El Sevilla hace de ganar una costumbre
El cuadro andaluz aplasta a un Eibar que se descompone con goles de Bacca y Reyes
No es que fuera un entrenamiento, pero casi. Influy¨®, por supuesto, el p¨¦simo estado del Eibar, que se derrumba en el tramo final de la temporada. Tambi¨¦n la impresionante solvencia del Sevilla, un equipo en plena racha de aciertos, mortal al contragolpe, siempre seguro de lo que hace. No le hizo falta al equipo de Emery una disertaci¨®n continua de su potencial. Golpe¨® cuando fue necesario. Al inicio del partido con dos goles de Bacca. Otro de Reyes cuando el Eibar, un manojo de nervios, logr¨® acercarse en el marcador en un remate del guerrero Piovaccari.
Gan¨® el Sevilla con autoridad, lo que le devuelve moment¨¢neamente la cuarta plaza y le permite llenarse de moral con respecto al duelo del pr¨®ximo s¨¢bado frente al Madrid. Duelo de muy altos vuelos en Nervi¨®n. El Eibar va cuesta abajo. Perdi¨® la fuerza de la primera vuelta, su defensa es muy permeable y present¨® una escasez de ideas llamativa. El Sevilla jug¨® con muchos suplentes y gan¨® cuando quiso. El equipo de Emery presenta muchos recursos. Es capaz de jugar en largo y tambi¨¦n de hacerlo al hueco y en corto. Su maquinaria funciona con unos jugadores y con otros, su regularidad asusta.
EIBAR, 1-SEVILLA, 3
Eibar: Irureta; B¨®veda, A?ibarro, Lillo, Didac (Abraham, m. 70); Borja Fern¨¢ndez, Dani Garc¨ªa; Capa (Javi Lara, m. 80), Arruabarrena (Lekic, m. 80), Manu del Moral; y Piovaccari. No utilizados: Irazusta; Ekiza, Boateng y Sa¨²l Berj¨®n.
Sevilla: Rico; Coke, Arribas, Kolo, Fernando Navarro; Reyes (Denis Su¨¢rez, m. 66), Mbia, Iborra, Aleix Vidal; Aspas (Gameiro, m. 60) y Bacca (Banega, m. 73). No utilizados: Soria; Diogo, Carri?o y Tremoulinas.
Goles: 0-1. M. 6. Bacca. 0-2. M. 15. Bacca. 1-2. M. 51. Piovaccari. 1-3. M. 63. Reyes.
?rbitro: Prieto Iglesias. Amonest¨® a Iborra, Lillo, Arribas y Piovaccari.
Ipurua. Unos 10.000 espectadores.
Gana como si fuera una costumbre. Se permite el lujo, adem¨¢s, de dejarse en Sevilla a jugadores como Krychowiak, destinado a hostigar al Madrid. De paso, ninguno de sus jugadores apercibidos de sanci¨®n, caso de Bacca, Reyes, Mbia y Tremoulinas, vieron la quinta amarilla. En definitiva, una gozada para los andaluces y un calvario para los vascos.
Las pinceladas de la enorme calidad de Reyes marcaron un inicio espectacular de partido del Sevilla. Ipurua no intimida como antes. Su c¨¦sped, perfecto, permiti¨® el regate y el impresionante pase al hueco de Reyes. Bacca control¨® dentro del ¨¢rea, dribl¨® a Irureta y marc¨® a placer. Un golpe que dej¨® tocado al Eibar, capaz de gastarse 50.000 euros para que Manu del Moral, cedido por el Sevilla, jugara ante su exequipo. El equipo andaluz, plagado de suplentes pensando en su doble cita frente al Madrid y el Fiorentina, volvi¨® a golpear muy poco despu¨¦s. En el minuto 15, una falta de Reyes al ¨¢rea fue mal despejada por Irureta, un portero que ha bajado en su rendimiento como el propio Eibar. Bacca, en posici¨®n dudosa, aprovech¨® muy bien el rechace. El ¨²ltimo jugador del Sevilla que hizo un doblete en Liga fue Luis Fabiano, en 2007. Este equipo se empe?a en perseguir los registros del dirigido por Juande Ramos y est¨¢ muy cerca de conseguirlo.
La solvencia con la que se mueve el Sevilla se muestra despu¨¦s en su facilidad para cerrar los partidos. Con una defensa plenamente renovada, apenas sufri¨® frente a la l¨®gica reacci¨®n del Eibar. Los de Garitano no inquietaron al Sevilla, bien pertrechado atr¨¢s, al que le falt¨®, no obstante, un punto de ambici¨®n para lograr el tercer gol, que hubiera cerrado el partido antes del descanso.
Lo aprovech¨® el Eibar, con una marcha m¨¢s en la segunda mitad. El Sevilla se relaj¨® y el conjunto local marc¨® a la vieja usanza. Piovaccari marc¨® bajo palos dentro del ¨¢rea peque?a en una acci¨®n de otros tiempos. Sin embargo, no hubo estampida del Eibar. M¨¢s bien una reacci¨®n de Emery, que meti¨® en el campo a Gameiro. En los cinco minutos que estuvieron juntos en el campo ¨¦l y Bacca se fabricaron un contragolpe que culmin¨® Reyes con una enorme clase. Lleg¨® el 1-3 y el partido se acab¨®.
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