Real Madrid - Boston Celtics, una fiesta sin m¨ªstica

Se repet¨ªa el cartel y el escenario y acab¨® por repetirse hasta el resultado. Pero, 27 a?os despu¨¦s del aterrizaje de los Celtics en Madrid en el primer partido de un equipo de la NBA en Espa?a, el pulso entre el campe¨®n de Europa y el equipo m¨¢s laureado de Estados Unidos se resolvi¨® con fogonazos de espect¨¢culo pero sin ninguna pasi¨®n competitiva.

La cita tuvo desde el comienzo m¨¢s escarcha que m¨ªstica. El baile de dobles parejas formado por Thompkins y Ay¨®n frente a Lee y Zeller acapar¨® el protagonismo y los puntos en los minutos de tanteo. Con m¨¢s esp¨ªritu l¨²dico que aplicaci¨®n, los dos equipos m¨¢s laureados de Europa y Estados Unidos comenzaron a ensayar florituras a buen ritmo para animar la fiesta y fue el Madrid el que puso en marcha el tocadiscos; primero con un alley-oop entre Carroll y Ay¨®n y m¨¢s tarde con las maniobras de prestidigitador de Sergio Rodr¨ªguez. De salida, el base canario gan¨® el mano a mano al el¨¦ctrico Isaiah Thomas y, bajo su batuta nba, los blancos encontraron el paso en el partido para aguantar el pulso con aparente solvencia (25-25, al comienzo del segundo cuarto). Pero todo fue un espejismo rumbo a la inconstancia.

Apost¨® Laso por dar carrete a los noveles Doncic y Hernang¨®mez, pero fue una vez m¨¢s el indeleble Felipe Reyes el que mejor secund¨® las maniobras del Chacho. Los puntos del capit¨¢n madridista y los rebotes de Willy equilibraron la pelea bajo los aros. Sin embargo, con Carroll desenfocado en el tiro y con la baja de Rudy y Taylor en la rotaci¨®n languideci¨® la producci¨®n del per¨ªmetro blanco y el marcador comenz¨® a estirarse a favor de los Celtics (42-54, a 55s para el descanso). Para entonces, Bradley se hab¨ªa convertido en un martillo pil¨®n, al que apenas Thompkins aguantaba el ritmo anotador, y Thomas ya manejaba los tiempos de la noche. Los 22 puntos del d¨²o de los Celtics empinaron la cuesta para un Madrid que, a tres d¨ªas de comenzar la Liga, gestionaba la fatiga y la puesta a punto sin sofocarse en el empe?o de plantar batalla.

La producci¨®n estadounidense del encuentro homenaje¨® en uno de los tiempos muertos a Fernando Romay, Chechu Biriukov, Jos¨¦ Luis Llorente y Quique Villalobos como miembros de aquel Madrid de Petrovic y Fernando Mart¨ªn que aguant¨® el tipo en 1988 ante los legendarios Celtics de Larry Bird, Kevin McHale, Robert Parish, Dennis Johnson y Danny Ainge. Esta vez, un tr¨¦bol con mucho menos glamour se llev¨® sin sobresaltos el duelo. El amistoso de los Global Games era el s¨¦ptimo partido de los blancos ante un equipo de la NBA. La ¨²nica victoria lleg¨® ante los Toronto Raptors en 2007 (104-103). En 1993, los Phoenix Suns de Charles Barkley vencieron a los madridistas en M¨²nich (145-115); en 2009, cayeron ante los Utah Jazz (87-109); y en la pretemporada de 2012, los de Laso perdieron consecutivamente ante los Memphis Grizzlies (105-93) y los Toronto Raptors (102-95). La NBA sigue estando lejos.

Los Celtics consolidaron la diferencia en la frontera de los 10 puntos y disminuyeron los decibelios en la grada y la emoci¨®n en la pista, a la que salt¨® Dino Radoncic, promesa serbia de la generaci¨®n del 99 que cambi¨® la cantera del Bar?a por la del Madrid (tambi¨¦n debut¨® en los segundos finales Thiago Samba). Dos triples de Llull y otro de Thompkins (m¨¢ximo anotador del partido con 24 puntos) parecieron animar a los pentacampeones de Laso y un palmeo del ala-p¨ªvot estadounidense tras un fallo de Sergio Rodr¨ªguez desde el 6,75 coloc¨® el 63-71 mediado el tercer cuarto. Pero, justo en ese instante, esprintaron los Celtics y descosieron definitivamente el partido con un parcial de 4-14 (67-85). El chirriar de las zapatillas sobre el parqu¨¦ venci¨® a los aplausos en un guateque desapasionado.