La pelota es de Florentino
El presidente, cuestionado como nunca, se ha quedado sin el escudo de t¨¦cnicos y jugadores desde que se hizo responsable del ¨¢rea deportiva
Con una sobrecarga de hast¨ªo, desaz¨®n e impotencia, el madridismo explot¨® el s¨¢bado en Chamart¨ªn. No fue un estallido volc¨¢nico, pero s¨ª la primera gran muestra de hartura hacia Florentino P¨¦rez. Llegada la bronca, el presidente se ha visto solo ante el gent¨ªo, m¨¢s desnudo que nunca. ?l mismo se quit¨® los escudos cuando prescindi¨® de los directores deportivos, mand¨® por el desag¨¹e a nueve entrenadores en diez cursos y decidi¨® mantener al club incomunicado, sin hilo umbilical con sus devotos. Ya no hay un Valdano que en tiempos de tormenta reflexione con sensatez; ni siquiera un Mourinho que haga de pir¨®mano ante perpetuas e imaginarias conspiraciones. Tampoco un Cristiano Ronaldo al que se vea en condiciones de liderar una corriente de optimismo. A sus 30 a?os, el portugu¨¦s echa cuentas sobre t¨ªtulos mayores: en plena evoluci¨®n, tres Premier, una Copa y una Champions en seis temporadas con el United; en plena madurez, y en el mismo tiempo, dos Copas, una Liga y una Champions con el Madrid.
El club se ha quedado sin m¨¢s mensajes que la purpurina de las listas de Forbes sobre los clubes m¨¢s ricos del mundo, los Balones de Oro, la evangelizaci¨®n madridista con puentes en Indonesia o Australia y ese deslumbrante palco de la casa blanca por el que desfilan pol¨ªticos y empresarios de todos los ibex de este mundo. El club huele a dinero, pero no las huele en el campo como cabr¨ªa esperar. La gesti¨®n financiera ya no camufla la deportiva. Al rev¨¦s que en el Bar?a, donde la pelota blinda el embrollo institucional.
El cabreo del Bernab¨¦u no fue un mero berrinche. La hinchada ha concedido al presidente un cr¨¦dito de 12 temporadas y pico, algo sobresaliente en el f¨²tbol, en el que pasado ma?ana es anteayer. M¨¢xime en este Madrid, bien que lo saben Del Bosque, Ra¨²l, Casillas¡ Los de ayer se tuvieron que ir por la gatera, los de hoy quiz¨¢ est¨¢n gripados y solo queda proclamar otro verano saludable con la chequera rebosante. No basta para maquillar la etapa de la c¨²pula actual. Tras m¨¢s de 1.200 millones invertidos, en solo siete de las 36 ocasiones may¨²sculas, si se toman por tal la Champions, la Liga y la Copa, hubo motivos para brindar. En porcentaje, el 19,4%, por debajo del 20% de Ram¨®n Calder¨®n, el 22% de Lorenzo Sanz, el 30% de Ram¨®n Mendoza, el 23,8% de Luis de Carlos y el 30,7% de Santiago Bernab¨¦u.
Tomado durante a?os como un mes¨ªas, el presidente ya no cuela del todo desde que traspas¨®, sin tapujos, la l¨ªnea que separa el vestuario de la planta noble. El Florentino P¨¦rez presidente-gestor se gan¨® el respeto y la admiraci¨®n de una gran mayor¨ªa, y es posible que lo conserve. El Florentino P¨¦rez que decidi¨® colgarse la pizarra y ejercer de manager-entrenador corre el riesgo de pagar un alto peaje. Lo que no funciona es lo del c¨¦sped y ¨¦l ya no puede disimular que sea ajeno a ese traj¨ªn. Por si faltaban evidencias, Rafa Ben¨ªtez le concedi¨® la alineaci¨®n ante el Bar?a. Casemiro fue aquel Makelele obligado al cuarto de los ratones para dar foco a Beckham.
Fuera una concesi¨®n intencionada o una debilidad, Ben¨ªtez se sabe cuestionado. Lo sent¨ªa antes incluso del cl¨¢sico. Tiene carrera suficiente como para saber c¨®mo va el tinglado en clubes como este Madrid, que devora entrenadores como pipas. Ante la crisis, t¨¦cnico a la calle y a otra cosa. Pero ahora, por primera vez, la grada-protesta del s¨¢bado no puso al del banquillo al frente de la diana, sino al del sill¨®n presidencial.
El mi¨¦rcoles, juicio
Si se multiplican los detractores del dirigente, el club se ver¨¢ ante una encrucijada. A algunos les resultar¨¢ temeraria otra espantada como la de 2006 tras a?os de difundir el propio Florentino P¨¦rez que solo con ¨¦l la entidad est¨¢ a salvo. Solo ¨¦l garantiza, dice y dicen por ¨¦l, que el Real Madrid no caiga en las garras imp¨ªas de un conglomerado chino, ruso o ¨¢rabe. Ocurre que todav¨ªa es m¨¢s improbable que pueda quedar a tiro de manos nacionales, dadas las exigencias para suceder a Florentino P¨¦rez impuestas por Florentino P¨¦rez en 2012: 20 a?os de socio madridista, y no 10, y el aval del 15% del presupuesto (unos 90 millones) con el ¡°patrimonio personal¡±, y no de cualquier otra forma, como libera la Ley del Deporte. El cambio estatutario fue recurrido por un grupo de socios y este mi¨¦rcoles, juicio a la vista.
En medio de la crisis, la cita judicial no es una cuesti¨®n menor. Si la bronca hacia el palco se amplifica y no hay rectificaci¨®n estatutaria, el previsible vac¨ªo opositor dejar¨¢ a la instituci¨®n a la intemperie. Antes de llegar al precipicio, como a¨²n tiene el visado de los socios como gestor financiero, nada mejor para el Real Madrid que Florentino P¨¦rez devuelva el bal¨®n. El f¨²tbol no es ingenier¨ªa y la pelota, por apetitosa que sea para el poder, no cuadra los n¨²meros. Esa contabilidad corresponde a otros. Para bien o para mal, a los de la caseta, se llamen Del Bosque, Queiroz, Camacho, Garc¨ªa Rem¨®n, Luxemburgo, L¨®pez Caro, Pellegrini, Mourinho, Ben¨ªtez, Valdano, Sacchi, Floro... Y, por supuesto, Makelele o Casemiro.
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