Otra victoria a¨¦rea

Mientras acaba de ajustar el juego por abajo, cada vez m¨¢s da?ino, el Atl¨¦tico sigue imponente por arriba. As¨ª que otra victoria a¨¦rea, muy acorde con los fastos de una ma?ana soleada que pobl¨® el Calder¨®n por complet¨®. Cayeron tres paracaidistas del ej¨¦rcito del aire en homenaje al pasado Atl¨¦tico Aviaci¨®n y tambi¨¦n fue honrado en la puerta cuatro el legendario Arteche, otro que convert¨ªa las jugadas a bal¨®n parado en un todo o nada en su ¨¢rea y en la del contrario. Primero fue Tiago el que conect¨® de cabeza una par¨¢bola mansa que super¨® la estirada de Kiko Casilla.

Luego fue Mario el que mat¨® el partido a falta de 25 minutos tras varios cabezazos posteriores a un saque de esquina. Han tomado lo de los c¨®rners en el campe¨®n una sensaci¨®n de continuidad en el juego asombrosa. Para lo que la mayor¨ªa de equipos puede ser una jugada interrumpida o bien defendida por el rival, para el Atl¨¦tico es un punto y seguido en sus descargas ofensivas. Se relamen los jugadores de Simeone cada vez que Koke o Gabi van camino del bander¨ªn. Tambi¨¦n su hinchada. Al fin y al cabo es un centro c¨®modo sin oposici¨®n en el que ese centro al primer palo se ha convertido en un suplicio. As¨ª se lleg¨® la primera ocasi¨®n clara, tras una prolongaci¨®n que ente Arda y Mandzukic no llegaron a culminar con todo a favor en el segundo palo.

Fue el partido por completo del Atl¨¦tico. Entre otras cosas porque esta vez no mostr¨® fisuras ni errores que le condenaran. Estuvieron todas las l¨ªneas en ese nivel de concentraci¨®n en el que su entrenador dice que es muy dif¨ªcil para los contrarios competirles. Solo inquiet¨® el conjunto de Sergio en el inicio del partido con algunos pellizcos de Lucas y de Sergio Garc¨ªa. El capit¨¢n del Espanyol es ahora un futbolista menos quisquilloso en volumen, pero m¨¢s selecto en las participaciones. En la primera que escogi¨® fue para tirarle un ca?o a Gim¨¦nez de esos que convierten a un defensa en un avestruz porque no sabe d¨®nde meter la cabeza. A la exquisitez cosi¨® Sergio Garc¨ªa una rosca que empal¨® Lucas contra el pecho de Moy¨¢, r¨¢pido en el achique de espacios tras intuir que el centro era bueno. Apenas ya hubo m¨¢s noticias del Espanyol que su buena colocaci¨®n para dificultar el dominio del Atl¨¦tico.

A un disparo raso de Koke respondi¨® bien Kiko Casilla. Tambi¨¦n a un cabezazo de Gim¨¦nez, rehecho tras ese estupor inicial. Se entendi¨® bien con God¨ªn, imperial una vez m¨¢s. Siempre que sal¨ªa a cortar los balones largos, Gim¨¦nez le cubr¨ªa la espalda. El chico termin¨® por convencer al personal con un cruce contundente cuando reci¨¦n iniciado el segundo acto entre V¨ªctor ?lvarez y Moya solo quedaba ¨¦l. Ya contaba el Atl¨¦tico con ese gol de ventaja y Simeone obr¨® con la entrada de Griezmann y Mario Su¨¢rez. Un cambio para contener con m¨¢s presencia f¨ªsica y otro para tratar de cerrar el partido a la contra. Se impuso Mario en el medio, cuestion¨¢ndose su futuro a corto plazo como anda, y Griezman aport¨® regate y profundidad. Hasta se vio a Mandzukic ganar un bal¨®n largo, controlarlo con el pecho y disparar en una acci¨®n que generalmente le suele condenar por su falta de velocidad.

La participaci¨®n y la definici¨®n del delantero croata siguen siendo el mayor debe de este nuevo dise?o ofensivo, cada vez lo encuentran m¨¢s en el ¨¢rea, pero sigue condicionando demasiado el juego a la contra. El f¨²tbol y lo parad¨®jico siempre fueron de la mano. Ha conseguido Mandzukic que el Atl¨¦tico tenga que ser m¨¢s ret¨®rico con el bal¨®n. Le ha cambiado la manera de atacar, donde antes necesitaba solo tres pases ahora necesita m¨¢s porque el croata casi siempre obliga a una apertura de la m¨¢s a la banda para generar un centro. Los pases filtrados por abajo hasta ahora han desaparecido de este equipo. Pero por arriba sigue siendo un martillo pil¨®n, aunque Mandzukic todav¨ªa no haya afinado su punto de mira. Con un mayor acierto suyo, el Atl¨¦tico puede encaminarse a ser otra vez ese equipo inc¨®modo que mire a la cara al Madrid y al Bar?a en el campeonato.