0. Aquel d¨ªa, sin embargo, no jug¨® Messi.
A Sabella le gusta la disciplina t¨¢ctica, el juego posicional, los detalles que ayudan a reducir el riesgo y trabaja especialmente la estrategia. Maxi y Messi se han cansado de lanzar c¨®rneres y tiros libres, de sacar centros en los ¨²ltimos entrenamientos, convencidos los argentinos de que las jugadas a bal¨®n parado son la f¨®rmula del ¨¦xito, tal y como se ha constatado por otra parte en varios de los partidos ya jugados en la Copa. Tambi¨¦n funcion¨® en Maracan¨¢. Bot¨® Messi una falta lateral nada m¨¢s comenzar y Kolasinac sorprendi¨® a su portero Begovic. La ingenua defensa bosnia puso el partido en franquicia para la Argentina de Sabella.
A falta de medios creadores, ausente un caudillo de campo, la albiceleste se entreg¨® a un sufrido ejercicio futbol¨ªstico, nada agradable, solo bendecido por el marcador: 1-0. A Bosnia le cuesta contener a cualquier contrario, encomendada siempre a su buen portero, y por el contrario se asocia bien en la divisoria por la calidad de sus interiores, siempre pendientes de los desmarques del gigante Dzeko, el excelente goleador del Manchester City. Hubo un par de llegadas interesantes antes de alcanzar el descanso y una buena ocasi¨®n resuelta por Romero. Aunque fue poca cosa, tampoco aport¨® nada Argentina.
Los jugadores de los dos equipos dejaron moment¨¢neamente el campo con la boca abierta, asfixiados por la humedad, paralizados despu¨¦s de un primer tiempo inocuo, tambi¨¦n por parte de Messi. El 10 qued¨® alejado del ¨¢rea, apenas entr¨® en juego, tropez¨® a menudo y no chut¨® en una actuaci¨®n que record¨® a las ¨²ltimas que ha tenido con el Bar?a. Falto de explosividad, el capit¨¢n ejerci¨® m¨¢s de pasador que de futbolista desequilibrante, como si se hubiera olvidado de regatear, de ser el n¨²mero 1. Tal mal vio Sabella a Messi y a su Argentina que se corrigi¨®: entraron Higua¨ªn y Gago por Maxi y Campganaro.
Esponjada Argentina, de vuelta al 4-3-3, el partido se entreabri¨® un poco, mejor¨® algo, gan¨® incertidumbre y profundidad y se dio un monumental cambio de ritmo de Messi. Asistido por Higua¨ªn, el 10 agarr¨® la bola en una punta del ¨¢rea, serpente¨® por fuera de la l¨ªnea, siempre en diagonal, recortando y gambeteando, perfil¨¢ndose hasta encontrar el ¨¢ngulo de tiro y colocar la pelota de rosca a la derecha del meta de Bosnia. El bal¨®n dio en el palo y se col¨® dentro para dar mayor plasticidad todav¨ªa al golazo de Messi. El eslalon del 10 tuvo tanto impacto sobre el partido que nadie repar¨® en el tanto de Bosnia.
El gol le dio la raz¨®n a Messi frente a Sabella. Argentina, en cualquier caso, no acab¨® de encontrar el equilibrio ante un adversario muy poco competitivo como Bosnia. Los rivales y el calendario juegan a favor de Argentina. Ayer, de momento, recuper¨® el gol de Messi, que no es poco, sobre todo porque con el 10 despertado, deseoso de ser Maradona, Argentina puede volver a R¨ªo a por el Maracanazo. A veces una jugada tiene m¨¢s valor terap¨¦utico que el mejor de los partidos si el protagonista es el n¨²mero 1.
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