¡°Fue incre¨ªble el apoyo de la gente¡±
El campe¨®n dice que solo pens¨® en ganar tras verse bien en Valdelinares y en la contrarreloj
Se visti¨® de rojo, de blanco y de peregrino. De rojo, por l¨ªder final, de blanco por la clasificaci¨®n de la combinada y de peregrino porque, l¨®gicamente, tocaba, acabando en un Santiago atestado de curiosos y viandantes, unas con la concha al cuello, otros con lo de dentro de la concha en la barriga. Era un Contador feliz porque dec¨ªa que no las ten¨ªa todas consigo cuando comenz¨® su camino de Santiago junto a todos los dem¨¢s. ¡°Yo no me ve¨ªa luchando por la general¡±, asegur¨®, porque temi¨® por su rendimiento, porque ten¨ªa dudas frente a sus rivales, porque dudaba de su capacidad de recuperar el tiempo perdido.
Desde el principio pareci¨® que la historia de Contador era un historia de superaci¨®n. Dos meses despu¨¦s de caerse en el Tour el ciclista madrile?o ganaba la Vuelta. ?Qu¨¦ m¨¢s se puede pedir en un deporte tan malparado por los vientos de la tormenta? Contador, el ¨ªdolo, el mejor corredor del mundo, aparec¨ªa en la Vuelta m¨¢s exigente, como el gigante doliente, el hombre que se enfrentaba a lo desconocido. Como Chris Froome, y como todos aquellos que hab¨ªan dado con sus huesos en el suelo.
Ha copiado la dial¨¦ctica del f¨²tbol; su ¡°etapa a etapa¡± sonaba a ¡°partido a partido¡±
¡°No pensaba en la general¡±, insiti¨® al principio y al final, Valdelinares de por medio. Nadie se lo crey¨® en el pelot¨®n. Nadie cre¨ªa que Contador hubiera acudido a la cita de la Vuelta sumido en la incertidumbre. ¡°Est¨¢ bien¡±, dec¨ªan unos; ¡°no est¨¢ al cien por cien, pero est¨¢ suficientemente preparado para ganar. Si no, no hubiera venido¡±, dec¨ªa la mayor¨ªa. ?l dijo tras ganar la carrera que su m¨¢xima es la misma de siempre: ¡°Querer es poder¡± . Y quiso y pudo.
Contador ha copiado la dial¨¦ctica del f¨²tbol. Su ¡°vamos a ver etapa a etapa¡±, sonaba a ¡°partido a partido¡±, a ¡°once contra once¡±, a ¡°no hay rival peque?o¡±. Un lenguaje simbi¨®tico entre f¨²tbol y ciclismo, en el que se entiende lo mismo: nada que decir, nada que hablar, nada que debatir. Pero Contador, sin estar a tope, estaba a tono. Y el tono sirvi¨®. Y sobr¨®.
Contador no ha fallado en ninguna etapa. Al principio, en monta?as explosivas, pero poco exigentes, pudo ceder algunos metros como los guionistas conceden algunas pistas en las pel¨ªculas de misterio. Postas falsas. ¡°Pero en general me he encontrado bien y mis recuerdos afectan a todas las etapas, pero es cierto que haber ganado las dos etapas m¨¢s importantes en La Farrapona y Ancares ha sido definitivo para ganar esta carrera¡±.
Contador se agarra al apoyo popular. ¡°Ha sido impresionante ver el apoyo que me ha dado la gente, algo que se valora mucho cuando las cosas empiezan mal. No tengo m¨¢s que agradecimiento¡±. Antes, el pinte?o hab¨ªa ofrecido el ramo de flores, el ¨²ltimo, el de campe¨®n, al ap¨®stol Santiago, sin necesidad de guardar las largas colas que durante todo el d¨ªa frenaban el acceso a la Catedral.
