El ¨¢rbitro castiga al Celta

Un error arbitral en la recta final de un partido que parec¨ªa decidido castig¨® a un Celta al que le falt¨® codicia para sentenciar y le dio al Elche un punto que le aleja un poco m¨¢s de los puestos de descenso e inquieta y lleva la contrariedad a sus rivales por la permanencia. Fue un penalti inexistente, una piller¨ªa de V¨ªctor Rodr¨ªguez en un bal¨®n dividido con Krohn-Dehli que enga?¨® al mundialista Velasco Carballo, el que premi¨® el esfuerzo y el tes¨®n del Elche, inferior al Celta, pero capaz de mantenerse en el partido hasta el final. Y llegados a ese punto a veces alguien toca la flauta, aunque sea el colegiado, a pesar de que el ¨²nico disparo a puerta de los visitantes en toda la noche fuese justamente el de la ejecuci¨®n de la pena m¨¢xima, de la gran pena para un Celta que se cre¨ªa seguro vencedor.

Hubo un momento en el que pareci¨® que el f¨²tbol iba a llegar a Bala¨ªdos, cuando tras unos pocos minutos iniciales de tanteo, la pelota comenz¨® a circular de manera fluida por el empapado tepe del coliseo del Celta, que se orden¨® preciso en el desplazamiento en corto y ajustado en la presi¨®n para incomodar al Elche, que estaba en dificultades para ir m¨¢s all¨¢ del centro del campo. Fueron momentos en los que el equipo de Berizzo se desat¨® en esa ordenado caos que tanto gusta al t¨¦cnico, amigo de invitar a sus futbolistas a explorar ubicaciones en las que no se les aguarda. Pocos interpretan ese mandato como Orellana, que en teor¨ªa parte de la derecha, pero se mueve con una pautada libertad all¨ª por donde pueda generar incomodidades al rival, detalle que le convierte en especialmente indetectable. Con ¨¦l y con alguna aparici¨®n de Nolito tuvo suficiente el Celta para dar la impresi¨®n de que se arrimaba a la victoria. No concret¨® y por ah¨ª se le complic¨® la noche. No consigui¨® que sus mejores momentos de f¨²tbol llegasen al ¨¢rea del Elche y el esfuerzo en la presi¨®n decay¨® antes de tiempo. Influy¨®, obviamente, que el equipo que prepara Fran Escrib¨¢ supo interpretar esas apreturas. Logr¨® hilvanar los pases iniciales para salir desde su zaga con la pelota controlada y el Celta se descoloc¨®, perdi¨® el hilo y comenz¨® a sufrir.

Pero el partido se cay¨® porque el Elche, tan meritorio, no dej¨® de expresarse con una cierta timidez, hu¨¦rfano de una referencia que estirase el campo y buscase la espalda de la zaga celeste. Siempre hay motivos para echar de menos a un futbolista tan determinante para su equipo como es el delantero Jonathas, que se qued¨® lesionado en tierra levantina. Le falt¨® ambici¨®n al Elche, careci¨® de fe para ir a por el partido cuando se puso de su lado y en ese descreimiento lleg¨® de nuevo el Celta al partido, compareci¨® Nolito, que por lo que se vio s¨®lo necesitaba alimento porque de hambre y buen diente anda sobrado. Mejor¨® casi cada bal¨®n que le lleg¨® y dej¨® alg¨²n regate o caracoleo para el recuerdo. Fabric¨® el gol de Krohn-Dehli, que lleg¨® al cuarto de hora de la segunda parte despu¨¦s de dos avisos, una chilena de Charles y otra llegada del dan¨¦s desbaratada por el portero Tyton. Hab¨ªa vuelto a incrementar el ritmo en la gesti¨®n de la pelota el Celta y el Elche ya estaba de nuevo varios cuerpos por detr¨¢s, bast¨® con el toque y el apoyo, con media raci¨®n de juego m¨¢s en corto que en los largos minutos de aburrimiento que precedieron al descanso y el partido ya semejaba decantado.

La respuesta desde el banquillo del Elche no fue tibia, retir¨® Escrib¨¢ a Pasalic, un centrocampista, para acompa?ar a Coro con otro delantero, Cristian Herrera. Llam¨® a la velocidad de Rodrigues y Tyton sostuvo al equipo con una monumental parada a disparo de Radoja desde la frontal. Nunca hubo pistas que alertaran sobre que el Celta fuese a echar de menos una sentencia, pero la ventaja era m¨ªnima y la rendija que parec¨ªa inexpugnable la acabaron de abrir Velasco Carballo y V¨ªctor Rodr¨ªguez, que con el campo tan mojado como estaba se dio un buen chapuz¨®n.