¡°Fue el hombre-equipo¡±
Compa?eros y rivales coinciden al considerar a La Saeta como el primer futbolista total
Todos coinciden. Di St¨¦fano fue el mejor en todo, aunque algunos le superasen en la parte. Nadie como ¨¦l reuni¨® en una sola persona todas las cualidades del futbolista, especialmente en una ¨¦poca donde los especialistas imperaban. Compa?eros y rivales, delanteros, porteros y entrenadores reconocen la tarea futbol¨ªstica y did¨¢ctica del genio madridista.
Jos¨¦ Emilio Santamar¨ªa (central uruguayo, compa?ero de Di St¨¦fano en el Real Madrid y amigo): ¡°Ha sido el m¨¢s completo, no el mejor de todos los que he visto. Fue un 9 o un 10 en todas las facetas del f¨²tbol. Puede que haya habido otros mejores con la derecha, con la zurda o de cabeza, pero ¨¦l era muy bueno en todo: le pegaba con los dos pies, de cabeza, corr¨ªa los 90 minutos, t¨¦cnica y f¨ªsicamente muy fuerte y, adem¨¢s, un ganador nato que lo transmit¨ªa a los compa?eros. ?Defectos? Hombre, pod¨ªa perder un bal¨®n o fallar un pase, pero eran peque?eces. Era muy exigente consigo mismo y, sin dar gritos, transmit¨ªa esa exigencia a sus compa?eros, que acababan estando a su altura. Cuando le cambiaba la cara, algo no le hab¨ªa gustado: como cuando viaj¨¢bamos en tren por la noche y le tocaba encima de las ruedas y no pod¨ªa pegar ojo. Como persona, era muy tranquilo y siempre estaba pensando en el f¨²tbol. No ten¨ªa contratos publicitarios como los futbolistas de ahora. Bueno, s¨ª, hizo una publicidad de unas medias [en las que aparec¨ªa el torso de Di St¨¦fano y unas piernas de mujer]. Hubo mucho cachonde¨ªto y la retir¨® a la ma?ana siguiente¡±.
Arrigo Sacchi (t¨¦cnico de la federaci¨®n italiana y exdirector general del Real Madrid): ¡°Yo era peque?o cuando lo vi jugar: era el hombre-equipo, un futbolista moderno con posesi¨®n de bal¨®n y sin ella, ayudaba en defensa y ten¨ªa mucho car¨¢cter. Tuve la suerte de conocerlo cuando estuve en el Madrid. Era sabio e ir¨®nico, muy cr¨ªtico porque ¨¦l fue un grande. Un d¨ªa, despu¨¦s de jugar contra el Alav¨¦s, volviendo en avi¨®n se nos acerc¨® a Butrague?o y a m¨ª y nos dijo: ¡®Rooney toc¨® un bal¨®n y marc¨® dos goles¡¯. No le gustaba porque el brasile?o Ronaldo no participaba apenas en el juego, todo lo contrario de lo que fue ¨¦l como delantero. ?l trabaj¨® todo el tiempo por y para el equipo. Construy¨® un ecosistema y fue, adem¨¢s, un gran entrenador¡±.
Jos¨¦ ?ngel Iribar (portero del Athletic): ¡°Alfredo ha sido, sin ninguna duda, el futbolista m¨¢s completo que ha existido y cada d¨ªa le he dado m¨¢s valor al hecho de haber podido jugar contra ¨¦l. Era un se?or en el campo, autoexigente y muy exigente con sus compa?eros. Yo disput¨¦ un par de partidos frente a ¨¦l y me marc¨® un gol. Lo tuve enfrente como delantero del Real Madrid y del Espanyol, ya en su ¨²ltima ¨¦poca, pero los mejores recuerdos los tengo cuando ya era embajador y luego presidente de honor del Real Madrid. Era un magn¨ªfico contador de historias, con ese acento tan singular, con esa chispa, con esa mente preclara y esa memoria prodigiosa. No s¨¦ si me gustaba m¨¢s lo que contaba o c¨®mo lo contaba, pero en esas tardes de mesa y mantel prefer¨ªa estar mudo junto a ¨¦l, Puskas y Amancio. ?l hablaba del f¨²tbol con su particular sentido del humor y su particular manera de relatar los acontecimientos. Igual es porque nosotros ¨¦ramos m¨¢s parcos en las explicaciones y por eso nos cautivaba. Pero, al mismo tiempo, era muy generoso al valorar a los compa?eros futbolistas. Ya como exjugador, cuando alguien le requer¨ªa la opini¨®n sobre un futbolista en activo, siempre emit¨ªa una opini¨®n favorable, siempre ve¨ªa algo positivo en ¨¦l y lo defend¨ªa. Fue un gran futbolista y fue un gran relator. En ambas cosas fue el m¨¢s grande¡±.
Koldo Aguirre (rival de Di St¨¦fano como futbolista del Athletic y compa?ero en la selecci¨®n espa?ola). La mejor virtud de Di St¨¦fano era la de estar siempre donde estaba el bal¨®n, fuera en ataque o en defensa o en el centro de campo. Por donde estaba la vieja estaba ¨¦l. Era tal su amor a la pelota que sab¨ªa que por donde ella anduviera estaba el f¨²tbol. Y por lo tanto all¨ª ten¨ªa que estar ¨¦l. En el terreno de juego, si Alfredo jugaba bien (que era lo habitual) al Real Madrid no le hac¨ªa falta entrenador. No paraba de hablar, de se?alar posiciones. Era un aut¨¦ntico parlanch¨ªn. No callaba. Con el rival era un se?or, pero era terriblemente exigente con sus compa?eros, desde la educaci¨®n. A m¨ª me quer¨ªa mucho, pero yo le ten¨ªa tanto respeto que apenas hablaba. Prefer¨ªa o¨ªr, escuchar. Yo era un pibe y ¨¦l ya era un se?or. As¨ª que conven¨ªa disputar con ¨¦l en el campo y aprender dentro y fuera del terreno de juego. Por algo Di St¨¦fano siempre fue Don Alfredo¡±.
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