¡°Hay que hacer el partido perfecto¡±

El seleccionador Alejandro Sabella se mostr¨® prudent¨ªsimo en la rueda de prensa previa al ¨²ltimo entrenamiento de Argentina antes de disputar la so?ada final de Maracan¨¢ contra Alemania. En un equipo con algunos de los atacantes m¨¢s talentosos del mundo, Sabella volvi¨® a insistir en las virtudes de ¡°la humildad, el sacrificio, el trabajo y la sencillez¡± que han definido a un equipo sorprendentemente s¨®lido y equilibrado a partir de cuartos de final. ¡°Para ganar a Alemania, una selecci¨®n poderos¨ªsima, hay que hacer un partido perfecto¡±, afirm¨® el entrenador argentino. Preguntado por periodistas compatriotas acerca de qu¨¦ diferencias hay entre la Argentina de hoy y la que perdi¨® por 4-0 frente a Alemania en los cuartos de final de 2010 (existiendo gran similitud entre ambos planteles), Sabella mencion¨® apenas ¡°la utilizaci¨®n de los espacios laterales¡±; ¡°somos un equipo m¨¢s conservador, que busca el triunfo por otros caminos¡±, afirm¨® tras destacar la utilizaci¨®n de cuatro volantes en lugar de los tres empleados por la selecci¨®n dirigida entonces por Diego Armando Maradona. M¨¢s claro hab¨ªa sido un rato antes el seleccionador alem¨¢n, Joachim L?w, que calific¨® de ¡°mucho m¨¢s trabajada t¨¢cticamente y fuerte defensivamente¡± al equipo argentino actual.

Sabella destac¨® del equipo alem¨¢n ¡°sus pases entre l¨ªneas, a espaldas de los volantes, y las diagonales de sus delanteros para permitir la subida de los laterales, en especial Lahm¡±. Sobre su equipo insisti¨® una y otra vez en la ¡°solidez¡± lograda y prometi¨® que sus jugadores ¡°dar¨¢n todo, como siempre, dando antes que recibiendo, perdonando antes que exigiendo, brind¨¢ndose siempre por el otro¡±. ¡°Para un partido como ese no hace falta motivar a los jugadores¡±. Rozando lo anodino, no dijo ni una palabra sobre el talento que ha definido hist¨®ricamente el f¨²tbol rioplatense. Su gran obsesi¨®n sigue siendo proteger la retaguardia y alumbrar un ecosistema en el que Messi pueda sentirse a gusto. El resto ya es cosa de la ¡®Pulga¡¯.