Las mentiras del gol
Los ¡®nueves¡¯ cl¨¢sicos pierden protagonismo y hoy m¨¢s que nunca los tantos son hijos del juego y de la llegada de los 'dieces'
El Mundial, que siempre certifica tendencias, ha concretado definitivamente que en el f¨²tbol ha cambiado el orden num¨¦rico: el nueve de ayer es el diez disfrazado de hoy. Los arietes cl¨¢sicos, jugadores que anidan en las ¨¢reas para el punto final, se han extinguido o tienen un papel secundario. El gol de estos tiempos es asunto de jugadores que participan de la arquitectura, que llegan al ¨¢rea de visita y dejan su recado para la gloria: James, Neymar, Messi, Robben, M¨¹ller, Benzema¡ Unos juegan m¨¢s cerca del portero rival, como el alem¨¢n y el franc¨¦s, pero su radar es amplio, entran y salen de las zonas calientes sin cita previa. Los otros son una amenaza desde la periferia. Y a los seis m¨¢s distinguidos del campeonato se podr¨ªan a?adir perfiles como los de Van Persie, Bryan Ruiz, Giovani, Sterling, Jackson Mart¨ªnez, Shaquiri y otros muchos.
Hasta la fecha, el nueve de toda la vida o no ha tenido impacto alguno (Diego Costa, Fred, Jo, Mandzukic, Mitroglou, Hugo Almeida, Lukaku, Dzeko¡) o solo ha sido el ¨²ltimo recurso. Es el caso de Klose y Huntelaar, reservas que tienen carrete cuando la cosa est¨¢ cruda y ya solo queda devastar el ¨¢rea con ollazos. En la Francia empachada de goles de Henry, Platini y Zidane, que atacaban desde el horizonte con el frac puesto, hoy entra y sale Giroud, el viejo prototipo de delantero al que med¨ªan en la b¨¢scula. Sin ¨¦l, con el ligero Griezmann y Benzema con otra panor¨¢mica, los bleus dieron su mejor versi¨®n ante Nigeria, jugaron m¨¢s y remataron el triple.
Cierto que los delanteros puros m¨¢s reputados se han quedado sin Mundial, como Ibrahimovic y Lewandowski. Y que en el infinito repertorio que ofrece el f¨²tbol, en el que no hay una teor¨ªa ¨²nica, no han sido pocos los nuevazos de leyenda: Zarra, Seeler, C¨¦sar, Gerd M¨¹ller, Quini, Hugo S¨¢nchez¡ Por distintas causas, hoy parecen recusados. La Espa?a del nueve mentiroso, el Real Madrid de Cristiano o el Bar?a de Messi han terminado por imponer la corriente. Resulta que no era una extravagancia situar a Silva o Cesc como delanteros postizos. Ni siquiera la selecci¨®n espa?ola fue pionera en el simulacro. Los precedentes apuntan a los mejores equipos de la historia, que fing¨ªan con puntas que se alejaban de las retaguardias e irrump¨ªan de un portazo, sin previo aviso, para alarma de los zagueros, la mayor¨ªa r¨ªgidos como estacas. Fue el caso de Pedernera en La M¨¢quina de River, Hidegkuti en la fabulosa Hungr¨ªa de los cincuenta, Di St¨¦fano y Puskas en el Madrid que coloniz¨® la Copa de Europa. Y del Brasil m¨¢s genuino y universalmente festejado. Ni Pel¨¦ era un nueve, ni mucho menos lo era el sutil delineante que era Tost?o. De la m¨ªtica Canarinha del 82, capaz de ser legendaria sin ganar el t¨ªtulo, no hay qui¨¦n recuerde a Serginho, un cuerpo extra?o entre Zico, Falcao, Cerezo y S¨®crates.
