Wimbledon se queda ciego
Por falta de luz, el Ojo de Halc¨®n solo se puede usar por la tarde en la central, ¨²nica con focos ¡ñ Como solo esa pista tiene techo, varios tenistas tendr¨¢n que jugar tres d¨ªas seguidos por culpa de la lluvia
Este es el Wimbledon de la lluvia y las interrupciones, un torneo de dos velocidades en el que el siglo XXI vive de la mano del siglo XIX. Entre los truenos y los rayos que acompa?an a la tormenta que inund¨® Londres, Rafael Nadal remonta 6-7, 6-1, 6-1 y 6-1 en tercera ronda al kazajo Kukushkin bajo el techo de la pista central, perfecto escudo contra la tormenta, sol en la noche con sus focos poderosos, futurista estadio que permite a los competidores pedir el Ojo de Halc¨®n (la m¨¢quina que resuelve las bolas dudosas) aunque fuera se desate un terremoto. Fuera de ese para¨ªso, sin embargo, hay otros tipos de torneos y otros tenistas. Uno, tal d¨ªa como ayer, suspende m¨¢s de 20 partidos por el aguacero, entre ellos el Feliciano L¨®pez-John Isner y el Stanislas Wawrinka-Denis Istomin de tercera ronda, lo que podr¨ªa obligar a un cuartofinalista a jugar tres d¨ªas seguidos (lunes, martes y mi¨¦rcoles). Otro, hu¨¦rfano de focos ¡ªsolo los hay en la central, por el techo¡ª, sorprende a los competidores sin la posibilidad de usar el Ojo de Halc¨®n en mitad de partido, porque la luz del d¨ªa se apaga, con lo que cambian radicalmente las reglas del juego. La caseta, en consecuencia, se revuelve.
¡°Hubo muchas malas decisiones¡±, se quej¨® Tomas Berdych la noche del viernes, tras perder contra Marin Cilic el partido de final m¨¢s tard¨ªo al aire libre en la historia de Wimbledon (21.38). ¡°Con 4-3, el juez de silla va y me dice: ¡®El Ojo de Halc¨®n ya no funciona porque ya no hay luz, est¨¢ demasiado oscuro¡¯. Y le contesto: ¡®Entonces¡ ?por qu¨¦ seguimos jugando?¡±, record¨®. ¡°Ah¨ª decid¨ª que ya no quer¨ªa volver a hablar con ¨¦l. Si el partido empieza en una pista que no tiene Ojo de Halc¨®n, es as¨ª desde el principio. Sin embargo, si la m¨¢quina no puede funcionar por falta de luz¡ ?por qu¨¦ tenemos que seguir jugando nosotros? O se suspende cuando la m¨¢quina deja de funcionar o se logra que funcione¡±, lament¨® el n¨²mero seis mundial. ¡°?Intenten decirles a los futbolistas que la m¨¢quina que decide los goles fantasma deja de funcionar a los 90 minutos simplemente porque han pasado 90 minutos!¡±
¡°De entrada, si hubiera dos [pistas con techo], o cinco, mejor, m¨¢s [tenistas] beneficiados¡±, valor¨® Nadal, que para llegar a semifinales tendr¨ªa que jugar dos d¨ªas seguidos, como Roger Federer, ya que su partido de octavos con Kyrgios fue programado el martes, y los cuartos son el mi¨¦rcoles. ¡°?Que no es perfecto? No. Pero es mejor esto a que no hubiera ninguna. Es bueno para las televisiones, para los espectadores, y para algunos jugadores. Los que juegan en la central se han ganado el derecho de jugar en esa pista con el esfuerzo de muchos a?os trabajando para ello¡±, record¨®. ¡°Es un beneficio. No creo que sea perfecto, ni cien por cien justo, pero es lo que es¡±, a?adi¨®. ¡°A mi me ha tocado esta vez en la central como me otras veces he salido perjudicado [en 2007, por ejemplo, tard¨® cinco d¨ªas en completar su partido contra el sueco Soderling, en la pista uno]. No es un tema de hacer demagogia¡±.
En Londres, mientras unos juegan, otros paran. As¨ª, como el domingo no se compite, Feliciano L¨®pez o John Isner, entre otros tenistas, est¨¢n ante un problema: jugar tres d¨ªas seguidos para llegar vivos a los cuartos de Wimbledon.
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