La marcha y sus espectros
La ausencia de la favorita por "envenenamiento" no impide otra victoria rusa en la prueba femenina, con Pascual octava
A orillas del Limmat, sobre un asfalto con las peligrosas cicatrices de las v¨ªas del tranv¨ªa cuidadosamente selladas con una soga para evitar torceduras dolorosas, las marchadoras caminan r¨¢pido con la preocupaci¨®n de las curvas y las ciabogas, que las toman pegadas al eje, como los marineros expertos, y con el miedo a la estrechez de algunas zonas. El circuito, dicen los atletas, es uno de los peligros de la marcha en Z¨²rich, que la ma?ana del jueves, seca pero gris, coron¨® campeona de Europa a una rusa de 24 a?os, Elmira Alembekova, capaz de un sprint sostenido de dos kil¨®metros que destroz¨® a la ucrania Lyudmila Olyanovska (la marcha ucrania, sin gran tradici¨®n, ha nacido en Z¨²rich, parece, con atletas que se entrenan en la cauc¨¢sica Kislovodsk y sus fuentes termales) y a la juvenil checa, 19 a?os, Anezka Drahotova, una chica que hace de todo y lo hace bien: el ciclismo, el fondo, los obst¨¢culos, y la marcha. Ninguna de las tres espa?olas particip¨® en la pelea por la victoria o las medallas. La mejor fue Beatriz Pascual, octava, yendo, como es habitual, de menos a m¨¢s ¡°por temor a pegar un petardazo¡±. D¨¦cima fue la joven Raquel Gonz¨¢lez, que march¨® de m¨¢s a menos, y 16? la siempre regular Mar¨ªa Jos¨¦ Poves.
Un espectro m¨¢s peligroso que el asfalto traicionero zuriqu¨¦s recorr¨ªa las aceras sin embargo, la figura de Viktor Chegin, quien para unos es un genio y para la mayor¨ªa un druida. Es el entrenador de la casi totalidad de la marcha rusa en su centro de Saransk y posee un r¨¦cord casi tan copioso como el n¨²mero de medallas ganadas por sus pupilos: 18 de entre ellos han resultado positivo por dopaje en los ¨²ltimos a?os. Por eso, Chegin est¨¢ en Z¨²rich an¨®nimo, recorriendo tras las cuerdas el circuito de la marcha sin acreditaci¨®n, pues su federaci¨®n le ha apartado oficialmente mientras la agencia antidopaje rusa le investiga. Le han visto los t¨¦cnicos de otros pa¨ªses, que le conocen bien, y tambi¨¦n varios marchadores.
Los ¨²ltimos casos en los que su nombre se ha visto envuelto han sido llamativos. Los primeros, las recientes suspensiones del campe¨®n europeo de Barcelona 2010, Stanislav Emelnayov (y su t¨ªtulo pasa al italiano Alex Schwazer, quien result¨® positivo dos a?os m¨¢s tarde), y de la actual campeona ol¨ªmpica y mundial Elena Lashmanova. El tercero, la misteriosa defecci¨®n a ¨²ltima hora de Anisya Kirdyapkina, esposa el m¨ªtico marchador Kirdyapkin y gran favorita para la prueba en la que se impuso su compatriota Alembekova, v¨ªctima aparentemenete de un ¡°envenenamiento¡±, que es como truculentamente se puede traducir del ruso ¡°intoxicaci¨®n alimentaria¡±.
En la conferencia de prensa que sigui¨® a la victoria el mi¨¦rcoles de Miguel ?ngel L¨®pez, un periodista sueco se atrevi¨® a preguntarles por las sospechas de dopaje que acompa?an siempre a la marcha rusa al segundo y al tercero, los rusos Ivanov y Strelkov, ambos supuestamente entrenados por Chegin. Cuando les tradujeron al ruso la pregunta ambos pusieron la misma cara que habr¨ªa puesto un agente del KGB si le hubieran pedido el nombre de su control. ¡°No, de doping no hablamos nunca¡±, fue la respuesta de Ivanov, plata a los 21 a?os despu¨¦s de haber sido campe¨®n del mundo a los 20 y portavoz de toda la marcha.
En la prueba de 50 kil¨®metros, donde estar¨¢ a los casi 45 a?os Garc¨ªa Bragado y tambi¨¦n el leon¨¦s Arcilla, habr¨¢ m¨¢s tiempo a¨²n para vislumbrar el espectro de Chegin por las aceras de Z¨²rich siguiendo a sus pupilos participantes y favoritos, Noskov, Ryzhov y
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