La rutina de la hora

Cual un pre¨¢mbulo de lo que est¨¢ por llegar, una serie de teloneros est¨¢ aprovechando la apertura reglamentaria de la Uni¨®n Ciclista Internacional (UCI) para acercar el r¨¦cord de la hora en bicicleta a los valores que exige el siglo XXI. Este jueves, mes y medio despu¨¦s de que el viejo (43 a?os) gigante alem¨¢n Jens Voigt (1,90 metros) lo fijara en 51,150 kil¨®metros, el joven (24 a?os) y tambi¨¦n gigante (1,90 metros) austriaco Matthias Br?ndle lo dej¨® en 51,850 kil¨®metros, justo 700 metros m¨¢s all¨¢.

Adem¨¢s de hablar alem¨¢n, de haber establecido el r¨¦cord en Suiza (en Granges, en un vel¨®dromo de 250 metros, Voigt; en Aigle, en la pista de 200 metros construida por la UCI en pino siberiano para su Centro Mundial de Ciclismo, Br?ndle) y de mantener una relaci¨®n de ¨ªdolo-fan (Br?ndle, que comenz¨® como profesional a los 20 a?os en el Footon Servetto de Mauro Gianetti y Joxean Matxin y corre ahora en el IAM suizo, declara con frecuencia que se hizo ciclista por pura admiraci¨®n a Voigt), los dos ¨²ltimos plusmarquistas de la hora tienen en com¨²n su car¨¢cter de actores secundarios en el ciclismo actual y su amor por las largas y suicidas fugas en las carreras. En el palmar¨¦s de Br?ndle, casi desprovisto de triunfos de relevancia, brillan tanto sus tres t¨ªtulos de campe¨®n austriaco de contrarreloj como sus puestos oscuros en los mundiales de la especialidad.

Estos hechos permiten prever que cuando los grandes contrarrelojistas del siglo ¨CFabian Cancellara, Bradley Wiggins o Tony Martin, o incluso Chris Froome¡ªlo intenten, lograr¨¢n unas marcas parangonables a las conseguidas, con m¨¢s ventajas reglamentarias, por Miguel Indurain, Chris Boardman o Tony Rominger en los a?os 90 y que fueron anuladas a posteriori para frenar el temor de que finalmente la m¨¢quina fuera m¨¢s importante que el hombre. Por aquel entonces, despu¨¦s de que Francesco Moser aprovechara los avances en los conocimientos fisiol¨®gicos y aerodin¨¢micos, la altura de M¨¦xico y la preparaci¨®n de Francesco Conconi para pasar por primera vez de los 50 kil¨®metros (50,808 en 1984), cada intento de r¨¦cord de la hora era una aventura compleja que llev¨® a Indurain a los 53,040 kil¨®metros, a Rominger a los 55,291 y a Boardman en 1996 a los 56,375 que dieron a los tecn¨®fobos los argumentos suficientes para imponer entre 2000 y 2013 el ascetismo tecnol¨®gico: en esa ¨¦poca solo se homologaron los r¨¦cords obtenidos con una bicicleta de carrera tradicional, como la usada en 1972 por Eddy Merckx para lograr 49,432 kil¨®metros. Y esa marca qued¨® como nuevo r¨¦cord de nuevo.

Br?ndle, que rod¨® casi en la intimidad de un vel¨®dromo con escasas gradas, utiliz¨® una bicicleta Scott con ambas ruedas lenticulares y un desarrollo de 55 x 13 que movi¨® a una cadencia de entre 97 y 99 pedaladas por minuto. Tras un primer kil¨®metro m¨¢s lento, sus tiempos de paso siempre fueron mejores que los de Voigt y aunque hacia el minuto 30, cuando su coraz¨®n se hab¨ªa estabilizado en 180 pulsaciones por minuto, logr¨® superar los 52,200 kil¨®metros de media, a partir del minuto 35 su rendimiento disminuy¨® y acab¨® registrando una distancia oficial de 51,850 kil¨®metros en los 60 minutos, una marca que seguramente animar¨¢ a otros ciclistas de su nivel a batir un r¨¦cord que permanecer¨¢ accesible hasta que Wiggins y compa?¨ªa decidan poner las cosas en su sitio.