El gur¨² de la porter¨ªa
Hoek, preparador de los metas de Holanda, escogi¨® a Krul para los penaltis ante Costa Rica
La decisi¨®n la tom¨® Louis Van Gaal?convencido por Frans Hoek (Hoorn, Holanda; 57 a?os), entrenador de porteros de la selecci¨®n de Holanda. ¡°Cuando nos fuimos a la pr¨®rroga, comenc¨¦ a sentir un hormigueo porque pens¨¦ que pod¨ªa salir, fue incre¨ªble¡±, reconoci¨® despu¨¦s el meta Tim Krul, h¨¦roe de la tanda de penaltis ante Costa Rica, toda vez que sali¨® en el ¨²ltimo minuto de la pr¨®rroga y detuvo dos penas m¨¢ximas adem¨¢s de adivinar la direcci¨®n de los cinco golpeos. No fue, sin embargo, casualidad. ¡°Estuvimos hablando con Hoek de c¨®mo tirar¨ªan los penaltis y lo machacamos¡±, admiti¨® Krul. Y sali¨® de maravilla, hasta el punto de que cuando el guardameta desvi¨® el ¨²ltimo penalti, Van Gaal se gir¨®, mir¨® al banquillo y se fundi¨® en un abrazo con su ayudante. ¡°?Est¨¢ loco! ?Est¨¢ loco!¡±, aseguraba Krul cuando las c¨¢maras le enfocaron junto a Hoek. ¡°Loco por trabajar las 24 horas del d¨ªa¡±, matiza Leo Beenhakker, que lo tuvo de ayudante tanto en el Ajax como en la selecci¨®n de Polonia; ¡°no para nunca porque es obsesivo en su trabajo¡±.
De su obsesi¨®n, de su obcecaci¨®n por resolver cualquier detalle, se dieron cuenta bien pronto en el Barcelona, donde trabaj¨® con Van Gaal por dos periodos, de 1997 a 2000 y en el curso 2002-03. Resulta que en una pretemporada, Hoek reuni¨® a los porteros Ba¨ªa, Hesp, Arnau y Busquets para preguntarles: ¡°?C¨®mo evitar¨ªais el sol?¡± Estos, sorprendidos, resolvieron la inc¨®gnita como supieron. ¡°Con una gorra¡±, expuso uno. ¡°Con la mano de visera¡±, apostill¨® otro¡ Hasta que Hoek, aclar¨®: ¡°Con esta pintura negra que se pone en los p¨®mulos que utilizan los quarterbacks en la NFL¡±. Se?a de identidad que despu¨¦s adquiri¨® el turco Rustu, tambi¨¦n por su consejo. El problema fue que Hoek tambi¨¦n trajo porter¨ªas, guantes, balones especiales, los mu?ecos para las faltas¡ material que adquir¨ªa de su propia empresa especializada. Transacci¨®n que chirri¨® un tanto para el aficionado, pero que evidenci¨® la necesidad de tener un preparador espec¨ªfico de arqueros, figura que Ameiro (Real Madrid) e Iribar (Athletic) ya descubrieron en la Liga. ¡°A m¨ª me alucin¨® tener un preparador de porteros¡±, cuenta Tito Bonano; ¡°porque llegu¨¦ a Espa?a con 31 a?os y nunca hab¨ªa conocido esa figura del cuerpo t¨¦cnico¡±.
