T¨¦vez est¨¢ radiante
De todas las versiones que he visto de ¨¦l, donde creo que se encuentra en el lugar ideal para explotar todas sus virtudes es ahora, con el Juventus
Carlos T¨¦vez est¨¢ radiante. En el pico de su rendimiento. En un maravilloso estado de forma. ?gil, fresco, l¨²cido ante el gol. De todas las versiones que he visto de ¨¦l, donde creo que se encuentra en el lugar ideal para explotar todas sus virtudes es ahora, con el Juventus.
Hubo versiones excelentes de T¨¦vez. La de Boca, la de Corinthians, la del tipo que se rebelaba contra la adversidad en el West Ham sacando ese barrio que lleva dentro, eso que es muy suyo y que tanto encanto produce en Argentina, en donde se le equipara al trabajador, al obrero, al que por ah¨ª las cosas no le salen, pero siempre est¨¢ peleando la vida. Puede ser un momento excepcional en la temporada, porque no se puede estar siempre as¨ª. Pero ahora ¨¦l tiene todo: la madurez, el dominio de sus condiciones, un equipo que lo arropa y una Italia que lo adora. Todo converge.
El Juventus empieza a elaborar desde los centrales y va empujando a los rivales, acorral¨¢ndolos hasta su campo, en donde est¨¢ T¨¦vez. Ah¨ª ¨¦l se hace el amo del atraque. En los recorridos cortos est¨¢ muy respaldado. Se le ofrecen variantes para descargar por todos lados. Un volante que le aparece, otro lateral que le abre la cancha, Llorente que maniobra de espaldas... Se multiplican las opciones y la confianza. Al tener siempre al rival metido en su campo, los volantes tambi¨¦n hacen recorridos m¨¢s cortos, despejan la jugada de gol, y Pogba y Vidal aparecen en el ¨¢rea continuamente. Es un equipo dise?ado para T¨¦vez. No s¨¦ si para darle un rol principal o porque la idea madre era jugar as¨ª. El asunto es que T¨¦vez est¨¢ muy c¨®modo.
Cuando jugaba en Inglaterra, T¨¦vez lleg¨® a decir que se planteaba dejar el f¨²tbol
A T¨¦vez siempre lo perjudicaron m¨¢s de lo normal las funciones que no eran acordes con sus capacidades. Hay jugadores que aguantan. ?l no. Esto lo pone de muy mal humor y es l¨®gico. En conflicto con sus facultades, o adapt¨¢ndose a un rol inc¨®modo, o subordin¨¢ndose a otro jugador, ¨¦l se rebela. Se le ve a disgusto cuando no est¨¢ en su zona de influencia, cuando ¨¦l no es el eje central del equipo. Su competencia en la selecci¨®n ha sido Messi. Cuando coincidieron, fueron dos hombres para un mismo rol y se not¨® cierta superposici¨®n. Les cost¨® ser compinches.
Cuando jugaba en Inglaterra, T¨¦vez lleg¨® a decir que se planteaba dejar el f¨²tbol. ?l, que debe sentir pasi¨®n por su oficio, vio nublado el futuro en alg¨²n punto. Naturalmente inquieto, quiere imponer sus derechos y cuando eso no es posible, por los clubes, o por los entrenadores, entra en combusti¨®n. No se amolda, no es servicial, no tiene un gramo de hipocres¨ªa. No es de los sumisos. Reclama un poder central para expresarse y hasta ahora ning¨²n club de Europa le brind¨® las condiciones que necesitaba. El Juventus, que se ha formado alrededor de T¨¦vez, es el primero. Nunca hab¨ªa estado tan c¨®modo.
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