La Real baja al Valencia a la tierra
El equipo donostiarra exige la versi¨®n m¨¢s defensiva de los de Nuno y de su portero Alves (1-1)
Hab¨ªa en Anoeta un debate entre el presente y el pasado. La historia amenazaba al Valencia, que hab¨ªa perdido los seis ¨²ltimos enfrentamientos con la Real tanto en San Sebasti¨¢n como en Mestalla, y la actualidad asustaba a la Real, que se enfrentaba a un rival que ha iniciado el campeonato como una bala. Pero los partidos tienen vida propia y no saben de calendarios ni de horarios. La Real es un equipo hiperactivo en ataque y espeso en defensa, lo que le convierte en un grupo muy desequilibrado que asusta en las dos ¨¢reas. Ayer nivel¨® la balanza por la presencia de Zurutuza, que mide a la perfecci¨®n el balance entre ataque y defensa.
Al Valencia s¨ª le pesaban los fantasmas de la historia. Es un equipo seminuevo, con una propuesta interesante, pero en Anoeta le pes¨® la timidez. Con Parejo asfixiado por la presi¨®n de la Real y Javi Fuego convertido en un tercer central, su f¨²tbol se deshilachaba, solo confiado al esp¨ªritu depredador de sus dos laterales, sobre todo Gay¨¤, impetuoso aunque impreciso.
R. SOCIEDAD, 1 - VALENCIA, 1
Real Sociedad: Zubikarai; Zaldua, Elustondo (Mikel Gonz¨¢lez, m. 71), ??igo Mart¨ªnez, De la Bella; Bergara, Zurutuza (Granero, m. 70); Vela, Xabi Prieto, Canales; Agirretxe (Finnbogason, m. 78). No utilizados: Bardaj¨ª; Gazta?aga, Castro, Rub¨¦n Pardo.
Valencia: Diego Alves; Barrag¨¢n, Mustafi, Otamendi, Gay¨¢; Parejo (Orb¨¢n, m. 81), Javi Fuego; Rodrigo, Andr¨¦ Gomes (Filipe Augusto, m. 45), Carles Gil (Feghouli, m. 45); Alc¨¢cer. No utilizados: Yoel; Vezo, De Paul, Ib¨¢?ez.
Goles: 0-1. M. 15. Carles Gil. 1-1. M. 36. Canales.
?rbitro: Iglesias Villanueva. Amonest¨® a Andr¨¦ Gomes, Otamendi, De la Bella, Vela, Javi Fuego, Feghouli, Gay¨¢ y Bergara.
Anoeta. Unos 25.000 espectadores.
Y la Real se hizo con el partido con una mezcla de actitud y v¨¦rtigo, suficiente para encajonar al Valencia y convertir a Paco Alc¨¢cer en un islote abandonado en el medio de la nada. Se engrandeci¨® la figura del portero Diego Alves, ¨¢gil, inteligente y contundente para estirarse ante los disparos de Vela, de Agirretxe y convertir el ¨¢rea peque?a en un territorio vedado. Y, as¨ª, colgado de los brazos de su portero, sobreviv¨ªa el Valencia hasta que vol¨® a trav¨¦s de la cabeza de Alc¨¢cer, que caz¨® un centro de Rodrigo para dejar el bal¨®n a los pies de Carles Gil y cobrarse un gol tan sorprendente como bello.
No es habitual que siendo tu portero el mejor, te pongas por delante en el marcador. No es habitual, pens¨® la Real, hacerlo todo bien y, sin embargo, que todo salga tan mal. Presionaba mejor, tocaba mejor, remataba mejor el equipo de Arrasate, con Zurutuza de zapador y Canales de agitador oficial. Pero al cuarto de hora venc¨ªa el equipo de Nuno en su primera y ¨²nica llegada al ¨¢rea de un aburrid¨ªsimo Zubikarai. Fue un bello gol, con la belleza de la sencillez y la eficacia.
Parec¨ªa que el presente se impon¨ªa a la historia, aunque fuera a trancas y barrancas. Pero ??igo Mart¨ªnez cabece¨® un c¨®rner que salv¨® en la raya Gay¨¤. Mientras ??igo Mart¨ªnez reclamaba el gol, Canales enrosc¨® un centro al ¨¢rea al que trat¨® de llegar Agirretxe perseguido por Mustafi. Nadie toc¨® el bal¨®n y ¨¦l solito entr¨® ante la cara boquiabierta de Alves, que esperaba cualquier cosa menos eso.
Con Zurutuza de zapador y Canales de agitador, el conjunto de Arrasate jug¨® mejor
Tan palidecido estaba el Valencia y disgustado su entrenador, Nuno, que en el descanso movi¨® dos piezas y alter¨® el dibujo. Feghouli y Augusto dejaron en el vestuario a Andr¨¦ Gomes y Carles Gil con la mirada puesta en dar m¨¢s profundidad al equipo con el argelino en la derecha y adelantar a Parejo aunque solo fuera para saludar de vez en cuando al abandonado Alc¨¢cer. La vida propia del partido dio un vuelco. La Real volvi¨® a dominar el ¨¢nimo del juego, pero sin ocasiones, sin exigirle m¨¢s a Dani Alves que una carrera de Finnbogason que el island¨¦s resolvi¨® como un colegial asustado.
El Valencia, con menos dominio, pero mejor contragolpe, decidi¨® despertar del letargo a Zubikarai. Gay¨¤, con su velocidad, y Alc¨¢cer, con su inteligencia, fabricaron todo lo que hab¨ªan atrasado en la primera mitad. Se igual¨® la segunda mitad. Lo m¨¢s hermoso ocurri¨® en el tiempo de prolongaci¨®n. Ocasi¨®n de Mustafi que salva Mikel Gonz¨¢lez; ocasi¨®n de Canales que salva Mustafi. La historia y el presente se dieron la mano y se citaron para otra ocasi¨®n. La de ayer qued¨® en tablas.
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