Sin estar a tope, estaba a tono. Y el tono sirvi¨®. Y sobr¨®. No ha fallado ni un solo d¨ªa
Era un Contador feliz, que no desvel¨® si volver¨¢ a la Vuelta. ¡°Aunque las tres veces que he venido y he ganado han sido victorias importantes, como esta, ante grandes ciclistas, grandes rivales, pero si vengo ser¨¢ con la misma intenci¨®n¡±. Es dif¨ªcil extraer alguna iron¨ªa, alguna hip¨¦rbole en Contador, siempre tan medido, salvo en la bicicleta, especialmente cuando se ve perdido o perseguido o alterado. Su discurso es siempre de una felicidad contenida, educada. La sonrisa cuando gana y cuando pierde, m¨¢s o menos mullida, m¨¢s o menos torcida. Ayer, recta, mientras se echaba la noche en Santiago, para repetir: ¡°No me ve¨ªa en condiciones de luchar por la general. Fue a partir de la etapa de Valdelinares (bajo la tormenta) cuando, unido a la contrarreloj de Borja, me di cuenta de que mi visi¨®n de la carrera pod¨ªa cambiar¡±.
Con la calma de la noche, del ¨¦xito, de la tranquilidad, Contador decidi¨® enso?ar: ¡°No s¨¦ lo que har¨¦ m¨¢s adelante, pero mi sue?o ser¨ªa correr alguna vez las tres grandes en el mismo a?o, aunque creo que todav¨ªa no es el momento. Pero es uno de mis sue?os¡±.
El de Santiago se lo llev¨® en su maillot rojo, y en el blanco y en el traje de peregrino. Vino desde lejos, desde Jerez, pasando por todas partes. No fue un camino f¨¢cil. Para ¨¦l ni para nadie.
El a?o exitoso de Contador
El corredor madrile?o, nacido en Pinto hace 31 a?os, cierra con su triunfo en la clasificaci¨®n general de la Vuelta a Espa?a la temporada m¨¢s exitosa desde su suspensi¨®n de dos a?os por dopaje, que finaliz¨® el 5 de agosto de 2012 y que le quit¨® retroactivamente el Tour de Francia del 2010 y el Giro de Italia del 2011. El ciclista de Pinto lleva nueve victorias individuales en lo que va de a?o, su tercer mejor registro por detr¨¢s de los cursos de 2008 (10 victorias) y de 2009 (11).
Contador inici¨® su temporada triunfal en febrero en la Vuelta a Algarve, en Portugal, donde logr¨® una victoria ?parcial y termin¨® segundo de la clasificaci¨®n general. El ciclista madrile?o venci¨® un mes despu¨¦s, en marzo, en Italia, en la Tirreno Adri¨¢tico, donde consigui¨® dos victorias parciales m¨¢s la clasificaci¨®n general ante Quintana y su compa?ero Kreuziger. Contador prosigui¨® su racha de ¨¦xitos en la Volta a Catalu?a, donde finaliz¨® segundo de la general, por detr¨¢s de Purito Rodr¨ªguez. El l¨ªder del Tinkoff se impuso en abril en la Vuelta a Pa¨ªs Vasco, con una victoria parcial de etapa. El espa?ol finaliz¨® su preparaci¨®n para el Tour de Francia con una segunda posici¨®n en la clasificaci¨®n general de la Dauphin¨¦-Lib¨¦r¨¦, en el mes de junio.
Alberto Contador lleg¨® en plena forma al Tour y con el cartel de m¨¢ximo favorito al triunfo en Par¨ªs, pero se cay¨® durante la d¨¦cima etapa en una bajada del puerto del Petit Ballon en los Vosgos. Se rompi¨® la meseta tibial de la pierna derecha que le provoc¨® su abandono de la ronda gala. Reapareci¨® en la Vuelta, gan¨® dos etapas, en La Farrapona y en los Ancares, y la victoria en la general le convierte en el n¨²mero uno del ciclismo mundial, seg¨²n la clasificaci¨®n oficial.
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