¡°Necesito algo para cuando el f¨²tbol no est¨¦¡±
Natalia Pablos, delantera del Bristol Academy y de Espa?a, reflexiona sobre deporte femenino Meti¨® los doles goles en el triunfo que dio a la selecci¨®n su primera clasificaci¨®n para un Mundial
El a?o pasado Natalia Pablos (Madrid, 28 a?os) no esperaba ninguna llamada de la selecci¨®n espa?ola. Cinco a?os antes hab¨ªa sido ella quien le hab¨ªa dicho que no a Ignacio Quereda, entrenador nacional, porque no era capaz de estudiar para los ex¨¢menes de Magisterio en las concentraciones de la selecci¨®n. ¡°Soy muy realista y s¨¦ c¨®mo est¨¢ el deporte femenino. He vivido el f¨²tbol siempre con pasi¨®n. Me encanta, no falto un d¨ªa a entrenar y he dejado muchas cosas para dedicarme a ello, pero en mi pasi¨®n por el f¨²tbol intento meter la realidad de la vida. Y la realidad es que yo necesito algo cuando el f¨²tbol no est¨¦¡±, reflexiona, por tel¨¦fono, desde su casa de Bristol, la ciudad donde vive desde que hace dos temporadas fichara por el Bristol Academy.
A pesar de los a?os de ausencia, la vuelta de Natalia Pablos a la selecci¨®n se produjo en forma de cicl¨®n. Hace 10 d¨ªas, sus dos goles contra Ruman¨ªa clasificaron a Espa?a por primera vez para un Mundial, el que se celebrar¨¢ el pr¨®ximo verano en Canad¨¢. La delantera, adem¨¢s, termin¨® la fase previa con la segunda mejor cifra goleadora de todas las jugadoras, con 12 tantos en 10 encuentros.
De sus palabras se desprende un realismo impropio de una figura que ha hecho historia en el deporte femenino. ¡°Cuando eres peque?a siempre te ilusionas y piensas: ¡®Esto cambiar¨¢ e ir¨¢ a mejor¡¯. De hecho, ha ido a mucho mejor, pero nunca podremos estar al mismo nivel que los chicos¡±, lamenta.
Su pragmatismo contrasta, por ejemplo, con la ambici¨®n de Vero Boquete, capitana y otra de las figuras claves del equipo. Se refiere a ella como una de las pocas jugadoras que igual se podr¨ªa permitir despreocuparse de su futuro cuando cuelgue las botas. ¡°Vero Boquete est¨¢ en una situaci¨®n privilegiada, pero se lo est¨¢ trabajando. Ha decidido esto, ha luchado por ello y es ambiciosa para querer vivir del f¨²tbol. Ella vive de forma completamente distinta de m¨ª. Vive por y para el f¨²tbol. Yo he elegido poder jugar y estudiar¡±. La madrile?a se licenci¨® hace cuatro a?os y ahora acude cada d¨ªa a una academia de ingl¨¦s.
La clasificaci¨®n para el Mundial va ayudar a nuestro deporte
La carrera de Natalia Pablos ha evolucionado en paralelo a la del f¨²tbol femenino en Espa?a. Desde su primer recuerdo con un bal¨®n, a los seis a?os, en la plaza Agust¨ªn Lara del madrile?o barrio de Lavapi¨¦s, hasta el hist¨®rico d¨ªa contra Ruman¨ªa, han pasado 22 a?os. Despu¨¦s del recuerdo callejero, el idilio de Natalia con el bal¨®n continu¨® en un equipo masculino de f¨²tbol-sala. All¨ª estuvo hasta que pas¨® a la categor¨ªa infantil, donde ya no se permiten equipos mixtos. Entonces empez¨® a entrenar en La Chopera, en el Retiro, en la primera escuela de f¨²tbol femenino de Madrid, en el equipo que acab¨® convirti¨¦ndose en el Rayo Vallecano: ¡°Mi entrenador y el delegado del club fueron a hablar con Teresa Rivero y como en aquella ¨¦poca era la ¨²nica presidenta de un club de f¨²tbol le gust¨® mucho la idea¡±.
Vero Boquete vive por y para su carrera. Yo he elegido poder jugar y estudiar"
Entonces los campos eran de tierra y los balones duros como una piedra. Empezaron jugando en preferente, pero en unos a?os escalaron hasta la m¨¢xima categor¨ªa. En Vallecas Natalia pas¨® la mayor¨ªa de su carrera deportiva, donde se molde¨® la goleadora en la que se ha convertido. ¡°He tenido bastante suerte con los entrenadores porque siempre han sido personas cualificadas. Pero al principio la mayor¨ªa de los equipos ten¨ªan t¨¦cnicos no cualificados, o que incluso era el padre de alguna de las jugadoras¡±, recuerda.
En este tiempo el f¨²tbol femenino ha evolucionado mucho. En la ¨²ltima d¨¦cada el n¨²mero de licencias ha pasado de 10.000 a 40.000. Sin embargo, sigue sin contar con una Liga profesional. ¡°Se podr¨ªa progresar un poco m¨¢s r¨¢pido, pero no s¨¦ cu¨¢l es la llave para hacerlo. Todo el mundo deber¨ªa poner un poco de su parte. Federaci¨®n, clubes, medios de comunicaci¨®n, patrocinadores; pero es dif¨ªcil encontrar todo este tipo de cosas si el f¨²tbol femenino espa?ol al final no genera dinero y no tiene ¨¦xitos en Europa y en el mundo¡±, analiza. ¡°Creo que ahora, el momento que hemos vivido con la selecci¨®n va a ayudar al f¨²tbol femenino. Pero va muy lento. Necesitamos hacer muchas cosas extras para que un d¨ªa se pueda conseguir tener una Liga profesional¡±, advierte.
El f¨²tbol femenino podr¨ªa progresar m¨¢s, pero no s¨¦ cu¨¢l es la llave
Natalia sabe que ha sido una afortunada porque es de las pocas jugadoras espa?olas que vive del f¨²tbol desde hace a?os. En el Rayo, recibi¨® su primer sueldo. ¡°Fueron 40.000 pesetas, que me sirvieron para mis gastos. Y luego tuve la suerte de que cada a?o fue aumentado, hasta 2.000 euros en la mejor ¨¦poca¡±.
En Bristol, Natalia no solo se ha encontrado con un f¨²tbol m¨¢s f¨ªsico que el de Espa?a, sino con unas condiciones mucho m¨¢s favorables para el deporte femenino. ¡°En Inglaterra el f¨²tbol es pasi¨®n, igual que en Espa?a, pero se respira igual tanto para las chicas como para los chicos. Quiz¨¢ no est¨¦n al mismo nivel de p¨²blico y dinero, pero dan much¨ªsimas facilidades, la Liga es m¨¢s competitiva y se gana m¨¢s por la sencilla raz¨®n de que es semiprofesional¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.