El Marat¨®n de Nueva York pone a correr de nuevo al mundo
Conseguir un dorsal fuera de sorteo cuesta un m¨ªnimo de 2.600 d¨®lares M¨¢s de 50.000 corredores, de inmigrantes a ejecutivos, se dan cita en la Gran Manzana
Si el Marat¨®n de Nueva York fuera un pa¨ªs y el sudor su moneda, la desigualdad ser¨ªa cosa del pasado. Mientras eso sucede, este domingo en la l¨ªnea de salida de Staten Island, al sur de la ciudad, los m¨¢s de 50.000 habitantes de ese Estado ficticio conformar¨¢n un inmenso mosaico social con un objetivo com¨²n: la meta situada en Central Park 42 kil¨®metros y 195 metros m¨¢s all¨¢.
Estos d¨ªas la zona donde acaba la prueba recibe la visita de miles de corredores ¨¢vidos de conocer el lugar donde finaliza la peregrinaci¨®n atl¨¦tica m¨¢s importante del mundo. Entre ellos est¨¢ Pablo David Ruiz, ecuatoriano de 41 a?os que lleva 20 en Estados Unidos, donde trabaja como t¨¦cnico de telecomunicaciones en el estado de Texas. Durante meses recaud¨® entre 40 amigos y familiares los 2.620 d¨®lares (2.380 euros) que ha donado a una entidad de ayuda a ni?os de bajos recursos a cambio de su dorsal, la cantidad m¨ªnima para obtenerlo tras no resultar agraciado en el sorteo que la elevada demanda de corredores que quiere participar en el marat¨®n obliga a realizar cada a?o.
?ngel Cano, ex consejero delegado del BBVA, es uno de los casi 1.000 espa?oles que corren la prueba
De haber sido elegido, habr¨ªa pagado casi diez veces menos, 255 d¨®lares, por su condici¨®n de residente en Estados Unidos ¡ª347 d¨®lares es la tarifa para los de fuera¡ª. Equipado con una chaqueta y una gorra con la bandera de su pa¨ªs natal, Pablo prepara la prueba desde comienzos de a?o: ¡°No solo corro yo, tambi¨¦n la gente que me ayud¨®¡±, dice con brillo en la mirada.
Junto a ¨¦l estar¨¢ en la l¨ªnea de salida el santanderino ?ngel Cano, de 54 a?os, uno de los 970 espa?oles que correr¨¢n la prueba ¡ªel a?o pasado la terminaron 844¡ª. El ex consejero delegado del BBVA ha llegado durante a?os a reuniones del m¨¢s alto nivel con el pulso pausado y las piernas cansadas tras kilom¨¦tricas sesiones en la Casa de Campo, el gran pulm¨®n de Madrid. Seis meses despu¨¦s de dejar el mando de uno de los mayores bancos del mundo, acompa?ar¨¢ a su esposa en su primer intento en la distancia. ¡°Corro Nueva York contigo¡±, le dijo ella en un momento dif¨ªcil, solo unos minutos despu¨¦s de que le contara que no seguir¨ªa en el banco. Si una lesi¨®n de ¨²ltima hora se lo permite, ser¨¢ su cuarta participaci¨®n en Nueva York.
La cantante Alicia Keys o el actor Ethan Hawke tambi¨¦n estar¨¢n entre los corredores
Una vez empiece la prueba, ninguno de ellos ver¨¢ de cerca al atleta Juan Luis Barrios, de 32 a?os, la gran esperanza mexicana, que busca estar entre los mejores con un crono por debajo de las 2 horas 12 minutos: ¡°Voy a estar ah¨ª no solo por m¨ª y por M¨¦xico, sino por todos los latinos¡±, declaraba a EL PA?S este viernes. Barrios, que duda entre correr el 5.000 metros o el marat¨®n en los Juegos Ol¨ªmpicos de R¨ªo 2016, dice haber aprendido de los errores del pasado y en lugar de unirse a la previsiblemente fren¨¦tica estampida africana, buscar¨¢ marcar su propio ritmo en un segundo grupo. ¡°Su paso es impresionante. Debo ser m¨¢s precavido en esta ocasi¨®n¡±.
