El derecho a so?ar del Eibar

M¨¢s all¨¢ de las siete derrotas consecutivas y la amenazante visita del Barcelona, Eibar no est¨¢ por la labor de que decaiga la fiesta. Siguiendo el pensamiento de su capit¨¢n, Errasti ¡ª¡°nos hemos ganado el derecho a so?ar despu¨¦s de tres temporadas maravillosas¡±, dice¡ª, la capital armera rebautizar¨¢ hoy 12 calles que van desde el estadio de Ipurua hasta la Plaza Untzaga, el centro de la ciudad, con los nombres de los once jugadores y el entrenador que conforman el equipo ideal del Eibar en sus 75 a?os de historia elegidos en votaci¨®n popular. As¨ª la calle Ipurua ser¨¢ la de Jos¨¦ Eulogio G¨¢rate y la plaza de Untzaga ser¨¢ la plaza de Garmendia, el eterno portero del Eibar, que lleg¨® a marcar un gol de porter¨ªa a porter¨ªa.

La fiesta contin¨²a por encima de la depresi¨®n futbol¨ªstica, porque el Eibar no gana desde el 10 de enero (2-1 al Getafe). Despu¨¦s han seguido un empate y siete derrotas que le han desalojado del sill¨®n de cuero de la Liga y le han instalado en la banqueta de la zona baja. Nada que no pudiera esperarse, aunque el estruendo ha sido grande. Errasti, eibarr¨¦s y capit¨¢n, resume las razones de este declive: ¡°tenemos que recuperar la solidez defensiva¡±. La marcha de Albentosa al Queens Park Rangers explica algunas cosas, pero no todo. Y su sustituto, Rafa P¨¢ez (cuya percha bajo el dorsal n¨²mero seis espera vac¨ªa en el angulo izquierdo del vestuario), ha topado con absurdos problemas administrativos que esperan la resoluci¨®n del TAS. El Eibar acusa sobre todo el baj¨®n que sucede a todo subid¨®n. Aun as¨ª, de esas siete derrotas consecutivas, solo dos (ante Atl¨¦tico y Deportivo), lo han sido por m¨¢s de un gol de diferencia. El desplome no sido espectacular, pero s¨ª muy da?ino.

La plantilla, a pesar de haber sido utilizada en su totalidad, da muestras del t¨ªpico cansancio de mitad de temporada. Todos est¨¢n un poco peor que hace tres meses. Y llega el tridente blaugrana que acumula m¨¢s del doble de goles (54) que todo el Eibar (26). Pero el derecho a so?ar es innegociable en un equipo y una ciudad que a pesar de todo no renuncian a la felicidad.