¡°Algunos se empe?an en que siempre dimitan los mismos¡±

A Vicente del Bosque (Salamanca, 1950) se le ve tan firme y sereno en la derrota como lo estuvo en las victorias. Tras el descalabro en Brasil sostiene que ha intentado ser ¡°humilde y sensato¡± y enfatiza que las ¡°intenciones y la puesta en pr¨¢ctica fue inmejorable¡±. Le han dolido algunas cr¨ªticas y ha encontrado hostilidad en algunos foros que tienen que ver ¡°con el color de las camisetas¡±, pero asegura que en la calle solo ha encontrado cari?o y comprensi¨®n. Se siente con entusiasmo y capacidad para seguir en el cargo y ahora afronta una transici¨®n, ¡°no una revoluci¨®n¡±.

Pregunta. ?Recuerda qu¨¦ hizo la noche del Espa?a-Holanda?

Respuesta. No especialmente. Supongo que reflexionar y pensar en Chile, que era un rival muy complicado. Hombre, fue una noche dif¨ªcil, como todas cuando est¨¢s acostumbrado a ganar y llega una derrota tan dolorosa y de tanta trascendencia como esa.

P. Usted insiste en se?alar que fue basada en causas deportivas¡­

R. Ellos jugaron con m¨¢s intensidad y m¨¢s calidad individual. Fuimos inferiores en el nivel de juego. No puedo se?alar una sola clave, fueron peque?as cosas, partes que hicieron un todo y nos llevaron a eso. Ellos jugaron con dos hombres muy abiertos que no supimos controlar, peque?os detalles individuales. No estuvimos bien en conjunto. Lo m¨¢s llamativo es que entrenamos bien y el comportamiento fue magn¨ªfico, incluso los cuatro d¨ªas antes de Australia. Los jugadores tuvieron una actitud magn¨ªfica, no era f¨¢cil.

P. ?Nunca advirti¨® pistas de lo que pod¨ªa suceder?

R. No, no, no. Nunca. Entrenamos muy bien, les vi muy metidos. No hubo nada. Hombre, si entras en detalles¡­ puedes pensar,Diego Costa no lleg¨® al cien por cien¡­ Pero no quiero focalizarlo, ser¨ªa injusto. No quiero disculparlo, pero creo que no conectamos con ¨¦l, no nos acostumbramos a ¨¦l como deb¨ªamos. Pero seguramente no lleg¨® en plenitud. Diego es un chico majo y agradable, que se integr¨® perfectamente.

P. ?Le escuece no haberse dado cuenta de lo que pod¨ªa suceder?

R. No lo vi venir, no tuve indicios, es cierto, pero no por dejadez ni por mala planificaci¨®n. Las intenciones y la puesta en pr¨¢ctica fueron inmejorables. Tras la derrota contra Holanda, nos convertimos en un equipo d¨¦bil y contra Chile, la primera jugada del partido la terminamos en los pies de Iker, un mal s¨ªntoma. Ah¨ª s¨ª vi que aquello no funcionaba. Nos cost¨® hasta mantener el bal¨®n en zonas de seguridad porque ellos siempre jugaron con una intensidad mayor en defensa y en ataque. Siempre.

¡°No me arrepiento de ser considerado con todos, aunque tal vez Xavi no lo entendiera¡±

P. ?Cree que usted fue d¨¦bil con el grupo?

R. No, la fortaleza de un entrenador no es poner o quitar a nadie. No me arrepiento de ser considerado con todos, aunque alguno como Xavi tal vez no lo entendiera. A Xavi no le quitamos contra Chile porque hubiera jugado mal ante Holanda, sino porque pensamos que era mejor vaciar el medio campo por dentro y meter m¨¢s gente por delante de la pelota para no facilitar su presi¨®n

P. ?Xavi no lo entendi¨®?

P. Hombre, al principio no mucho. Luego, creo que s¨ª.

P. ?Y qu¨¦ pas¨® con Villa, sustituido ante Australia en el que era su ¨²ltimo partido internacional?

R. Primero le llevamos y despu¨¦s le pusimos contra Australia. No quer¨ªamos destruir el medio campo y optamos por la soluci¨®n de cambiarle a ¨¦l. Yo no sab¨ªa que no iba a volver a la selecci¨®n, a m¨ª nadie me lo hab¨ªa dicho. ?Ustedes lo hab¨ªan o¨ªdo de boca de alguien? A m¨ª al menos no me lo dijo. Pero bueno, aunque me lo hubiera dicho no era un partido de homenaje. Asumo un detalle malo por mi parte.

P. En el batacazo ante Holanda, aline¨® a cinco jugadores del Bar?a cuando el equipo azulgrana hab¨ªa demostrado su debilidad en el tramo final de la temporada.

