Nadal rescata a Nadal
Tras ceder el primer set con una p¨¦sima doble falta, el n¨²mero uno remonta 4-6, 6-3, 6-3 y 6-3 a Klizan con varios puntos ¨¦picos y se cita con Rosol, su verdugo de 2012
El banquillo de Rafael Nadal se desga?ita punto a punto. ¡°?Positiu!¡±, le gritan en mallorqu¨ªn. ¡°?Vamos!¡±, le dicen al n¨²mero uno peloteo a peloteo, porque el campe¨®n de 14 grandes sufre para adaptarse a la hierba y acaba de lanzar una doble falta tenebrosa (la pelota pica en su propio cuadro de saque) que le cuesta la primera manga. Es la primera ronda de Wimbledon, es Nadal contra el eslovaco Martin Klizan. Es, tambi¨¦n, el espa?ol contra los fantasmas de los dolores de rodilla y las pesadillas de sus tempranas eliminaciones de 2012 (segunda ronda) y 2013 (primera). Al final del encuentro, cuando ya ha firmado la remontada y la victoria 700 de su carrera (4-6, 6-3, 6-3 y 6-3), Nadal ha rescatado a Nadal: un pu?ado de puntos rebosantes de ¨¦pica, especialmente el que le abre el camino al primer break de la tercera manga, le permiten avanzar y reencontrarse con el c¨¦sped, donde por fin vuelve a jugar con todo, arriesg¨¢ndose a las ca¨ªdas, jug¨¢ndose las articulaciones y apostando el alma.
¡°Siempre estos partidos son muy peligrosos, estoy muy feliz¡±, explica luego ante las c¨¢maras el espa?ol, que hab¨ªa perdido cuatro de sus ¨²ltimos cinco partidos en c¨¦sped. "Aqu¨ª tengo recuerdos incre¨ªbles. Mi ¨²nica oportunidad es luchar cada punto, porque los pocos partidos que llevo en esta superficie en los ¨²ltimos a?os quitan ritmo y seguridad", a?adi¨® antes de enfrentarse a Rosol en segunda ronda, su verdugo de 2012. "Es muy peligroso", reconoci¨®.
Como siempre durante la primera semana del torneo, el n¨²mero uno vive una odisea cada vez que compite al servicio
Sobre la impoluta hierba de la central de Wimbledon, Nadal es un tenista vulnerable. Como siempre durante la primera semana del torneo, el n¨²mero uno vive una odisea cada vez que compite al servicio. Una y otra vez, Klizan destruye su segundo saque. El eslovaco act¨²a con una precisi¨®n mec¨¢nica. No busca lograr una ventaja que le deje en una buena situaci¨®n para encarar el punto. Busca el todo o la nada. El ganador o el fallo no forzado. El misil o la bomba de agua. Para cada segundo saque del espa?ol tiene el eslovaco un ca?onazo que retumba contra las paredes verdes de la central llevando consigo la promesa de una batalla.
Nadal, presionado, llega a disparar contra su propio cuadro de saque un segundo servicio en punto de break que entrega en bandeja la primera manga (4-5 y saque del eslovaco). El mallorqu¨ªn, sin embargo, no desespera. Desempolva su manual de trucos contra los gigantes. Saques al cuerpo, para explotar que cuando m¨¢s grande es el contrario m¨¢s le cuesta reaccionar y abrir un espacio entre la bola y su raqueta. Saques abiertos, para desplazar al rival y aprovechar el lado que deja libre. Saques con veneno: el campe¨®n de 14 grandes, que se coron¨® en Par¨ªs pese a sus problemas de espalda, llega a sacar por encima de los 200 kil¨®metros por hora, apurando las l¨ªneas, manchando de tiza blanca el aire.
Klizan, en cualquier caso, tiene fe en la victoria. Sabe que Nadal es atacable sobre c¨¦sped, que no se mueve con la soltura que en el resto de superficies, que aqu¨ª la hierba le muerde las rodillas y le llena de dudas la cabeza. Si hay algo que fotograf¨ªa el deseo del n¨²mero 51 mundial son sus ca¨ªdas sobre la cancha, resbal¨®n tras resbal¨®n en busca de pelotas imposibles, el reflejo de su hambre. De drive a drive, Klizan no sufre. De t¨² a t¨², no se desangra por la orilla del rev¨¦s, porque es zurdo como Nadal y as¨ª le niega una de sus grandes ventajas competitivas. Con el mallorqu¨ªn deste?ido por el c¨¦sped, el eslovaco sabe que tiene qu¨¦ decir en el encuentro, como demuestra que se procure tres roturas.
La inspiraci¨®n, sin embargo, le abandona en el momento m¨¢s inoportuno. Una dejada horrible, que es como el globo de un ni?o, abre la posibilidad de que Nadal consiga el break con el que luego ganar¨¢ la segunda manga entre sangre, sudor y l¨¢grimas (Klizan tiene 15-40 cuando sirve por el set). Otra dejada mal ejecutada, esta contra la red, vuelve a poner la alfombra rota para que el espa?ol consiga el break de arranque en el tercer parcial, esta vez, adem¨¢s, despu¨¦s de ganar un punto nadaliano con ca¨ªda por la hierba de por medio.
Ese parcial de 4-0 (de 4-6, 5-3 a 4-6, 6-3 y 3-0), acaba por romper al alma a Klizan, que cuando quiere volver a decir algo en ese parcial porque su contrario le entrega un break de borr¨®n en borr¨®n, se encuentra de nuevo con un portazo hecho de carreras, talento y ambici¨®n, otra vez puramente nadaliano (4-6, 6-3, 4-3 y 30-30; el espa?ol pone el 40-30). As¨ª, con un encuentro de claroscuros, en el que los momentos de solidez se mezclaron con otros de grietas (breaks de ventaja perdidos en la tercera y la cuarta manga; bola de rotura del n¨²mero 51 cuando saca por el duelo), lleg¨® el n¨²mero uno a segunda ronda, donde le espera Lukas Rosol, su verdugo de 2012. Un partido de lo m¨¢s complicado para el campe¨®n de 14 grandes, que ante Klizan dej¨® una pista: pase lo que pase, este a?o ni ¨¦l ni sus rodillas le tienen miedo a la hierba.
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