Delante planea ir el et¨ªope Yemane Tsegay (2h 04¡¯ 48¡¯¡¯ en Rotterdam 2012), plata este a?o en el Mundial de Pek¨ªn. De pocas palabras y ambici¨®n incontenible, tambi¨¦n se dejaba ver en la zona de meta y comentaba que durante dos meses ha estado entrenando m¨¢s de 200 kil¨®metros semanales a 2.300 metros de altitud, en Addis Abeba. En su primera participaci¨®n en Nueva York, es junto a su compatriota Lelisa Desisa y al ganador de la edici¨®n pasada, el keniano Wilson Kipsang, un serio candidato a hacerse con los 100.000 d¨®lares de premio al ganador. Las kenianas Mary Keitany ¡ªganadora el pasado a?o¡ª, Hela Kiprop y Carolina Rotich, y la et¨ªope Tigist Tufa, est¨¢n entre las favoritas en categor¨ªa femenina.
Todos compartir¨¢n este domingo una prueba que conoce bien Asteria Howard, de 61 a?os (¡°?no los aparento verdad?¡±), boliviana de Cochabamba, diez maratones de Nueva York a sus espaldas, el ¨²ltimo en 2003. En la tarde del viernes aguardaba el comienzo del desfile inaugural con entusiasmo y un atisbo de decepci¨®n: hay pocos bolivianos inscritos a la marcha y los integrar¨¢n en la delegaci¨®n ecuatoriana, le dicen. Sonriente y habladora, Asteria lleg¨® a la ciudad en 1995 para correr el Marat¨®n de Nueva York y se qued¨® a trabajar como ni?era sin papeles hasta su matrimonio con un estadounidense nueve a?os despu¨¦s. En ese periodo sal¨ªa a correr a las cinco de la ma?ana y se convirti¨®, seg¨²n su propia expresi¨®n, en el ¡°banco¡± de su familia. Pag¨® con sus ahorros los estudios de varios sobrinos en Bolivia, y entre los que ayud¨® hay hoy un m¨¦dico, un inform¨¢tico y un abogado. Diplomada en educaci¨®n f¨ªsica, es la vicepresidenta del West Side Runners, un club de corredores formado solo por inmigrantes y promotora de diversas iniciativas solidarias.
Impacto econ¨®mico de unos 400 millones en la ciudad
Staten Island, Brooklyn, Queens, Bronx y Manhattan. Cinco distritos por correr, m¨¢s de dos millones de personas animando en las calles, un impacto econ¨®mico superior a los 400 millones de d¨®lares, hoteles llenos, la cantante Alicia Keys, el actor Ethan Hawke, el extenista James Blake, confundidos, mezclados, engullidos por la masa en movimiento, por los miles de nombres propios igualados ante el asfalto en el que este domingo ser¨ªa, pese a las decepciones, lesiones, retiradas y dem¨¢s imprevistos, el pa¨ªs m¨¢s feliz del planeta. Las l¨¢grimas que cada a?o se derraman junto a la meta hablan de eso. Las medallas que al d¨ªa siguiente permanecen colgadas del cuello, tambi¨¦n.
Si el Marat¨®n de Nueva York fuera un pa¨ªs ya tendr¨ªa abanderada. Asteria Howard, la mujer que lleg¨® a la ciudad para correr y se qued¨®, emergi¨® finalmente del mar de banderas del desfile inaugural de Central Park balanceando con energ¨ªa la ense?a boliviana que inicialmente se le negaba junto a cinco compatriotas. Saludando a izquierda y derecha con el orgullo de sentirse representante de algo superior, Asteria camin¨® entre las gradas llenas de p¨²blico hacia la meta que un inmigrante ecuatoriano, un ejecutivo espa?ol, un campe¨®n latinoamericano y un portento africano buscar¨¢n este domingo durante 42 kil¨®metros y 195 metros.
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