Madera de top-10

El tenis femenino espa?ol vive tiempos largamente olvidados. Tras el desierto competitivo salpicado de oasis en el que se convirti¨® despu¨¦s de la retirada de Arantxa S¨¢nchez Vicario y Conchita Mart¨ªnez, vuelve a instalarse en la feliz rutina de las victorias de elite, faltas todav¨ªa del refrendo de un gran t¨ªtulo y del premio de la entrada en el top-10 para sus protagonistas. As¨ª, en octavos del torneo de Dub¨¢i, Carla Su¨¢rez derrot¨® 6-3, 4-6 y 6-3 a la checa Kvitova, que es la n¨²mero tres mundial y doble campeona de Wimbledon; y Garbi?e Muguruza dej¨® muda a la polaca Radwanska, la n¨²mero ocho (6-4 y 6-2). A los 26 a?os, fue la cuarta victoria de la canaria contra una de las cinco mejores. A los 21, fue el octavo triunfo de la hispanovenezolana frenta a una de las diez tenistas de elite. Se?al de que la br¨²jula de ambas se?ala al norte: lleguen o no, las ambiciones de la n¨²mero 13 y de la n¨²mero 24 tienen la diana puesta en entrar en el top-10.

Las dos espa?olas se cruzar¨¢n en cuartos por un puesto en semifinales. Hasta hace nada, ver a dos tenistas de La Armada en una ronda tan noble de un torneo de esta categor¨ªa (Premier) era tan inusitado como que compitieran por un t¨ªtulo como el de Amberes (Su¨¢rez lleg¨® a la final el pasado domingo, pero no la disput¨® por lesi¨®n). Eso, sin embargo, est¨¢ cambiando. Las dos mejores tenistas espa?olas del momento est¨¢n demostrando que son capaces de competir en cemento y al aire libre, bajo techo y sobre tierra. Que con dos propuestas muy distintas (Su¨¢rez mastica el punto; Muguruza lo devora) se pueden obtener triunfos de prestigio. Y que en los tiempos turbulentos que vive su disciplina, donde solo Serena Williams y Maria Sharapova son valores seguros, no les falta el convencimiento necesario para escalar posiciones hacia las alturas.

¡°Veo que estoy recogiendo los frutos de lo bien que he trabajado en la pretemporada¡±, valor¨® la hispanovenezolana, que ya venci¨® a Simona Halep (n¨²mero cuatro mundial) hace dos semanas, y que busca ganar en regularidad para optar a todo.

Porque a las dos amigas y compa?eras de dobles les faltan cosas, claro. Igual que Muguruza a¨²n carece del fondo f¨ªsico necesario para alargar en el tiempo su contundente apuesta (desde su 5-1 inicial se vio retada a un preocupante 5-4 por Radwanska), Su¨¢rez sigue penando de falta de seguridad en el servicio (dos dobles faltas en sendos puntos de partido). Esos detalles, bien susceptibles de ser limados en los entrenamientos, pueden ser lo que separe el puesto de finalista del de campeona, pero no ocultan lo que est¨¢ pasando: por primera vez en m¨¢s de un decenio, La Armada femenina obtiene con frecuencia resultados a la altura de las mejores competidoras de su disciplina.