Par¨ªs recibe a los colosos
Nadal se estrena (13.00, Eurosport) ante Halys y Djokovic inicia su asalto frente a Nieminem
De repente, Boulogne-Billancourt, una ciudad dormitorio anexa a Par¨ªs por el costado sudoeste de la capital francesa, se transforma. Pamelas, sombreros, tacones, abalorios; todo muy chic. El escenario, pl¨¢cido y lineal seg¨²n cuentan durante el resto del a?o, cambia. S¨ª, el r¨ªo Sena se mantiene ah¨ª, serpenteando para trazar la fin¨ªsima frontera con los vecinos parisinos, muy susceptibles ellos con eso de la pertenencia a la gran Cit¨¦. ¡°No, esto no es Par¨ªs¡±, aclara Eric, un capitalino orgulloso y ¡°de paso¡±. Y s¨ª, los pocos vecinos que no cruzan a la metr¨®poli para ganarse la vida atienden a la rutina diaria, pero durante estos d¨ªas tienen que hacerlo entre las riadas de gente que se acercan al buc¨®lico complejo de Roland Garros.
Nadal llega a Par¨ªs sin haber
All¨ª, en una de las pistas m¨¢s alejadas, Rafael Nadal castigaba este lunes la pelota desde las diez y media de la ma?ana con golpes duros y profundos, como en la jornada anterior. ¡°Alegre e intenso¡±, detalla su amigo Juan M¨®naco, con el que suele compartir entrenamientos en Manacor. El objetivo, llegar a tono para su puesta de largo en el torneo, este martes (13.00, Eurosport) en la Philippe Chatrier, ante el franc¨¦s Quentin Halys, invitado por el torneo (296 en el ranking). Salvo hecatombe, un aperitivo para desperezar las piernas y afilar su raqueta, que desde hace un tiempo escupe las bolas entre inc¨®gnitas y dudas.
Pese a haber conquistado nueve trofeos en Par¨ªs, el ganador de 14 grandes aterriza en su reino de arena con un perfil m¨¢s modesto. Esta vez, Nadal llega sin haberse llevado una sola golosina a la boca en los Masters 1.000 y despu¨¦s de muchos altibajos. Se acerc¨® a esa versi¨®n dominante que ahora busca en Montecarlo (semifinales), pero patin¨® despu¨¦s en Barcelona contra Fabio Fognini, antes de ser batido por Andy Murray en la final de Madrid. Previamente, en la gira norteamericana de cemento, pocos indicios de resurgimiento. Muchos contrastes, como en las obras de Caravaggio.
¡°Llegamos con menos confianza porque no hemos obtenido las victorias necesarias para tenerla, pero llegamos con buen juego¡±, admit¨ªa hace poco su t¨ªo Toni, apoyado, como su sobrino, en los frutos que pueda dar el trabajo diario y en el gigantesco desaf¨ªo de tener que batirle a cinco sets en una pista que conoce como nadie. Porque, a pesar de todo, la puerta est¨¢ abierta. Si Nadal, 46 t¨ªtulos en tierra batida y 66-1 de balance en Par¨ªs, no tropieza en la primera semana, siempre peliaguda y llena de trampas, puede ocurrir cualquier cosa.
Salvo hecatombe, el primer partido
En cuartos, a priori, el n¨²mero siete se ver¨ªa las caras con Novak Djokovic, jerarca actual e indiscutible del circuito. Hoy d¨ªa, el serbio parece imbatible, pero deber¨¢ saber lidiar con su obsesi¨®n por levantar el ¨²nico Major que le falta para completar el Grand Slam. A continuaci¨®n de Nadal, presentar¨¢ credenciales ante Jarkko Nieminem en la central.
Casi todo el mundo mira a los dos colosos, con inercias muy opuestas. Aunque los hay que apuntan a Murray (6-3, 6-3 y 6-1 a Facundo Arg¨¹ello), primeros dos t¨ªtulos en tierra (M¨²nich y Madrid), o al aire fresco de Nishikori; o, los m¨¢s rom¨¢nticos, que los hay y muchos en esto del tenis, a Roger Federer. Y mientras, en la esfera m¨¢s terrenal, todo sigue su curso. Carla Su¨¢rez tuvo ayer un pl¨¢cido estreno (doble 6-2 a Niculescu), al igual que Maria Sharapova (6-2 y 6-4 a Kanepi), defensora de la corona femenina. Y en Boulogne-Billancourt, bullicio, pamelas y perfumes. Roland Garros.
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