El Rayo amansa al Espanyol

En el campo solo hay un bal¨®n. Si no est¨¢ en tu posesi¨®n, solo te queda correr detr¨¢s de ¨¦l para recuperarlo. El Espanyol, ayer, no consigui¨® ni lo uno ni lo otro. Parec¨ªa que presenciara un espect¨¢culo de prestidigitaci¨®n en Vallecas. El Rayo Vallecano amans¨® al equipo perico a trav¨¦s del esf¨¦rico. Uno, dos, tres, cuatro¡­ pases y m¨¢s pases para llegar a la porter¨ªa rival. Paco J¨¦mez plante¨® as¨ª el encuentro y sus jugadores hicieron caso al jefe, pese a que en alg¨²n lance criticara a sus pupilos que rifaran el bal¨®n.

El equipo madrile?o volcaba el juego por las bandas. El Espanyol esperaba agazapado. Lleg¨® a parapetarse hasta con cinco atr¨¢s cuando el Rayo se adentraba en su terreno de juego. Tanto, que cuando se quiso dar cuenta, estaba fuera del partido. La primera ocasi¨®n, cierto es, que fue para los visitantes con un remate de cabeza a bocajarro que entre To?o y el larguero evitaron que fuera gol. Pero no hubo m¨¢s noticias del visitante.

Como un ejercicio de justicia po¨¦tica ante el juego coral de los de J¨¦mez, el primer tanto subi¨® a trav¨¦s de las botas de Trashorras. Fue de penalti, pero no pod¨ªa abrir el marcador otro que no fuera el cerebro del Rayo. El que decide c¨®mo se juega y por d¨®nde se juega.

El t¨¦cnico del Espanyol, Sergio Gonz¨¢lez, iz¨® antes de tiempo la bandera blanca. Incluso antes de viajar a Madrid ya asegur¨® que era muy complicado ganar dos veces seguidas a domicilio. Tiene buenos peloteros a su disposici¨®n. Asensio, Hern¨¢n P¨¦rez, Caicedo. Ni rastro ayer en Vallecas de ellos, al igual que del resto del equipo. Quiso reaccionar desde el banquillo con los cambios ante la falta de intensidad de los once que empezaron, pero solo le dur¨® un minuto. Tiempo suficiente para quedarse con 10 por la expulsi¨®n de V¨ªctor S¨¢nchez y despedirse por completo de sacar algo positivo.

El Rayo sigui¨® con su hoja de ruta. Bal¨®n y m¨¢s bal¨®n. No se empach¨® pese a tener casi el 70% y Javi Guerra firm¨® un doblete. Para esto lo quiere J¨¦mez. No basta con amansar al contrario si no se marcan goles. Y ah¨ª aparece partido tras partido el ariete. El primero fue de killer, de nueve de ¨¢rea. Beb¨¦ le puso un centro raso en el ¨¢rea chica y Javi Guerra entr¨® como un torbellino para marcar. El segundo fue, en cambio, de clase. Un disparo desde la frontal al que poco pudo objetar el portero rival, el joven Pau.

El Espanyol hab¨ªa birlado los tres puntos de Vallecas en las dos temporadas anteriores, pero hoy se qued¨® embelesado ante el Rayo. Tanto que ni de penalti fue capaz de sumar un tanto. To?o par¨® un penalti a Burgui cuando el partido mor¨ªa hacia el final, ya en el descuento. Esto sirvi¨® para que la afici¨®n lo aclamara, como hizo tambi¨¦n con Javi Guerra y con todo su equipo. Los pericos sestearon y los madrile?os volvieron a la senda de la victoria amansando a su rival.