El Oporto, de golazo en golazo
El conjunto portugu¨¦s se impone al Basilea en un partido lleno de tantos de bella factura
Cuando un equipo sale al campo con los deberes de la Champions hechos pueden pasar dos cosas: o sus jugadores se sueltan a jugar sabedores de que no tienen nada que perder; o se relajan de tal forma que la destensi¨®n provoca la inevitable derrota. Eso ¨²ltimo fue lo que le ocurri¨® al Basilea ante el Oporto. El poco partido que hubo en Do Dragao lo solvent¨® el conjunto local a base de golazos. Ejercicio de eficiencia de los de Lopetegui, que contin¨²an su impecable camino por la competici¨®n.
Oporto, 4 - Basilea, 0
Oporto: Fabiano; Danilo (Martins, m. 21), Maicon, Marcano, Sandro; Herrera, Casemiro, Evandro (Quaresma, m. 83); Tello, Aboubakar, Brahimi (Neves, m. 78). No utilizados: Helton, Paciencia, Quintero, ?liver.
Basilea: Vaclik, Xhaka, Sch?r (Embolo, m. 61), Samuel, Safari; Elneny, Frei (Kakitani, m. 86); Gonz¨¢lez, Zuffi, Gashi (Call¨¢, m. 81); Streller. No utilizados: Vailati, Adama Traor¨¦, Degen, Ajeti.
Goles: 1-0. M. 14. Brahimi. 2-0. M. 51. Herrera. 3-0. M. 60. Casemiro. 4-0. M. 80. Aboubakar.
?rbitro: Jonas Eriksson (Suecia). Expuls¨® con roja directa a Samuel (m. 95). Amonest¨® a Gonz¨¢lez, Gashi, Safari y Marcano. Estadio Do Dragao, unos 45.000 espectadores.
Antes del partido todos los focos apuntaban a Cristian Tello, el extremo espa?ol que anda que se sale en la liga portuguesa, pero durante el primer tiempo el campo parec¨ªa que estaba inclinado hacia el costado opuesto. All¨ª habitaba Brahimi y todo giraba alrededor del atacante argelino. A veces combinaba y otras se enredaba en individualismos. Con esas, el gol solo pod¨ªa salir de sus botas. Con su diestra acarici¨® el bal¨®n en un libre directo que sobrepas¨® la barrera de tal forma que petrific¨® al portero, probablemente hipnotizado por la curva que dibuj¨® el esf¨¦rico.
Viento de cola para un Oporto que ya tra¨ªa una m¨ªnima ventaja de Suiza. Pero todo se congel¨® pocos minutos despu¨¦s del tanto de Brahimi cuando una salida del meta Fabiano para despejar un bal¨®n fuera del ¨¢rea acab¨® con Danilo en el suelo. El portero del Oporto mand¨® a su compa?ero al hospital, con el cuello inmovilizado y ante el silencio del estadio del drag¨®n.
El percance afect¨® tanto al juego que ambos conjuntos firmaron unos minutos de tregua, sin molestarse. Un chutazo de Aboubakar, susituto del lesionado Jackson Mart¨ªnez en el Oporto, y un zurdazo de Gashi que se march¨® por poco concluyeron una tibia primera mitad.
Era innecesario que el conjunto de Lopetegui corriese alg¨²n riesgo, la superioridad era evidente, por lo que el equipo portugu¨¦s sali¨® del vestuario decidido a acabar con los suizos. Y lo hizo en un pisp¨¢s. En lo que tard¨® Brahimi en librarse de dos rivales y ceder para que H¨¦ctor Herrera batiese a Vaclik desde la frontal. Muy aculada la defensa suiza, que comandada por el veterano Walter Samuel daba mucho espacio para que los contrarios chutasen a puerta. Ya era mucha tierra de por medio, pero por si acaso Casemiro mand¨® un ob¨²s que entr¨® por la escuadra. Otro tanto de falta, aunque antag¨®nico al de Brahimi. El brasile?o toc¨® fenomenalmente el bal¨®n pero con mucha m¨¢s violencia.
Ah¨ª se acab¨® todo. Aunque a¨²n hubo tiempo para que Aboubakar limpiase de telara?as la otra escuadra. El Basilea atac¨® un poco porque es lo que ten¨ªa que hacer, y el Oporto dej¨® correr el reloj pensando en empresas futuras, seguro que mucho m¨¢s duras.
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