Harry presencia un bodrio

El pr¨ªncipe Harry asisti¨® a un bodrio en el Mineir?o. El cuarto heredero al trono de Inglaterra en la l¨ªnea sucesoria tuvo coraje para presentarse en el palco. Nada hac¨ªa suponer que su selecci¨®n har¨ªa algo digno de recordar, y as¨ª fue. El equipo ofreci¨® su versi¨®n m¨¢s deprimente, culminaci¨®n y despedida de un torneo calamitoso. Los aficionados ingleses, normalmente, ruidosos y cantarines, permanecieron en silencio durante largos minutos porque lo que ve¨ªan en el campo no ten¨ªa forma, ni contenido, ni tampoco esp¨ªritu. En un partido en el que no se jugaba apenas nada, Costa Rica mantuvo el nivel y se exhibi¨® con solvencia. Que el conjunto del peque?o pa¨ªs centroamericano acabe con siete puntos y primero del grupo D, el que dio en llamars Grupo de la Muerte, por delante de Inglaterra, Italia y Uruguay, tres campeones mundiales, dice mucho del mal juego de Inglaterra. El equipo que representa la Liga m¨¢s opulenta y m¨¢s seguida del planeta abandona Brasil con un punto.

Roy Hodgson, el seleccionador ingl¨¦s, se mostr¨® desorientado durante todo el periplo sudamericano. En Belo Horizonte abund¨® en su perplejidad y en la de sus jugadores, que no salen de la confusi¨®n. El seleccionador ingl¨¦s no hab¨ªa demostrado confianza por Shaw, Wilshere, Barkley o Lallana. Estos elementos de la nueva hornada de futbolistas brit¨¢nicos se caracterizan por un sentido diferente del juego. A diferencia de generaciones anteriores, se encuentran m¨¢s c¨®modos elaborando en corto, o a ras de hierba, que jugando en largo y por arriba. Hodgson los consider¨® la segunda unidad de su cuadrilla. Los reserv¨® hasta que todo estaba perdido. Entonces, ya eliminados, contra Costa Rica, los puso de titulares.

Desmoralizados por la falta de respaldo del entrenador y por su condici¨®n de descalificados, los ingleses no consiguieron plasmar nada concreto sobre el campo. Chocaron una y otra vez contra Costa Rica. El equipo que dirige Jorge Pinto se maneja con una sincron¨ªa admirable en defensa. No solo ayudan todos sino que lo hacen en un orden dif¨ªcil de descubrir en este campeonato. Los talentosos Lallana, Barkley y Sturridge andaban tan perdidos que se les anticiparon casi siempre. Los ticos robaron la pelota con la misma naturalidad con que la jugaron. Sin complicarse, Borges y Ruiz articularon las jugadas y fueron agrupando compa?eros hasta poner en aprietos a la defensa rival. No crearon grandes ocasiones, aparte de un tiro libre de Borges que peg¨® en el larguero, pero tampoco les hizo falta. Con un empate eran primeros de grupo.

Inglaterra equilibr¨® el partido en la segunda parte. Lo hizo a fuerza de empuje y de agresividad. Peg¨® m¨¢s, pero nunca tuvo m¨¢s le pelota ni remat¨® m¨¢s que su adversario. Su retirada de la Copa fue penosa.