El balonmano como transgresi¨®n

Si alguien observa a Stefan Kretzschmar (Leipzig, Alemania; 41 a?os), puede quedarse en la superficie. En el pelo oxigenado, en los 20 tatuajes y los piercings que envuelven y perforan su cuerpo, o bien puede escarbar en su intimidad. Si hace lo segundo, descubrir¨¢ que detr¨¢s de esa fachada de cantante de punk hay un hombre con inquietudes al que siempre le gust¨® ir contracorriente. ¡°El balonmano nunca fue suficiente para m¨ª. Cuando eres deportista est¨¢s encerrado en una burbuja y no piensas¡±, dice mientras da una calada a un cigarrillo y revuelve un capuchino en un hotel de Doha.

Gan¨® la Copa de Europa con el Magdeburgo y defendi¨® 218 veces la camiseta de Alemania (821 goles). Con su selecci¨®n se colg¨® la plata del Mundial 2003 y la de los Juegos de Atenas 2004. Fue un extremo izquierdo incisivo y punzante, uno de los mejores de una ¨¦poca dorada de su deporte. Tras 16 a?os de carrera dej¨® el balonmano en 2007 y ahora representa a un modesto club. ¡°Ten¨ªa una gran oferta del Hamburgo, pero decid¨ª trabajar para el equipo de mi ciudad, Leipzig. Empezamos en Cuarta Divisi¨®n y ahora somos l¨ªderes en Segunda; empezamos con 50.000 euros y cinco a?os m¨¢s tarde ya tenemos 1,5 millones¡±, cuenta.

Cuando ten¨ªa 19 a?os me met¨ª en organizaciones de izquierdas, estuve con personas que okupaban casas¡­ Pero claro, era joven

Hijo de un campe¨®n del mundo y de una madre que tambi¨¦n fue internacional, es un hombre polifac¨¦tico. Tambi¨¦n ejerce de comentarista. Y tiene un deseo. ¡°Montar un equipo en Mallorca. Voy todos los meses para relajarme y jugar al golf. Ser¨ªa mi sue?o, pero necesito un patrocinador. El tema es que Espa?a est¨¢ ahora dif¨ªcil. Me entristece ver que un joven de 25 a?os no puede tener trabajo¡±, lamenta. ?l tuvo la oportunidad en su d¨ªa de jugar en la Asobal, pero el t¨¦cnico Valero Rivera fren¨® finalmente su llegada al Barcelona. ¡°Pens¨® que un chico con tatuajes y pendientes no deb¨ªa jugar al balonmano¡±, detalla; ¡°pero a?os m¨¢s tarde nos encontramos y me confes¨® que se equivoc¨®¡±.

Transgresor, su est¨¦tica no desti?¨® una trayectoria y unas cualidades formidables, pero siempre le persigui¨®. ¡°Muchos cre¨ªan que era incapaz de jugar en equipo y que era ego¨ªsta¡­ Pero el tiempo me dio la raz¨®n. Mi aspecto me permit¨ªa tener m¨¢s libertad, hacer siempre lo que quer¨ªa. Algunos pensaban que era peligroso o estaba loco, as¨ª que no se acercaban¡±, indica mientras r¨ªe, a la vez que rebobina y rememora su etapa m¨¢s rebelde: ¡°Cuando ten¨ªa 19 a?os me met¨ª en organizaciones de izquierdas, estuve con personas que okupaban casas¡­ Pero claro, era joven. Ahora la sociedad est¨¢ muerta, hay poco inconformismo. Los j¨®venes solo miran sus m¨®viles¡±.

Quiero montar un equipo en Mallorca, adonde voy para relajarme y jugar al golf. Ser¨ªa mi sue?o, pero necesito un sponsor

Reconocido en su profesi¨®n, despu¨¦s tambi¨¦n se atrevi¨® con las c¨¢maras. Present¨® casi 100 programas para la cadena MTV. ¡°Me dijeron: ¡®Ponte ah¨ª delante y haz lo que te apetezca, improvisa, pincha tu m¨²sica¡¯. A veces, cuando me veo, pienso: ¡®Qu¨¦ est¨²pido¡¯. Pero a los de la tele les gustaba. Fue divertido¡±. ?Y qu¨¦ estilo le va? ¡°Tuve mi ¨¦poca grunge, as¨ª que primero me tiraba Nirvana y m¨¢s tarde algo un poco m¨¢s durito, Rammsteim. A mi hijo tambi¨¦n le gusta¡±, apunta.

Durante la charla, a la que acude con una calavera en la camiseta y pantalones cortos, Kretzsche alude a la pol¨ªtica de Alemania. ¡°Estamos demasiado cerca de los Estados Unidos y hay que cambiar eso. En Europa deber¨ªamos hacer otra cosa¡±, critica; ¡°no nos representan a todos los alemanes. Hacen solo lo que les dice el Gran Hermano¡­ El deporte recibe menos ayudas, seguimos invirtiendo en armas y hay muchos ancianos tirados en la calle. Tenemos una econom¨ªa fuerte, hay trabajo y nos envidian, pero ya veremos dentro de 10 a?os¡±.

No ten¨ªamos derecho a estar aqu¨ª, pero todos sabemos qu¨¦ ha pasado. Los patrocinadores de Alemania son importantes, la televisi¨®n de Alemania es importante¡­

Su selecci¨®n, Alemania, entr¨® en el Mundial por la puerta de atr¨¢s. Apeada por Polonia en la fase clasificatoria, fue repescada por la Federaci¨®n Internacional (IHF) en detrimento de Australia, que se hab¨ªa ganado un billete. ¡°No ten¨ªamos derecho a estar aqu¨ª, pero todo el mundo sabe qu¨¦ ha pasado. Los patrocinadores de Alemania son importantes, la televisi¨®n de Alemania es importante¡­ Es el coraz¨®n del balonmano y es donde est¨¢ el dinero¡±, argumenta antes de referirse a la selecci¨®n espa?ola de Manolo Cadenas como broche a la conversaci¨®n: ¡°Siempre es una de las mejores en los campeonatos. Me encanta Ca?ellas, que juega en el Kiel. A veces le odio, porque va tan lento¡­ Pero ve lo que otros no ven. ?l sabe mucho de balonmano. Y me gusta tambi¨¦n Viran Morros, por c¨®mo defiende y por c¨®mo vive el balonmano. Para m¨ª es el alma de ese equipo¡±.