El Baskonia solo aguanta medio partido en Atenas

Hay muchos "baskonias", pero est¨¢n en este. Hay un Baskonia intenso, ordenado, m¨¢s o menos acertado, organizado como el de la primera mitad y hay un Baskonia cejijunto, obtuso, absolutamente desacertado, desordenado como el de la segunda mitad en Atenas. Algo tuvo que ver en su confusi¨®n que el Olympiacos es tambi¨¦n un equipo con muchas caras, demasiados matices, que accedi¨® al partido con una galvana m¨¢s que notable, pero lo acab¨® con la cadena suelta, que dicen en el ciclismo.

Son viejos conocidos como clubes ambos equipos que se han enfrentado en 27 ocasiones lo que altera los pron¨®sticos porque entre ellos ha pasado de todo. Pero aunque los clubes permanecen, los equipos cambian y hoy por hoy el Olympiacos vive en una estratosfera diferente a la del Laboral Kutxa que, sin embargo, ingres¨® al partido con una jerarqu¨ªa que recordaba a los viejos tiempos. Le funcionaba todo: el poder de sus p¨ªvots, acreedores a todos los rebotes, con Shengelia y Begic pavone¨¢ndose bajo el aro, la direcci¨®n de Adams o James, m¨¢s el¨¦ctrica que ordenada, y hasta la mu?eca de Bertans, con una aparici¨®n estelar, como si fuera un desconocido para el equipo griego.

Cierto que el Olympiacos segu¨ªa los distados de Spanoulis que circulaba como en una autopista atascada, caf¨¦ en mano y la otra mano en el volante. Con 17-18 concluy¨® el primer cuarto, en el que el Baskjonia lleg¨® a alcanzar cinco puntos como m¨¢xima diferencia, casi siempre por delante en el marcador salvo un 10-9 y un 17-16. No era mucho, pero era suficiente para alimentar la autoestima. M¨¢s a¨²n en el segundo, cuando se fue al descanso con un 28-37 que cuando menos deb¨ªa inquietar al conjunto rojiblanco. En la primera mitad, el equipo vitoriano anot¨® cuatro de cinco triples, por uno de siete del Olympiacos.

Y en esto apareci¨® Spanoulis. Da la impresi¨®n de que el genial base griego juega en bicicleta. No corre, no rompe, utiliza el cerebro y las manos m¨¢s que las piernas. Aburrido de asistir a sus compa?eros decidi¨® incrementar sus estad¨ªsticas y resucitar a su adormecido equipo. As¨ª, andando y fintando, atac¨® la canasta del Baskonia ue sasc¨® su cara m¨¢s triste. El equipo de Ibon Navarro se desorden¨®, se perdi¨® cerca y lejos del aro. Los relevos ya no funcionaban y el tercer cuarto concluy¨® con un interesante 54-53 que manten¨ªa vivo al Baskonia, aun a costa de perder su ventaja.

El parcial de 26-16 que le endos¨® el Olympiacos y las aportaciones de Spanoulis y Printezis le acobardaron. El ¨²ltimo cuarto fue solo un ejercicio de impotencia. A falta de cuatro minutos y medio, a not¨® su primer punto. Y todos los que hizo en ese per¨ªodo fueron mediante tiros libres salvo un triple y una canasta final cuando el partido ya hab¨ªa muerto. Hay muchos baskonias y est¨¢n en ¨¦ste, pero prevaleci¨® el lado oscuro. No era el mejor lugar para ganar, pero hay formas de perder.