Para bien y para mal, Pogba

Francia fue Pogba. No hubo mayor protagonista que el volante del Juventus, noticia no necesariamente buena para el equipo de Deschamps, que jug¨® por debajo de sus expectativas ante Nigeria. Pogba no par¨® de correr por el campo, muchas veces sin sentido del juego posicional, mientras el encuentro era incierto, para despu¨¦s resolverlo de cabeza, aprovechando su altura (1,92 metros) a la salida de un c¨®rner mal defendido por Enyeama y botado por Valbuena. Muy brava al inicio, Nigeria se venci¨® poco a poco, v¨ªctima del desgaste, desorientada en cuanto perdi¨® a Onazi y finalmente abandonada por su portero y por Yobo, una calamidad, autor en propia puerta del 2-0 gestado por Valbuena.

Los goles llegaron en dos saques de esquina que delataron la falta de atenci¨®n defensiva de Nigeria y la mejora de Francia desde que entr¨® Griezmann por Giroud. La retirada del ariete del Arsenal despabil¨® a Benzema, nulo como extremo y mejorado como ariete, ox¨ªgeno para Francia despu¨¦s de que Matuidi eliminara a Onazi con una patada al tobillo no castigada por el ¨¢rbitro y que se supone involuntaria por el desespero del jugador franc¨¦s al ver el dolor causado en el nigeriano, un buen futbolista. Tuvieron m¨¢s f¨ªsico que f¨²tbol los franceses, que supieron madurar el partido, aguardar su momento, para firmar el pase a los cuartos de final en Maracan¨¢.

A pesar de que Deschamps apost¨® por la formaci¨®n m¨¢s previsible, a Francia le llev¨® mucho tiempo encontrar su sitio en la cancha de Brasilia. Acept¨® para empezar un intercambio de jugadas muy peligroso con Nigeria. Tiene Keshi futbolistas r¨¢pidos y verticales, como Moses y, sobre todo, Musa, descarado ante Evra, desasistido por la ausencia defensiva de Benzema. Las idas y venidas favorec¨ªan m¨¢s a los africanos que a los franceses, faltos de pausa y de control, sin pr¨¢cticamente centrocampistas, desbordado Cabaye, desconectado Valbuena.

Los dos porteros quedaron igualmente expuestos ante el v¨¦rtigo, tambi¨¦n Enyeama, soberbio en el rechace de un tiro de Pogba. Las llegadas de los muchachos de Deschamps se alternaban con las transiciones de Nigeria, que atacaba bien a los laterales y ganaba f¨¢cilmente la divisoria guardada solo por Matuidi, despu¨¦s que se descolgara reiteradamente en ataque Pogba, punto final de Francia. No entraban en juego Giroud ni Bezema, volcado a la izquierda, tapado por un central que act¨²a de lateral como Ambrose. A falta de continuidad, apenas hubo ocasiones, salvo cuando Valbuena pudo templar el pase para Pogba y Matuidi.

Nigeria no solo se tapaba sino que aceleraba por las bandas y de vez en cuando acababa la jugada con tiros de media distancia, siempre rechazados por Lloris. Hubo incluso alg¨²n momento de tensi¨®n en el ¨¢rea de Francia, y hasta se reclam¨® un penalti de Evra. Permeable por las bandas y ausente por lesi¨®n el central Sakho, el equipo de Deschamps se abandon¨® tanto como el de Nigeria. El partido qued¨® parado un buen rato hasta que el seleccionador franc¨¦s retir¨® a Giroud y aire¨® a su equipo con Griezmann.

Griezmann no celebr¨® el segundo gol porque hab¨ªa sido en propia puerta de Yobo

El zurdo de la Real Sociedad abri¨® la cancha y Benzema asom¨® por el frente de ataque, aliviado por el nuevo plan, m¨¢s dif¨ªcil de combatir por parte de Nigeria. Benzema empez¨® a recibir el bal¨®n, tir¨® paredes con Griezmann y a los africanos no les qued¨® m¨¢s remedio que retroceder con sus extremos y comenzar a ceder saques de esquina por las intervenciones de Enyema, redimido por Moses en un remate del delantero del Madrid y por el larguero en un tiro de Cabaye. El buen portero del Lille se equivoc¨®, sin embargo, en un c¨®rner botado por Valbuena y su salida fallida propici¨® el cabezazo de Pogba.

La mano de Enyema se afloj¨® de la misma manera que Yobo meti¨® la pata al final en un nuevo saque de esquina botado en corto por Benzema para Valbuena. Acudi¨® Griezmann al remate en el primer palo y despej¨® hacia su porter¨ªa el central del Norwich. No hubo dudas sobre el gol porque Griezmann ni siquiera lo celebr¨®, signo de nobleza, nada que ver con los delanteros que se apuntan a grandes festejos por tantos que han sido metidos por defensas en propia puerta.

Hac¨ªa ya rato que nadie daba un real por Nigeria, abatida por la fuerza personificada en Pogba, la t¨¦cnica expresada en Valbuena y la t¨¢ctica de Deschamps, clarividente cuando dio salida a Griezmann y activ¨® a Benzema. La mezcla funciona en Francia, de nuevo entre las mejores del mundo, a la espera de rival en Maracan¨¢.