Stephen Curry, el fetiche de la NBA

Draymond Green cuenta que, incluso durante los seis partidos que precis¨® Golden State para doblegar a Cleveland en la ¨²ltima final de la NBA, se lo pas¨® en grande cuando tuvo ocasi¨®n de observar desde el banquillo las evoluciones de Stephen Curry. El base de los Warriors, a sus 27 a?os, plet¨®rico, se ha explayado, m¨¢s si cabe, durante las dos primeras semanas de esta temporada. De tal manera que otro de sus compa?eros, Marreese Speights, tras verle anotar 53 puntos, 28 de ellos en un cuarto, ante Nueva Orleans, solt¨®: ¡°?D¨¦nle ya el MVP!¡±.

El n¨²mero 30 de los Warriors ya obtuvo el ¨²ltimo premio al mejor jugador de la temporada. Lejos de contemporizar con lo much¨ªsimo que queda por delante en la defensa del anillo, Curry va de exhibici¨®n en exhibici¨®n, y los Warriors han ganado sus siete primeros partidos. No es de extra?ar que el Oracle Arena de Oakland, con capacidad para 19.596 espectadores, sume 138 llenos seguidos. Es decir, desde diciembre de 2012, cuando Curry empez¨® a maravillar junto a Klay Thompson, formando el d¨²o bautizado Splash Brothers.

Veo lo completo que es, y pienso que as¨ª hubiera querido ser yo, tener su habilidad en el pase, su acierto en el tiro, su facilidad para driblar, su criterio, su rapidez¡± Isiah Thomas

La eficacia de Babe Face, como se apoda al base de 1,91 metros y 86 kilos, alcanza cotas que solo admiten comparaci¨®n con la del legendario Michael Jordan en su arrollador inicio en la temporada 1991-1992 con los Bulls (229 puntos en los siete primeros partidos, por los 237 que acumula ahora Curry). Pero es mucho m¨¢s que un base anotador. Se compara Magic Johnson por sus pases, a Kobe Bryant por sus robos de bal¨®n, a Steve Nash por sus transiciones.

¡°Cuando me hablan de un base puro o de un base anotador, me sugiere que no se trata de un jugador completo¡±, dice Isiah Thomas. ¡°Pero veo a Stephen, lo completo que es, y pienso que as¨ª hubiera querido ser yo, tener su habilidad en el pase, su acierto en el tiro, su facilidad para driblar, su criterio, su rapidez a la hora de decidir... Es un jugador completo¡±, resume el legendario base de los Pistons. Las maravillas que obra Curry con un bal¨®n en las manos son hipn¨®ticas, hasta el punto de que son miles los que acuden a las canchas para presenciar sus c¨¦lebres sesiones de calentamiento, a menudo utilizando dos balones al mismo tiempo.

Magic Johnson se adiestraba en el manejo y el regate botando sobre la nieve cuando iba a la escuela en Lansing, Michigan. Isiah Thomas y Steve Nash se inventaron movimientos a base de repetirlos ante un espejo. Curry aprendi¨® a driblar en el gimnasio con dos balones a la vez y repitiendo lo mismo con pelotas de tenis, de un lado al otro de la cancha. Hay que a?adir la herencia gen¨¦tica de su padre, Dell, que estuvo 16 a?os en la NBA y se retir¨® en 2002, con un 40% de acierto en los triples. Stephen suma un fant¨¢stico 47% esta temporada tras sumar 38 triples en siete encuentros. Va camino de batir el r¨¦cord de la temporada en la NBA, establecido por ¨¦l mismo el pasado ejercicio con 286.

Si algo irrita a Curry es que haya arraigado que la suerte tuvo un peso importante en la consecuci¨®n del anillo. ¡°Me molesta a m¨ª a todo el equipo porque hubo mucho trabajo para lograr el t¨ªtulo. No me gusta que nadie nos quite m¨¦ritos¡±, se?ala tras tirar de sarcasmo y pedir perd¨®n porque ¨¦l y sus compa?eros estuvieran sanos, en contraste con la plaga de lesiones que sufrieron varios de sus principales rivales.

Ahora, hay quien vaticina que ser¨ªa l¨®gico un baj¨®n en el rendimiento de Curry. Dell destaca la capacidad para reaccionar ante los malos momentos como una de las grandes virtudes de su hijo: ¡°Relativiza mucho las cosas. Se rehace muy r¨¢pido¡±. Como su equipo, que no perdi¨® el rumbo tras tropezar en mayo en el segundo y el tercer partido de las semifinales de Conferencia ante Memphis o cuando Cleveland se adelant¨® por 2-1 en la final. Tampoco ahora, cuando su entrenador Steve Kerr, operado de la espalda, ha cedido el puesto a su ayudante, Luke Walton. Curry y los Warriors, como si nada.