Lo mismo cabe decir de la Naranja Mec¨¢nica, en la que Cruyff era un esp¨ªritu libre con el 14 a la espalda y las posiciones del 1 y el 9 eran irrelevantes. El m¨¢ximo goleador del Mundial 74 fue un medio tap¨®n como Neeskens, y quienes tambi¨¦n flirteaban con el gol eran Rep y Rensenbrink. El propio Cruyff construy¨® un Dream Team en el que Laudrup pod¨ªa ser el delantero central. Y la m¨¢xima expresi¨®n lleg¨® con Guardiola y su envite por Messi como aparente broche goleador. Con estos antepasados, es chocante que precisamente Espa?a y Brasil hayan apostado por un faro permanente en el ¨¢rea. Ya ni los ingleses ¡ªRooney, Sturridge¡ª o alemanes, que siempre llevaron en su manual el dogma del tanque.
James, Neymar, Messi, Robben, M¨¹ller y Benzema llegan al ¨¢rea de visita
Los cazadores del gol han perdido el rastro y el gol es cosa del talento. Ellos se crean su propia diana con una punter¨ªa asombrosa: James ha hecho 15 remates y solo uno no ha ido entre los tres palos ¡ªRobben (12/1), Messi (13/6), Benzema (25/6), Neymar (15/2) y M¨¹ller 13/5)¡ª. Un viejo axioma dec¨ªa que para el gol hay que estar fresco. Pues no es necesario del todo.Thomas M¨¹ller es el quinto jugador que m¨¢s distancia ha recorrido (46,4 kil¨®metros; 19,8 con bal¨®n, 13,6 sin ¨¦l y 29,2 km/h de velocidad m¨¢xima). Entre el top-6 goleador le siguen Robben, que ha hecho 42,7 kil¨®metros (15,7 con el bal¨®n y 14,5 sin ¨¦l, y 31km/hora);?Neymar (40,8 km: 15,7 con bal¨®n y 13,4 sin, y 31,8 km/hora); Benzema (37,9: 14,8 con y 11,6 sin, y 29,1 km/hora); y James (36: 13 y 12,6, y 30,9 km/hora). Y con un partido menos, Messi (22,3: 10,5 y 5,6, y 29,6 km/hora). Queda claro que el argentino es, de largo, el que menos distancia ha recorrido, con la pelota y menos a¨²n sin ella.
Con ellos en la portada del juego y el gol, anotar ha dejado de ser cuesti¨®n de tama?o, se puede ser espigado (M¨¹ller), un rat¨®n como Messi o tener una talla media como James o Benzema. Y se puede ser tan cerrado como zurdo que como diestro. Tambi¨¦n son vers¨¢tiles para dibujar el gol. Entre los seis jugadores suman 23: seis desde fuera del ¨¢rea, 12 con la pierna izquierda, 10 con la derecha, tres de penalti y solo uno con la cabeza (James). Si hay que asistir, lo hacen y ya contabilizan siete pases previos al ¨¦xito.
El gol tiene otro trato y cuesta rebobinar hasta descubrir qui¨¦n fue el ¨²ltimo de aquellos nueves con pinta de peso pesado que se extraviaban fuera del ¨¢rea, etiquetados por su olfato para reba?ar. Si el ¨²ltimo Mundial fue cosa de Iniesta, la Eurocopa m¨¢s cercana la resolvieron dos centrocampistas (Silva y Mata), un delantero (Torres) y un defensa (Alba). Tan defensa como el God¨ªn que decidi¨® la Liga para el Atl¨¦tico y repiti¨® en la final de Champions de Lisboa, donde otro zaguero (Ramos) rescat¨® al Madrid hasta la irrupci¨®n en la pr¨®rroga de dos extremos (Bale y CR) y, entre medias, un lateral (Marcelo).
?Y los arietes que parec¨ªan m¨¢s de verdad que de mentira? Un atavismo. Hoy m¨¢s que nunca los goles son hijos del juego. Y de los que juegan a algo m¨¢s que a apretar el gatillo.
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