¡°En algunos foros he visto hostilidad, pero en la calle la gente ha sido cari?osa¡±

R. S¨ª, pero los que terminaron la Liga felizmente tambi¨¦n tuvieron una reca¨ªda, ?no?

P. ?La herida se cura o lo de Brasil lo llevar¨¢ siempre en carne viva?

R. En el f¨²tbol no puedes vivir de las derrotas y de las victorias eternamente, tenemos que pasar p¨¢ginas y buscar nuevas ilusiones. En 2010 no nos volvimos locos en la victoria y no debemos perder la cabeza en la derrota. En 2010 recordamos muchas veces la suerte que tuvimos para llegar a conseguir el t¨ªtulo, en momentos claves y puntuales. Pues es la misma que no tuvimos en Brasil. Y si le sumas que entonces hicimos muchas peque?as cosas bien y este hemos hecho muchas mal¡­

P. ?Cu¨¢l fue su mayor error?

R. He ido mucho a la g¨¦nesis, a la lista. Y sigo pensando que no variar¨ªa mucho de la que la mayor¨ªa de la gente hubiera hecho. ?La alineaci¨®n inicial? No difer¨ªa mucho de la que votaron los lectores de un peri¨®dico el d¨ªa antes, era la misma. As¨ª que tampoco hicimos cosas muy raras. Sali¨® mal, es cierto. Pero insisto otra vez, en el deporte estas cosas pasan. Y algunos no han sido muy deportivos al vivir la derrota. Nosotros s¨ª, de lo contrario, no hubi¨¦ramos soportado los cuatro d¨ªas antes de Australia. Eso es un ejemplo de convivencia. El grupo es magn¨ªfico, m¨¢s all¨¢ de lo que se diga.

P. ?Le han dolido las cr¨ªticas?

R. Me han dolido algunas cr¨ªticas. Alg¨²n compa?ero suyo calific¨® de miserable la derrota. En el deporte no hay derrotas con comportamiento miserable. Fue un desastre, jugamos mal, pero miserables no fuimos. ¡°Clima irrespirable¡±, escribi¨® otro no s¨¦ d¨®nde. ?Qu¨¦ clima irrespirable? Tenemos un grupo magn¨ªfico. Hombre, alg¨²n d¨ªa alguien pone mala cara, es inevitable, todos quieren jugar pero fueron cosas m¨ªnimas. Se dio alcance de gravedad una tonter¨ªa absurda que no tuvo categor¨ªa ni de bronca, como lo del peto de F¨¤bregas, que no fue nada¡­ Bueno, si quieres hacer da?o encuentras excusas, pero es mentira, el grupo vivi¨® de maravilla. Ni la convivencia fue mala ni el comportamiento miserable.

P. ?Volver¨¢ el hambre ahora que han perdido?

R. El f¨²tbol no es para los condescendientes y los que se apoltronan. A estos niveles es para gente con entusiasmo.

P. ?Usted lo tiene? Despu¨¦s del Mundial parec¨ªa muy decidido a dejarlo, muy hundido.

R. Si no lo tuviera me hubiera ido. Cuando terminamos el campeonato trat¨¦ de ser humilde y sensato. Adem¨¢s, estaba todo el mundo pidiendo mi dimisi¨®n, no pod¨ªa ser ajeno a eso. Algunos siempre est¨¢n empe?ados en que dimitan los mismos. Pase lo que pase si vemos que el equipo no coge cuajo y somos nocivos, no vamos a estar blindados. No lo veo como algo dram¨¢tico. Se trata de valorar la capacidad, la laboriosidad y el entusiasmo. Capacidad no s¨¦ si tengo, pero entusiasmo y laboriosidad s¨ª, no lo duden.

P. ?Si hubiera visto un relevo muy claro lo hubiera dejado?

R. No, no tiene que ver porque la elecci¨®n de un sustituto no depende de m¨ª. Cuando uno est¨¢ en una tarea lo principal es sentirte imprescindible aunque luego sepamos que no lo eres. Uno debe sentir que no hay nadie mejor para esa tarea.

¡°Capacidad no s¨¦ si tengo, pero entusiasmo y laboriosidad s¨ª¡±

P. Cuando regres¨® de Brasil, ?qu¨¦ not¨® en la gente? ?fue muy diferente el trato al que recibi¨® hace cuatro a?os?

R. No crean. Me mov¨ª entonces en los mismos lugares que ahora y solo he sentido comprensi¨®n y cari?o. S¨ª es cierto que en algunos foros he encontrado hostilidad, pero en la calle la gente ha sido cari?os¨ªsima.

