Espa?a se queda a medias
La selecci¨®n iguala 1-1 con Brasil tras tener bola para 0-2 en un cruce marcado por las advertencias del ¨¢rbitro al p¨²blico local
Espa?a tendr¨¢ que luchar hasta el domingo para intentar mantenerse en el Grupo Mundial de la Copa Davis: la victoria de Roberto Bautista (6-0, 6-1 y 6-3 a Rogerio Dutra Silva) y la derrota de Pablo And¨²jar (6-3, 7-6, 4-6, 5-7 y 3-6 ante Thomaz Bellucci) pusieron el 1-1 en la eliminatoria de promoci¨®n que enfrenta a los jugadores de La Armada con los del equipo americano. El castellonense impuso sus galones, que son los del n¨²mero 15 mundial, ante el n¨²mero 201. Al conquense, que debutaba en la competici¨®n y tuvo punto de partido, se le atragant¨® un duelo lleno de curvas, en el que tuvieron que intervenir el supervisor, tanto era el ruido con el que el p¨²blico interrump¨ªa el juego, y el juez de silla, tan contrarios al reglamento eran los desconcertantes movimientos que hac¨ªa Bellucci entre saque y saque.
And¨²jar gestion¨® con valent¨ªa la tensi¨®n del duelo, los abucheos del p¨²blico y las desilusiones del encuentro, y aliment¨® su casillero con lo mejor de su repertorio: movilidad, punzante rev¨¦s, intensidad de piernas y un muy estimable timing para atacar los segundos saques de Bellucci. El zurdo brasile?o, observado desde la grada por Guga Kuerten, levant¨® una bola de partido (¡°?Brasil! ?Brasil!¡±), peg¨® mucho cuando pudo y fall¨® bastante cuando le obligaron a moverse y tirar sin buenos apoyos. Su potente saque acab¨® haciendo la diferencia en un pulso que qued¨® marcado por la bola de partido de la que disfrut¨® And¨²jar en la cuarta manga. Tras un largo peloteo, la pelota del brasile?o bes¨® por un mil¨ªmetro la l¨ªnea de fondo. Es posible que al conquense ya no le abandonara el fantasma de lo que pudo ser y no fue, porque se vio levantando los brazos y acab¨® baj¨¢ndolos, y con ese sinsabor lleg¨® hasta una derrota amarga, porque la selecci¨®n se vio salvada y ahora tendr¨¢ que competir hasta el ¨²ltimo aliento para no perder la categor¨ªa.
Antes, la victoria de Bautista. El castellonense, que no ten¨ªa ninguna victoria en la competici¨®n por equipos, afront¨® el encuentro con el aplomo de un veterano. Ganador de dos torneos en 2014, sobre tierra y hierba, y con el top-10 entre ceja y ceja, el espa?ol impuso su drive y volvi¨® a dejar pistas de que es un tenista con las ideas claras. Jugador de maduraci¨®n tard¨ªa, a los 26 a?os transmite todas las se?ales de ser un competidor que sabe lo que quiere y est¨¢ dispuesto a hacer lo que toca para conseguirlo. Para empezar, Bautista acaba de contratar a Javier Piles como entrenador. No hay mejor retrato de su ambici¨®n que el haber firmado al t¨¦cnico que esculpi¨® durante 15 temporadas a David Ferrer, un entrenador conocido por su alt¨ªsimo grado de exigencia, su capacidad para afinar el cuerpo de sus pupilos y su sabidur¨ªa estrat¨¦gica.
Nada de eso fue necesario ante Silva, un buen tenista atenazado por el peso de la casaca brasile?a y encadenado por la responsabilidad de que su seleccionador le elija por delante de compatriotas con mejor r¨¢nking. El rev¨¦s a una mano del brasile?o hizo el mismo da?o que si empu?ara una pistola de agua. Aculado, lejos de la l¨ªnea de fondo, cedi¨® tanto espacio como para que el espa?ol se atreviera a subidas a la red, cuando nunca se distingui¨® por las voleas. Los escasos aciertos de Dutra Silva fueron celebrados a lo grande por la grada, donde las muchas sillas vac¨ªas quedaron compensadas por gargantas apasionadas.
Los decibelios subieron cuando Bellucci pis¨® el albero. Para el equipo local, la estrategia est¨¢ clara, y no pasa por las victorias de Dutra Silva. Todo est¨¢ fiado a su prestigiosa pareja de dobles y a su n¨²mero uno, que ante And¨²jar dej¨® las huellas de un tenista ciclot¨ªmico, capaz de desatar una tormenta y de ser un simple charco. Esos son los peligros a los que se enfrenta Espa?a, capitaneada por Carlos Moy¨¤, para evitar el primer descenso desde 1.995.
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