La noche m¨¢s cruel para Xabi Alonso
En otro partido nefasto de Espa?a, el de Tolosa protagoniza dos jugadas que deciden el duelo
Un mal pase y a Espa?a le pill¨® el toro, chileno, de nombre Maracanazo. De la cornada tardar¨¢ en recuperarse el f¨²tbol espa?ol porque la herida es de las que dejan huella, de las que hacen historia y se recuerdan toda la vida. Espa?a sufri¨® ayer su particular noche negra en Maracan¨¢ y la fatalidad se llevar¨¢ por delante a m¨¢s de uno de esta cuadrilla, a la que habr¨¢ que estar siempre agradecido por tanto arte, tanto trofeo. La noche fue especialmente cruel para Xabi Alonso, a quien resulta tan injusto se?alar como culpable como evidente que su protagonismo en el desastre espa?ol de ayer fue siempre para mal durante los 45 minutos que jug¨®. Despu¨¦s fue sustituido por Koke.
Xabi Alonso le sell¨® a La Roja el pasaporte de vuelta a Espa?a con un mal pase y le dio la tarjeta de embarque al cometer la falta que gener¨® el segundo gol de los chilenos. Jug¨® medio tiempo que ni ¨¦l ni Espa?a olvidar¨¢n nunca. Por el camino, lleg¨® tarde a un bal¨®n dividido y se llev¨® una tarjeta amarilla de recuerdo. Quien pensaba que el descalabro espa?ol contra Holanda se gest¨® cuando Del Bosque decidi¨® sustituirle ya sabe que estaba equivocado. Ayer, sin Alonso, Espa?a no perdi¨® el control ni la cabeza. Sin Xabi fue m¨¢s equipo, m¨¢s grupo, pero tampoco le sirvi¨® de nada, salvo para maquillar algo su imagen.
El equipo se acobard¨® cuando tocaba rebeld¨ªa y resulta evidente que est¨¢ fuera de forma
Un equipo que ha vivido y se ha hecho grande a golpe de pases, con promedios de control del bal¨®n espectaculares, empez¨® a morir ayer en el minuto 20 del partido por el error en una entrega f¨¢cil. Alonso perdi¨® el pase, Ramos el sitio y Espa?a empez¨® a hacer la maleta.
Ten¨ªa raz¨®n Del Bosque; los cambios en la alineaci¨®n no deb¨ªan interpretarse como un castigo para los sustituidos porque al final los cambios no mejoraron demasiado al equipo. Con Javi Mart¨ªnez y sin Piqu¨¦ a su lado, Ramos sigui¨® dando la sensaci¨®n de que se qued¨® en Lisboa; y sin Xavi en el campo, Diego Costa no rentabiliz¨® ninguna asistencia (tuvo tres y las fall¨® todas), aumentando la sensaci¨®n de que le faltan kil¨®metros de vuelo para amoldarse a la idea de juego del campe¨®n del mundo, que ya no lo ser¨¢ el 13 de julio.
En un equipo que se acobard¨® a la primera el d¨ªa que ten¨ªa que sacar la rebeld¨ªa, result¨® evidente que algunos futbolistas han llegado a Brasil fuera de forma. Seguramente obedece a ello la suplencia de Piqu¨¦ o el pobre nivel de Jordi Alba, lesionados los dos durante buena parte del ¨²ltimo tramo del curso; o la falta de definici¨®n de Costa, duda hasta ¨²ltima hora por sus problemas musculares. Otros han comparecido castigados por el peso del campeonato, como Iniesta, Silva y Busquets, o el mism¨ªsimo Xavi, ausente del decisivo encuentro de anoche, y los del Madrid, extra?amente, han sido muy d¨¦biles a nivel an¨ªmico. Casillas, Ramos y Alonso, los tres campeones de Europa de La Roja, han sucumbido mentalmente de buenas a primeras, incapaces de aguantar el desplome de un equipo que ayer muri¨® en la plaza, como los grandes, en otra faena que nada tuvo que ver con la de las grandes noches.
Xabi Alonso, cabizbajo, recibi¨® en la puerta del t¨²nel de vestuarios a sus compa?eros y cerr¨® el partido. Hace tiempo que dej¨® de ser uno m¨¢s dentro del grupo, demasiadas cuitas pendientes. Ya no importa porque ya nada volver¨¢ a ser lo mismo. La obra que el propio Xabi ayud¨® a crear, la historia m¨¢s grande de la historia del futbol espa?ol, termin¨® ayer en Maracan¨¢. La funci¨®n lleg¨® al final con un mal pase de Xabi.
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