P. La derrota en Brasil ha puesto el estilo en duda. ?Le sorprende?

R. No, es normal. No solo hay un estilo, hay muchos, y nunca hemos renunciado a nada. Pero tenemos que someternos a lo que nos marcan los jugadores y se ha producido un mimetismo entre el pasado y los que vienen que no podemos cambiar mucho. Nos gusta el manejo, las transiciones r¨¢pidas, el juego en corto y el bal¨®n en largo. El menosprecio viene del color de las camisetas. A nosotros nos han querido hacer da?o por la asociaci¨®n con el Barcelona. Pero no solo es el Bar?a el que va por ese camino, es el f¨²tbol espa?ol. A algunos les envenena vernos. Es su problema. Pero no debemos olvidarnos de lo que nos ha llevado al ¨¦xito. El camino est¨¢ claro. Las dudas no son buenas.

P. ?No ser¨¢ que el equipo se lo crey¨® demasiado?

R. Yo creo que no, y precisamente los que dec¨ªan que ¨ªbamos a ganar otra vez han sido los m¨¢s severos en la cr¨ªtica. Nos tacharon de demasiado pesimistas pero ¨¦ramos realistas cuando record¨¢bamos que era muy dif¨ªcil. Bien es verdad que no cumplimos el m¨ªnimo de expectativas.

P. ?Se ha sentido solo?

R. Me he sentido muy arropado, familiar y profesionalmente.

P. Ahora llega una fase de clasificaci¨®n para la Eurocopa 2016 muy poco atractiva, sin margen para el error y con gente nueva. ?No arriesga demasiado?

¡°Casillas est¨¢ en una situaci¨®n ambigua. Seguro que lo est¨¢ pasando mal¡±

R. Si hubi¨¦ramos hecho un campeonato mejor, la lista de ahora no hubiera cambiado mucho. El sentimentalismo del que nos han acusado no es malo. Nos fortalece. No hablamos de reliquias, sino de futbolistas en activo. Las personas del f¨²tbol le damos valor a las tradiciones. ?Por qu¨¦ vamos a ser desconsiderados con futbolistas en activo? Son h¨¦roes. Xavi o Alonso son h¨¦roes del futbol espa?ol. Est¨¢n en vigor en el Bar?a y el Bayern. Ahora no se trata de hacer una revoluci¨®n, pero s¨ª una transici¨®n y estamos obligados. De hecho, ya lo hemos ido haciendo desde 2008. Busquets es el ejemplo, fue el relevo de Senna, que fue el mejor de la Eurocopa ganada en Viena. El f¨²tbol requiere sangre nueva. Cuando se gan¨® en 2008 se quedaron fuera tres: Navarro, Palop y Sergio Garc¨ªa. Los dem¨¢s vinieron todos, pero acabamos renovando hasta que empez¨® a venir gente como Busi, Piqu¨¦¡­ No creamos que hay tantos para hacer la revoluci¨®n, entre otras cosas porque del grupo del Mundial siguen en la ¨¦lite pr¨¢cticamente todos. Recuerdo a la selecci¨®n espa?ola siempre mirando al futuro y yo prefiero mirar el presente con perspectiva.

P. ?Hay l¨ªderes para la transici¨®n?

R. Los l¨ªderes van apareciendo, siempre hay algunos escondidos por la presencia de otros m¨¢s potentes.

P. ?Ha hablado con Casillas para saber si a¨²n tiene entusiasmo, si ayudar¨¢ a liderar la transici¨®n?

R. No, no he hablado con ¨¦l. Iker est¨¢ en una situaci¨®n ambigua, seguro que lo debe estar pasando mal. Pero no quiero entrar en el d¨ªa a d¨ªa de los clubes. El otro d¨ªa estuve en Cardiff, en la final de la Supercopa de Europa di la mano al presidente del Madrid y le felicit¨¦. Bueno, pues algunos medios me acusaron de descort¨¦s por no saludarle. ?Ustedes creen que le salud¨¦? Pues claro que s¨ª, le di la mano y la enhorabuena. Lo que qued¨® es que soy un malnacido. ?Por qu¨¦? Por hacer da?o.

P. ?Qu¨¦ es lo que m¨¢s le preocupa ahora?

R. Estamos en fase de reactivar todo, de que se entienda que venir a la selecci¨®n es un aliciente, no una rutina. Los j¨®venes lo entienden, pero los que llevan m¨¢s tiempo lo deben asumir.

P. ?Esperan tiempos duros?

R. No, tengo confianza. Tenemos gente como Iniesta, Cesc, Silva, Busi, Ramos, Alba, Piqu¨¦¡­ en plenitud. Y, adem¨¢s, vienen jugadores que han sido campeones de Europa Sub 21. No debemos ser nost¨¢lgicos ni esclavos del pesimismo. Hay que tener un equilibrio. Desde el 92 hemos estado en todos los grandes torneos. Son muchos a?os en la ¨¦lite. Esa la motivaci¨®n que nos mueve.