Mr. Messi y los Piratas
El autor se plantea si la Premier League es una posibilidad real para la estrella azulgrana
¡°Me gustar¨ªa jugar en un equipo italiano, como el Barcelona¡±. Mark Draper, antiguo jugador ingl¨¦s de Aston Villa.
No satisfechos con arrebatarles a los argentinos las islas Malvinas y a los espa?oles el pe?¨®n de Gibraltar, ahora los piratas ingleses sue?an con expropiar una joya cuyo valor supera el de ambos territorios, el futbolista argentino, nacionalizado espa?ol, Lionel Messi. Los medios de la p¨¦rfida isla est¨¢n excitad¨ªsimos ante la posibilidad de que el mejor jugador del siglo XXI desembarque en la Premier League.
Se desat¨® el frenes¨ª hace un par de semanas cuando el entrenador del Barcelona, Luis Enrique, tuvo la temeridad de dejar a Messi en el banquillo en el primer partido del a?o. Al finalizar el encuentro, seg¨²n se cont¨®, Messi mont¨® un pollo, aunque en el caso del taciturno crack, a veces conocido como ¡°el mudo¡±, eso seguramente no signific¨® mucho m¨¢s que alzar una ceja o mirar a su suicida entrenador de reojo. Acto seguido, no acudi¨® a un entrenamiento y se apunt¨® como seguidor del Chelsea en Instagram, una red social a la que acceden 200 millones de personas; despu¨¦s empez¨® a enviar mensajes ambiguos al siempre atento mundo futbolero, un d¨ªa declarando que se quedar¨ªa para siempre en el club que le acogi¨® cuando ten¨ªa 13 a?os, el siguiente que igual se iba la temporada que viene.
Hay poca duda de que Messi est¨¢ jugueteando con el Barcelona, record¨¢ndoles a todos que ¨¦l es el que manda ah¨ª, que ¡ªya, ya¡ª mucho ¡°m¨¦s que un club¡± y tal, pero no se olviden que ¨¦l es el rey, ¨¦l es m¨¦s que el Bar?a.
Pero la cuesti¨®n es: ?Messi realmente se plantear¨ªa ir al Chelsea, al Manchester City, al Manchester United o al Arsenal, los ¨²nicos clubes, con la posible excepci¨®n del Paris Saint Germain, que posiblemente podr¨ªan pagar su fichaje y su sueldo? ?Le convendr¨ªa irse a Inglaterra?
Hay varios motivos para pensar que no. Para empezar, es un pibe argentino de pies a cabeza. Y no de Buenos Aires, de provincias. Barcelona, donde ha vivido m¨¢s de la mitad de su vida, le va bien a ¨¦l y a su familia, ya que, por m¨¢s turistas que invadan las Ramblas cada fin de semana, el alma de la ciudad es provinciana. La cosm¨®polis pol¨ªglota londinense le podr¨ªa abrumar, incluso asustar un poco. Es t¨ªmido Messi sin el bal¨®n en los pies. Viaja mucho, pero tiene poco mundo. Incluso cuando visita Zurich, una aldea comparada con Londres, para la ceremonia del Bal¨®n de Oro se lo ve inc¨®modo, un pez fuera del agua, un gaucho arrancado de la pampa.
Si se fuese a Inglaterra, La Pulga no ser¨ªa el mandam¨¢s que es en Barcelona
Manchester ser¨ªa un lugar m¨¢s a su medida, pero aqu¨ª hay al menos dos inconvenientes. Solo hay un restaurante argentino en toda la ciudad ¡ªs¨ª, se llama El Gaucho¡ª y el clima es a¨²n peor que en Londres: llueve el doble y hace m¨¢s fr¨ªo. Cuesta creer que el clan Messi estuviera feliz ah¨ª. Es probable que incluso en su h¨¢bitat natural, el campo de juego, no siempre se sentir¨ªa muy a gusto. Si le tocase jugar fuera de casa contra el Stoke City un d¨ªa de perros en febrero, en el lodo de las Midlands inglesas, contra defensas de dudosa t¨¦cnica pero con marcadas tendencias homicidas, podr¨ªa llegar seriamente a preguntarse: ?qu¨¦ carajo estaba pensando cuando se me ocurri¨® abandonar el sol mediterr¨¢neo por esta mierda?
Lo peor de todo, quiz¨¢, de un traspaso a Inglaterra ser¨ªa la alta probabilidad de que no ser¨ªa el mandam¨¢s como lo es en el Barcelona, donde ejerce la misma autoridad sobre la directiva, el equipo t¨¦cnico y la afici¨®n que un sult¨¢n sobre su har¨¦n. Dif¨ªcil en el Chelsea que se impusiera al capit¨¢n del equipo, John Terry, m¨¢s un sargento que un futbolista, el prototipo del soldado hooligan ingl¨¦s que aterr¨® a los reclutas argentinos en la guerra del Atl¨¢ntico Sur. En caso de que se fuera al Manchester United, ojo, mucho ojo, con hacerse el vivo frente al cascarrabias holand¨¦s, Louis van Gaal.
Y una cosa m¨¢s. Messi nunca aprender¨ªa ingl¨¦s, lo cual complicar¨ªa a¨²n m¨¢s la necesidad que tiene de controlar su entorno. No se enterar¨ªa de mucho de lo que dir¨ªan de ¨¦l, lo cual podr¨ªa profundizar, a extremos mareantes, su tendencia natural a desconfiar de la gente.
No. Solo hay un lugar al que Messi pueda irse a vivir despu¨¦s de Barcelona, y ese lugar es Argentina. Solo ah¨ª puede ir a mejor, a pasar de ser rey, a ser dios.
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