El grande fue el juvenil

Hace cuatro meses, el 14 de abril, el d¨ªa en el que el Barcelona juvenil gan¨® por primera vez la Champions frente al Benfica (0-3), el nombre de Munir El Haddadi (Madrid; 1995) se hizo eco en el Camp Nou. El delantero solt¨® un zapatazo desde su propio campo para marcar un gol de a¨²pa, de esos que se guardan en la memoria colectiva. Tambi¨¦n firm¨® otra diana y con eso le alcanz¨® para cobrarse un puesto de titular en el filial en detrimento de Dongou, desterrado tambi¨¦n Sanabria porque en diciembre decidi¨® firmar con Roma, que lo cedi¨® al Sassuolo. ¡°Tiene una gran proyecci¨®n, da pasos muy grandes. Estamos encantados porque cuando juega siempre aporta¡±, le elogi¨® Eusebio, entrenador del Bar?a B. Lo mismo ha apreciado Luis Enrique en esta pretemporada porque siempre le ha dado carrete, como ayer ante el Helsinki (0-6).

Persisti¨® Luis Enrique en la alineaci¨®n que utiliz¨® frente al N¨¢poles, con los retoques de Masip bajo los palos, empe?ado como est¨¢ en repartir las oportunidades y los minutos entre los porteros antes que de afianzar a uno, y de Sergi Roberto en el eje por Rakitic. Un once que evidencia la apuesta de la direcci¨®n deportiva, pues todos estaban formados en La Masia. Y todos eran del primer equipo menos un juvenil que fue el grande, Munir.

Ocurr¨ªa que hasta ahora el extremo, habitual ariete en el filial, no daba el punto y seguido a sus desmarques, sensacionales por la arrancada y por la intencionalidad. Fall¨® ante el Niza y el N¨¢poles cuatro envites con los porteros, una fatalidad extendida en el equipo porque hasta la fecha contaba dos goles en tres partidos, uno de Joan Rom¨¢n y otro de Xavi de penalti (forzado, eso s¨ª, por Munir). Pero el Helsinki no era un rival de altura, equipo sin capacidad ni aspiraci¨®n por tener el esf¨¦rico, encerrado en su ¨¢rea a verlas venir. Y a Munir no lo vieron. Tampoco a Iniesta.

Disfruta el 8 con la pizarra de Luis Enrique, que al sacar la pelota desde atr¨¢s utiliza a Busquets de tercer central para correr por los costados, el 3-5-2 que desde hace varios a?os se usa en el calcio y que potenci¨® Van Gaal en el Mundial, entre otros. Todo un abanico de l¨ªneas de pase para Iniesta: bien a la carrera de los carrileros; bien al punta; bien a las rupturas de los extremo por el interior. As¨ª, prob¨® dos asistencias infructuosas a Rafinha y Munir, pero a la tercera, de cuchara y a lo Laudrup, volvi¨® a conectar con Munir, que la caz¨® al vuelo con el empeine y la envi¨® a la red. Repiti¨® despu¨¦s, tras el quiebro de Pedro y el swing delicado de Rafinha, que puso el bal¨®n al punto de penalti, donde el punta se despeg¨® del rival con un paso lateral y puso la cabeza para estampar el bal¨®n en el palo y a la red.

Pero Munir sigui¨® a lo suyo, pues le devolvi¨® a Sergi Roberto una pared que acab¨® en gol. A la fiesta se sumaron los centrales Piqu¨¦ y Bartra, y resuelta la contienda el Bar?a desaceler¨® porque era un homenaje al exjugador azulgrana Litmanen. Tambi¨¦n se dio la rueda de cambios, tiempo para subrayar la facilidad en la composici¨®n de Rakitic, la desenvoltura de Deulofeu para descontar rivales y la potencia de Sandro, que remat¨® la goleada.