M¨¦xico se corona frente a EE UU
El Tri gana la en la pr¨®rroga (2-3) la final de la Concacaf arropado por decenas de miles de aficionados en casa del "archirrival"
Rafael M¨¢rquez levantaba los brazos animando a la grada mexicana, que es como decir tres cuartas partes del estadio Rose Bowl de Pasadena, en el este de Los ?ngeles, con 93.700 espectadores y ni una silla vac¨ªa. M¨¦xico ganaba en la pr¨®rroga a Estados Unidos en una final in¨¦dita para decidir cu¨¢l es el mejor equipo de los ¨²ltimos cuatro a?os en Am¨¦rica del Norte. Un gol de Paul Aguilar, tan ag¨®nico como espectacular, inclin¨® en el minuto 118?un duelo que siempre estuvo a favor de M¨¦xico. En Los ?ngeles, el ¨¢rea metropolitana con m¨¢s mexicanos del mundo despu¨¦s de DF, nunca se puede considerar al Tri como visitante. M¨¦xico gan¨® en casa.
Era el partido m¨¢s importante para estas dos selecciones desde la Copa del Mundo de Brasil. Estaba en juego representar a Am¨¦rica del Norte en la pr¨®xima Copa Confederaciones en Rusia en 2017. El formato de la final no tiene precedentes. Hasta la pasada edici¨®n, la federaci¨®n del norte del continente y el Caribe, Concacaf, enviaba a la Confederaciones al ganador de la Copa Oro inmediatamente anterior al torneo. La Copa Oro se juega cada dos a?os, por lo que ese sistema hac¨ªa que una edici¨®n fuera relevante y la siguiente, no tanto. La Concacaf decidi¨® cambiar el sistema y enfrentar en una final a los ganadores de las dos ¨²ltimas ediciones (M¨¦xico en 2015 y EE UU en 2013) para decidir qui¨¦n representa al continente en el torneo m¨¢s importante despu¨¦s de la Copa del Mundo.
Javier Chicharito Hern¨¢ndez llevaba desde que debut¨® con la selecci¨®n nacional sin marcarle a un gol a Estados Unidos. La espera le dur¨® nueve minutos m¨¢s. El delantero del Bayer Leverkusen fue la referencia de ataque del equipo mexicano y se confirm¨® como la estrella de esta selecci¨®n, en esta ocasi¨®n adem¨¢s obligado por la ausencia por lesi¨®n de Giovani dos Santos, la ¨²nica celebridad local. Hern¨¢ndez puso del rev¨¦s el estadio con un gol que presagiaba la mejor noche posible para M¨¦xico. Tendr¨ªa en sus pies casi todas las ocasiones de su equipo.
Hern¨¢ndez puso del rev¨¦s el estadio con un gol que presagiaba la mejor noche posible para M¨¦xico
La reacci¨®n de Estados Unidos fue fulminante. En el minuto 15, la gran referencia de este equipo, el mediocentro Michael Bradley, sac¨® una falta desde la derecha del ¨¢rea de Mos¨¦s Mu?oz cabeceada con est¨¦tica impecable por Geoff Cameron. El empate fue celebrado por una cuarta parte del estadio Rose Bowl de Pasadena, mas o menos lo que ocupaban los aficionados de EE UU.
El gol de Estados Unidos fue la confirmaci¨®n de que el lado derecho de M¨¦xico era su parte m¨¢s d¨¦bil. Las tres jugadas peligrosas de EE UU en la primera parte llegaron por ese lado, donde Diego Reyes y Paul Aguilar no parec¨ªan capaces de detener las combinaciones de Bradley con Jermaine Jones. Mu?oz se tuvo que lucir en un duro disparo de Beasley, de nuevo a pase de Bradley y de nuevo por la derecha de la defensa mexicana.
La rivalidad entre estas selecciones (el ¡°archirrival¡± lo llam¨® M¨¢rquez) es tan intensa como respetuosa. Tanto las aficiones como los equipos se tratan como primos. Pero basta un accidente para que se revele la tensi¨®n de un partido as¨ª. Un choque de Peralta contra el portero Guzan estuvo a punto de acabar en una gran bronca en la que participaron los dos equipos al completo.
M¨¦xico dio la sensaci¨®n de acabar la primera parte pidiendo la hora desde el minuto 40. Replegado y a la defensiva, sufri¨® el peor segmento del partido tras ceder todo el campo a EE UU. En el minuto 42, Bradley sac¨® una falta exacta a la del gol. Se atrevi¨® a disparar directo a puerta desde la esquina del ¨¢rea y el estadio se qued¨® mudo, a pesar de la parada. El propio Bradley a¨²n tuvo ocasi¨®n antes del descanso de culminar en persona un contraataque como si fuera un delantero centro.
El esperado despegue del futbol EE UU est¨¢ muy lejos de dar el espect¨¢culo vibrante que prometi¨® Klinsmann al llegar
La segunda parte comenz¨® con M¨¦xico dejando claro que se hab¨ªa dado cuenta de que hab¨ªa estado a punto de tirar el partido. Los primeros minutos se jugaron delante de la porter¨ªa de Guzan, que recibi¨® dos disparos seguidos de Hern¨¢ndez. A los cinco minutos, M¨¦xico recibi¨® el aviso de que deb¨ªa ordenarse un poco: un contraataque estadounidense de 70 metros acab¨® con Altidore solo delante del portero mexicano, que lo salv¨® la situaci¨®n in extremis.
A partir de ah¨ª, M¨¦xico no dej¨® de martillear el ¨¢rea estadounidense, sin ceder un contraataque durante 20 minutos. Estados Unidos mostr¨® nula capacidad de juntar tres pases delante de una defensa ordenada y fue una sombra del equipo que estuvo a punto de sentenciar al final de la primera parte. La supuesta referencia de ataque del equipo, Gyasi Zardes, uno de los atacantes mejor valorados de la liga MSL y la ¨²nica celebridad local del LA Galaxy a falta de Dos Santos, pas¨® desapercibido.
La pr¨®rroga fue solo una continuaci¨®n. Peralta marc¨® en el minuto 96 el gol que el estadio hab¨ªa cantado a medias varias veces durante el tiempo reglamentario. Sin embargo, Estados Unidos demostr¨® una efectividad quir¨²rgica, capaz de empatar dos veces de manera fulminante. Nunca estuvo m¨¢s de 10 minutos de partido en desventaja. En el 108 hab¨ªa vuelto a empatar por medio de Bobby Wood, un jugador descartado en un principio. Cuando M¨¦xico daba la sensaci¨®n de no tener ya fuerzas, Aquilar enganch¨® el definitivo zapatazo de volea desde la izquierda de la porter¨ªa.
El partido deja en situaci¨®n delicada al seleccionador Jurgen Klinsmann. No por el resultado, sino por la pobreza de ideas que s¨®lo qued¨® enmascarada cuando M¨¦xico se distrajo. El equipo que anunci¨® en Brasil el esperado despegue de este deporte en EE UU est¨¢, un a?o despu¨¦s, muy lejos de dar el espect¨¢culo vibrante que prometi¨® Klinsmann al llegar. Landon Donovan, la figura m¨¢s respetada de la historia del f¨²tbol en EE UU, dijo que Klinsmann deber¨ªa ser cesado si perd¨ªa este partido. El s¨¢bado, fue un equipo que represent¨® a la perfecci¨®n la idea que la mayor¨ªa de los estadounidenses tiene de este deporte.
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