Es un loco porque quiere trabajar las 24 horas del d¨ªa, no para nunca porque es obsesivo en su trabajo¡± Leo Beenhakker
Yudoca de ni?o, se aficion¨® a los guantes para acabar de profesional en la porter¨ªa del Volendam. Pero una lesi¨®n le oblig¨® a retirarse con 28 a?os, experiencia que le impuls¨® a estudiar todo lo relativo con el f¨²tbol. Atra¨ªdo por Johan Cruyff, que lo reclut¨® para el Ajax, pronto entendi¨® que el portero no solo deb¨ªa para balones. ¡°Es que sabe mucho de f¨²tbol¡±, le reconoce Ronald de Boer, del cuerpo t¨¦cnico del juvenil del Ajax, que coincidi¨® con Hoek en el Barcelona; ¡°recuerdo que habl¨¢bamos mucho sobre las t¨¢cticas, rivales y todo lo que tuviera que ver con el bal¨®n. Para ¨¦l, lo m¨¢s importante es que los porteros practicaran las situaciones que se iban a encontrar en los partidos, por lo que siempre hac¨ªa ejercicios con jugadores de por medio¡±. As¨ª lo ve Beenhakker: ¡°Es un aut¨¦ntico especialista y trabaja mucho el juego de pies, la colocaci¨®n¡ todo¡±. Y lo subraya Van der Sar, que fue su pupilo con 19 a?os: ¡°Fue el primero en ense?arme que el portero iba conectado al defensa y al centrocampista; te hac¨ªa pensar en posibles soluciones para cualquier problema que te pod¨ªas encontrar en el campo¡±. Lo mismo opina Hans-Jorg Butt, que estuvo bajo su tutela en el Bayern de M¨²nich: ¡°Su forma de entrenar es la del ma?ana. El portero est¨¢ incluido en las t¨¢cticas¡±. Algo que resume Hoek: ¡°El portero debe estar integrado en el equipo, tiene que jugar con el resto¡±. A lo que Bonano afirma: ¡°Me meti¨® en la cabeza que era el ¨²ltimo hombre, el libre del Barcelona¡±.
Amable aunque serio fuera del campo, Hoek tiene la exigencia como libro de cabecera, aspecto que tambi¨¦n le provoc¨® alg¨²n disgusto. Como con Vald¨¦s, que se sinti¨® traicionado cuando Van Gaal le baj¨® de nuevo al filial. O con el fallecido Enke, que, seg¨²n public¨® su bi¨®grafo, Ronald Reng, no soportaba la presi¨®n a la que le somet¨ªa, siempre con Van der Sar en la boca. ¡°Ese bal¨®n lo habr¨ªa sacado Edwin o tienes que jugar la pelota con el interior como Edwin¡±, eran gritos habituales. Beenhakker, sin embargo, le defiende: ¡°La exigencia es la ¨²nica forma para formar a los grandes. Se necesita dureza para triunfar¡±. Igual que Bonano: ¡°Su exigencia era buena porque sacaba lo mejor de nosotros¡±.
Conferenciante por el mundo, sobre todo en Estados Unidos y Qatar, Hoek tambi¨¦n tuvo un susto morrocotudo cuando un incendio en una discoteca de Volendam se llev¨® la vida de ocho personas y casi la de su hija. Nada comparado pues con una tanda de penaltis en los cuartos de la Copa del Mundo. As¨ª, con la cabeza fr¨ªa, le explic¨® a Van Gaal que el adecuado era Krul. Una novedad en el torneo, pero no en Espa?a, toda vez que Cruyff ¡ªenemigo reconocido de Van Gaal¡ª hizo lo propio en el Torneo Ciudad de Palma, cuando cambi¨® a Zubizarreta por Unzue; o Schuster, que lo prob¨® en el torneo Carranza al poner a Dudek [por Casillas] a poco del final, aunque le saliera mal porque Caffa, entonces del Betis, le marc¨® un tanto antes de que concluyera el duelo. ¡°A m¨ª no me sorprendi¨® que quitaran a Cillessen¡±, se?ala Beenhakker; ¡°porque Krul es un especialista. Un cambio brillante¡±. De Boer coge el relevo: ¡°Tampoco me sorprendi¨® porque cada portero tiene sus cualidades. Y Krul es un verdadero parapenaltis¡±. As¨ª lo demostr¨® ante Costa Rica, genialidad de Hoek.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.