La selecci¨®n espa?ola se juega una plaza ol¨ªmpica en R¨ªo 2016

Es una lucha contra los elementos. Dedicaci¨®n, sacrificio, dolor y pol¨ªtica. Es el viento en contra del equipo espa?ol de gimnasia r¨ªtmica en su camino hasta los Juegos de R¨ªo 2016, cuyas plazas se subastan este s¨¢bado en el Mundial de Stuttgart, Alemania (a partir de las 13.00, Teledeporte). Para ello, el conjunto que dirige la bielorrusa Anna Baranova y capitanea Alejandra Quereda est¨¢ obligado a quedar entre las ocho primeras en el concurso general, que se resuelve con la suma de sus ejercicios de cinco cintas y el mixto (dos aros y tres pares mazas). El a?o pasado solo pudieron firmar el und¨¦cimo puesto.

Alejandra Quereda, Sandra Aguilar, Elena L¨®pez, Artemi Gaveozuo y Lourdes Mohedano repiten como titulares en Alemania tras haber logrado dos oros en mazas en los ¨²ltimos dos mundiales. Ellas ponen el rostro a las miles de hora de trabajo que hay detr¨¢s del sue?o ol¨ªmpico. No hay pr¨¢cticamente descanso. La temporada empieza en febrero con el objetivo de alcanzar en verano, justo antes del Mundial, el m¨¢ximo estado de forma. Seis d¨ªas a la semana, siete horas por jornada. ¡°Es muy sacrificado¡±, apunta Quereda (Alicante, 23 a?os), durante uno de sus ¨²ltimos entrenamientos antes del Mundial, en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid. All¨ª siguen las instrucciones de la seleccionadora y de Sara Bay¨®n, exgimnasta y mano derecha de Baranova.

En el entrenamiento despiezan los ejercicios y luego realizan el montaje completo. Cada fallo supone una nueva repetici¨®n, hasta que convencen a la exigente Baranova. ¡°Es un fallo muy grave¡±, grita de repente. Artemi ha lanzado muy pronto la cinta. Asiente Alejandra, la extensi¨®n de la seleccionadora en el tapiz. Con la ausencia de m¨²sica, la preparaci¨®n adquiere tintes militares. Se puede o¨ªr el ruido de los pies sobre el tapiz y los golpes de las mazas tras caer del cielo.

Todos sabemos que el deporte de alto rendimiento que no es sano¡± Alejandra Quereda, capitana del conjunto espa?ol

La capitana a?ade a esta dedicaci¨®n las horas que le exige su otra vida, la medicina. ¡°Cada minuto que tengo fuera de la sala de entrenamiento lo paso estudiando¡±, asegura. Las cinco gimnastas del equipo estudian y entrenan. ¡°La gimnasia no te da para dejarlo y poder vivir de ello¡±, avisa Aguilar.

Tanta dedicaci¨®n desgasta los cuerpos atl¨¦ticos de estas bailarinas extremas. ¡°Todos sabemos que el deporte de alto rendimiento que no es sano¡±, asevera contundente Quereda. ¡°Con los a?os el cuerpo lo nota. De momento las lesiones me han respetado bastante, salvo una luxaci¨®n de hombro en 2010, pero ahora tengo una lesi¨®n de cadera, un cart¨ªlago dentro de la articulaci¨®n que est¨¢ roto y tendr¨¦ que pasar por el quir¨®fano despu¨¦s de los Juegos¡±, detalla. Por eso tendr¨¢ que competir infiltrada, para distraer el dolor, algo que sucede ¡°en muchas ocasiones¡±. ¡°Mientras el cuerpo vaya aguantando tiramos para adelante¡±, a?ade.

?El recuerdo de Londres

¡°Tambi¨¦n es muy t¨ªpico tener problemas en los pies, porque siempre estamos en relev¨¦,girando sobre ellos¡±, ahonda Aguilar. Es la descripci¨®n de una vida dedicada a la contorsi¨®n, a la eterna flexi¨®n de un cuerpo en el que se suman las marcas de un dolor que parece invisible. ¡°Cuando acabas tienes a nivel f¨ªsico tienes bastantes limitaciones¡±, afirma la madrile?a.

¡°Momentos dif¨ªciles sabemos que vamos a tener. Pero por la ilusi¨®n esos momentos podemos superarlos¡±, apostilla Baranova. La bielorrusa se encuentra en su segunda etapa como seleccionadora. Estuvo de 2004 a 2008 y luego Jes¨²s Carballo la volvi¨® a llamar en 2010 para que recondujera los malos resultados del equipo espa?ol. Se clasific¨® para los Juegos de Londres, en 2012, donde pas¨® uno de los episodios que m¨¢s le han marcado. El conjunto espa?ol roz¨® el bronce, que finalmente recay¨® en Italia. Las juezas, seg¨²n Baranova, no castigaron convenientemente al equipo azzurro por un error que hubiera dado el tercer puesto a las espa?olas. ¡°Hay mucha pol¨ªtica¡±, denuncia. ¡°Este equipo gan¨® esa medalla¡±, sostiene todav¨ªa.